La crisis sanitaria del coronavirus podría lastrar hasta un 33 por ciento la supervivencia en algunos tipos de cáncer. Así lo advierten los oncólogos del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP). Estos expertos advierten de que si no se pone de inmediato una ‘Hoja de Ruta’ la atención asistencial y la investigación se verán perjudicadas. Según señalan, la cancelación de cirugías, pruebas diagnósticas y tratamientos puede afectar de forma directa a la supervivencia y mermar los avances logrados en esta patología a lo largo de la última década.
Cancelación de cirugías
“En el caso de un tumor de alto impacto como es el cáncer de pulmón, un análisis reciente liderado por el Institute of Cancer Research de Londres destacó que un retraso de 6 meses en una cirugía y en el segmento de edad en el que normalmente se desarrolla esta enfermedad, entre 60-69 años, aún en fases precoces del tumor, provocaría una reducción de supervivencia estimada del 27 por ciento. La reducción de supervivencia es todavía mayor en fases avanzadas de la enfermedad y podría llegar a ser de hasta el 33.7 por ciento”, explica Mariano Provencio, presidente del GECP y jefe de Oncología del Hospital Puerta de Hierro.
Retrasos diagnósticos
El retraso en el diagnóstico es otra de las preocupaciones que puede influir en la mortalidad. Como indica Bartomeu Massuti, secretario del Grupo y jefe de Oncología del Hospital General de Alicante, “los retrasos diagnósticos en las enfermedades oncológicas impactan negativamente en los resultados de los tratamientos posteriores”. Para el especialista, “a nivel europeo se ha constatado una reducción de aproximadamente el 20-25 por ciento en la detección de nuevos casos de cáncer“. A su juicio se puede deber al miedo de los pacientes a visitar los servicios sanitarios, o a consecuencia de la paralización de algunas áreas de salud por la pandemia, lo que puede provocar que se diagnostiquen casos en estadios más avanzados a partir de ahora.
Impacto en la investigación
Por último, desde el GECP destacan que la investigación en cáncer también se ha visto sumamente afectada por la paralización de la inclusión de pacientes en ensayos clínicos, el cierre de centros de investigación, y la reducción de fondos destinados al cáncer para focalizarse en la Covid. “Se ha producido la tormenta perfecta, no sólo por el cierre de centros de investigación o la paralización de muchos ensayos, sino por el impacto en la financiación y la reducción de ingresos para la lucha contra el cáncer”, explica Massuti.
Para el GECP es necesaria, por tanto, la reactivación de Plan Nacional contra el Cáncer que permita coordinar esfuerzos y evitar desigualdades. “Necesitamos racionalizar recursos manteniendo todos los estándares de calidad, y dedicando respuestas individualizadas para cada tumor”, concluye el presidente del GECP, Mariano Provencio.