La biología de las células cancerosas está marcada por alteraciones en la regulación epigenética de la expresión génica. Los mecanismos subyacentes a estos reguladores se están descifrando cada vez más para desarrollar agentes terapéuticos que que alteren su función.

La primera mesa del VI Simposio de Biopsia Líquida dedicada a la epigenética ha centrado la importancia de continuar identificando marcadores pronósticos.

La detección temprana del cáncer ofrece la oportunidad de identificar tumores cuando el éxito terapéutico es más alcanzables, los resultados son superiores, y el tratamiento puede ser menos tóxico. El análisis de ADN libre de células tumorales circulantes a base de sangre (cfDNA) permite detectar y localizar simultáneamente múltiples tumores.

“Los artículos han demostrado de una manera inequívoca y potente que el análisis de sangre periférica de una persona puede detectar un cáncer, de donde viene ese cáncer y en que estadio se encuentra”, explica a GACETA MÉDICA, Alfredo Carrato, Director del Servicio de Oncología Médica en el Hospital Ramón y Cajal, y moderador de este encuentro.

Alfredo Carrato, Director del Servicio de Oncología Médica en el Hospital Ramón y Cajal.

Un estudio publicado en en la revista científica Annals of Oncology determinó que la secuenciación de cfDNA que aprovechó los patrones de metilación informativos en una muestra de 6.000 pacientes detectó más de 50 tipos de cáncer en todas las etapas.

“Cuanto mas avanzado es el tumor, más capacidad tiene de ser identificado por estas técnicas. Es un nuevo armamento diagnóstico que podemos tener para informar sobre los distintos tipos de cáncer”, añade Carrato.

Clusters y fármacos dirigidos

Por su parte, Nicola Aceto, profesor del Hospital Universitario de Basilea, ha centrado la atención en los clusters que se forman por acumulación de Células Tumorales Circulantes (CTCs). Estos clusters presentan un mayor potencial que las células separadas para desencadenar metástasis. Asimismo, el profesor ha especificado que si este cluster contiene una célula inmune del propio huésped, como un neutrófilo, la capacidad de metastatizar es mucho mayor.

“Estudiando la epigenética tenemos una visión de conjunto mucho más completa de lo que le esta sucediendo al individuo”, ha señalado Carrato. “Al principio creíamos que los únicos que condicionaban la aparición de los tumores eran los genes, pero ahora estamos en la siguiente capa que es la epigenética. A su vez, nos centramos también en el microbioma, el viroma, las células inmunes, los exosomas y los elementos externos que son más especificas del tumor y que condicionan su comportamiento”, ha puntualizado el especialista.

En el debate también ha participado Olena Barbash, responsable de GlaxoSmithKline en Collegeville (EEUU), para poner sobre la mesa la nueva generación de fármacos que van dirigidos a los mecanismos epigenéticos como los inhibidores MET.