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M.R. Madrid | viernes, 07 de junio de 2019 h |

“La edición de ASCO de 2018 fue reconocida como la de la terapia de la CAR-T y este año sigue por la misma línea”. Con estas palabras Dolores Caballero, coordinadora del Grupo Español de Linfomas (Geltamo), de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia y hematóloga del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, resume a GM una edición en la que estas innovadoras terapias siguen avanzando.

En concreto, Caballero explica que durante el encuentro se han podido comprobar una mayor experiencia en el manejo de la toxicidad de estas terapias. “Ahora tenemos mayor seguimiento lo que nos ofrece datos más sólidos sobre las nuevas terapias, esto es muy importante ya que aumenta la fiabilidad al ver resultados a largo plazo en terapias tan novedosas donde aún tenemos mucho por aprender”, señala.

En este congreso, puntualiza, también se ha hablado “sobre la relevancia de seleccionar adecuadamente el perfil de paciente y de cómo manejar mejor estas innovaciones”. En el caso de los linfomas agresivos, una de las novedades del congreso ha sido en relación a la edad del paciente, “donde en principio parece que la edad no va a ser un factor limitante cuando se compara entre mayores y menores de 65 años”, asegura. No obstante, puntualiza que no se puede dejar de observar otros factores como las comorbilidades, el historial terapéutico, etc.

Más datos sobre el manejo

En cuanto al manejo de estas terapias, Caballero asegura que “tienen efectos secundarios diferentes de las terapias que veníamos usando”. De hecho, durante esta edición de ASCO se han presentado más datos del manejo de las complicaciones una vez se administra el CAR-T. “Los datos son esperanzadores porque aprendemos como podemos manejar mejor estas situaciones, eso sí, no sin dificultad e intentando que el impacto en el paciente sea el menor posible”. Además, asevera la coordinadora del Geltamo, “hemos visto que un uso temprano de corticosteroides parece que ayudaría a reducir la incidencia de algunos efectos secundarios como las afecciones neurológicas o el síndrome de liberación de citoquinas”. Aún así, explica la hematóloga, “queda camino por recorrer, debemos seguir avanzando en temas como los marcadores predictivos de eficacia, de toxicidad o en materia de registros, entre otros”.

Caballero recuerda, además, que el Hospital Clínico Universitario de Salamanca es uno de los seleccionados por el Ministerio de Sanidad para el uso de las terapias CAR-T. En este sentido, la posibilidad de estar actualizados con todas las novedades en esta área “es fundamental para ofrecer un excelente nivel asistencial y de investigación”.


Dolores Caballero:
“Poco a poco vamos aprendiendo a manejar mejor estas nuevas terapias ”