Almudena Fernández Madrid | viernes, 24 de junio de 2016 h |

Recientemente nombrado presidente de Semfyc, Salvador Tranche explica a GM que la medicina de familia está aprobada, pero no mejora adecuadamente, y lamenta que, en lugar de incrementarse la inversión en la especialidad, se esté reduciendo.

Pregunta. ¿Cuáles son sus retos al frente de Semfyc?

Respuesta. Muchos y bonitos. El primero de ellos, a muy corto plazo, poner a la AP en el ámbito de interés de los partidos políticos, para ello hemos puesto en marcha la campaña ‘Mi agenda en tu agenda’. A medio plazo, el objetivo es intentar derogar el decreto 16/2012 de la exclusión sanitaria, modificarlo y recuperar la cobertura universal. También queremos revitalizar la AP y para eso hemos publicado un documento en el Congreso de Coruña con el objetivo de que el médico de familia haga lo que tiene que hacer y no haga lo que no tiene que hacer, es decir, darle herramientas para que tenga mayor capacidad de resolución, acceso a la tecnología, capacidad de prescripción de todo tipo de fármacos, etc., reduciendo además su carga burocrática y que no realice lo que no aporta valor al acto asistencial que está incluido en la campaña de recomendaciones ‘No Hacer’ en la que llevamos ya tres años agregando recomendaciones y vamos a poner en marcha también un proyecto de investigación que oriente a qué recomendaciones se están aplicando o no. También necesitamos recuperar la ilusión de médicos de familia que trabajan en primaria y volver la mirada a los socios de Semfyc, preguntándoles para elaborar una formación muy ajustada a lo que necesita cada uno de ellos. Finalmente, queremos continuar en el desarrollo de la Academia de Medicina de Familia y con el contacto con las otras sociedades científicas de AP.

P. ¿Cómo calificaría la situación actual de la medicina de familia?

R. Bien pero con muchas posibilidades de mejora, así que está aprobado pero no mejora adecuadamente, y en el ámbito de la AP está mal por la falta de inversión. También está mal en cuanto a prestigio profesional y académico, y esto no solo está pasando en España. Gran Bretaña, por ejemplo, está extraordinariamente preocupada por la situación que tiene la AP en su país y, viendo el problema claramente, toman la decisión de mejorar la inversión y de discriminar en positivo la figura del médico de familia, incluso con retribuciones diferenciadas de las de los profesionales en otros ámbitos, sin embargo, aquí seguimos en el lamento y la administración sanitaria no toma ninguna decisión. El trabajo de los médicos de familia sigue siendo muy precario, hay mucho pero de mala calidad y yo creo que está mal gestionado. Además, acaba de publicar el ministerio la situación del sistema sanitario de 2014 y me ha sorprendido mucho como el gasto sanitario ha disminuido en AP en comparación con el hospital, porque mientras que en el hospital ha disminuido un 2,2 por ciento, en primaria un 5,2. Se dedica en el Estado español un poco más del 14 por ciento del presupuesto sanitario a la AP mientras que el 61,4 está destinado a atención hospitalaria. Nunca se dedicó tanto dinero al hospital y nunca tan poco a primaria.

P. ¿Cree que la atención al paciente se está viendo perjudicada? ¿Y la salud del propio médico?

R. Sí, nos preocupa la situación laboral de nuestros médicos de familia, pero también la ruptura de la continuidad, que impacta sin ninguna duda en la calidad asistencial. Para el profesional sanitario es evidentemente un elemento de disconfort muy notable, ya que no le permite hacer ningún seguimiento de los pacientes, que es para lo que está formado y propicia el burn out de los profesionales. Además, a esto se le añade que las convocatorias de plazas tienen unos intervalos que superan los diez años e incluso los 15 en algunas CC.AA. y, por eso, muchos provisionales llevan muchos años en esta situación y es verdad que cunde el desaliento.

P. Recientemente, la vocalía de AP Urbana de la Organización Médica Colegial presentó un informe que señalaba diferencias muy significativas de sobrecarga asistencial entre regiones, ¿cómo cree que podría solucionarse este problema?

R. Incluso dentro de las mismas comunidades hay diferencias entre un sitio y otro o entre provincias. Yo creo que hay que apostar por una mayor autonomía de gestión por parte del profesional, además de introducir algunas herramientas que mejoran la accesibilidad como puede ser la receta electrónica, que hay alguna comunidad que aún no la tiene implantada. También hay que apostar por unas agendas de calidad introduciendo medidas que reduzcan la burocracia. Tenemos que definir asimismo una cartera óptima, homogénea y uniforme para todo el territorio, porque lo que no puede ser es que en una región determinados servicios estén incluidos en AP y en otra CC.AA. no. El sistema sanitario está concebido para disminuir la desigualdad, para actuar como tampón de las diferencias, y no puede acabar convirtiéndose en un elemento de desigualdad, y esto lo estamos viendo en la situación de crisis entre diferentes comunidades. Vamos a olvidar la culpabilidad y a buscar soluciones todos: el profesional puede gestionar mejor su consulta, la administración puede facilitar que el profesional gestione mejor su consulta y los gestores sanitarios pueden reducir muchísimo la carga asistencial.

P. Las tres sociedad de primaria acaban de crear la Academia de Medicina de Familia de España, ¿por qué la necesidad de su creación?

R. Es una iniciativa que la Semfyc había puesto en marcha hace varios años con el objetivo de potenciar el papel académico de la medicina de familia en nuestro país y para eso es necesario desarrollar los contenidos de la especialidad en la universidad. Uno de los temas que nos preocupan siempre es que los estudiantes no eligen familia, que es una especialidad preciosa, entonces creemos que una de las razones es porque no la conocen. Ya hay una normativa de ámbito estatal de que en todas las facultades debe de existir una asignatura de medicina de familia, pero algunas todavía no la tienen.

P. ¿Tienen previsto continuar en esta línea de acercamiento?

R. Yo creo que sí y desde Semfyc tenemos aprobado por la Asamblea en dos ocasiones ir hacia la fusión de las sociedades, yo creo que va a llegar, es inevitable. Nuestro presente y nuestro futuro es que tenemos que ir a constituir una fusión o una sociedad nueva de médicos de familia. Los ritmos dependerán también de las circunstancias internas de cada sociedad, pero la visión que yo creo que comparten también las demás es que en un futuro más cercano o más lejano, a mí me gustaría que fuera más cercano, será la constitución de una sociedad única porque esto nos va a dar una fortaleza enorme a la hora de discutir, de defender el sistema sanitario público y de defender la medicina de familia, el ser una sociedad única nos va a dar mucha consistencia, mucha fortaleza. Creo que estamos nuevamente ante una oportunidad.