Interterritorial/ Los consejeros definen sus posturas sobre la repercusión en la sanidad del plan de choque de Zapatero para rebajar el déficit

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El Fondo Monetario Internacional aconseja a España estabilizar el gasto público en salud reduciendo la cobertura si fuera necesario

Los consejeros de Canarias, Comunidad Valenciana y Navarra cuestionan un plan de austeridad que exige apretar un cinturón ya ajustado

| 2010-05-21T17:56:00+02:00 h |

A.M./E.M.C.

Madrid

Aunque esta vez no se trata de ningún monográfico de sostenibilidad, la próxima reunión del Consejo Interterritorial del SNS, convocada por Sanidad para el 31 de mayo, seguirá hablando de economía. La cita es anterior al anunciado Consejo de Política fiscal y Financiera del mes de junio en el que inicialmente se darían a conocer los resultados de un grupo de trabajo que estudia medidas para contener el gasto también en sanidad y dependencia (ver GM nº 327), además de los planes de reequilibrio fiscal de las comunidades autónomas que no fueron aprobados en la anterior convocatoria.

Queda la duda de si alguna de las iniciativas previstas se habrían anticipado ya en el plan de choque para reducir el déficit público aprobado la semana pasada en el Consejo de Ministros, en el que también se dio el visto bueno a modificaciones de los acuerdos con las comunidades para la sostenibilidad de las finanzas públicas.

Lo que sí está claro es que las regiones tendrán que preparar nuevos ajustes para ahorrar 1.200 millones de euros más, aparte de los 10.000 millones que recortarán en los próximos tres años, y que la sanidad vuelve a estar en el punto de mira, a pesar de que los consejeros del ramo insisten en que hay poco margen para el ahorro.

Las presiones también llegan de fuera. La agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s traslada ahora a los gobiernos regionales la responsabilidad de tranquilizar a los mercados. Exige “recortes inmediatos” para evitar que las comunidades autónomas alcancen un déficit del 20 por ciento después de inversiones de los ingresos totales y recuerda que el 70 por ciento de la factura está ligado a servicios básicos, entre ellos la sanidad. Un ámbito en el que también propone recortes el Fondo Monetario Internacional, que ha lanzado su advertencia a España: hay que estabilizar el gasto público en salud reduciendo, si fuera preciso, la cobertura.

Con este panorama, consejeros y ministra analizarán el impacto en el sector sanitario de las medidas de ajuste del Gobierno. Los responsables de Canarias, Comunidad Valenciana y Navarra ya expresaron la semana pasada su descontento con el plan de austeridad en una mesa sobre financiación y sostenibilidad en la jornada “Reflexión sobre el presente y futuro de los sistemas universales de salud”, organizada por la Fundación Bamberg y la compañía farmacéutica Lilly. No ven con buenos ojos el mensaje que subyace que exige que se aprieten el cinturón para solventar un déficit que va en aumento y pone en peligro la sostenibilidad del sistema.

Por otra parte, nadie descarta, ni admite, que su cartera vaya a sufrir nuevos recortes tras la exigencia de ahorro de 1.200 millones de euros mencionada. En declaraciones a GM, la consejera de Navarra, María Kutz, asegura que no va a consentir que las medidas afecten a la calidad de la asistencia. Las líneas estratégicas de su comunidad abogan por aumentar la prescripción de genéricos y controlar el gasto en personal.

Manuel Cervera, consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana, ha asegurado a este periódico que espera que el Gobierno explique “de dónde quiere sacar el dinero para ese tipo de ahorro”, cuando las comunidades en sanidad están haciendo un trabajo muy eficiente. Algo que tampoco entiende la consejera canaria, Mercedes Roldós, que insiste en que las comunidades ya llevan tiempo conteniendo el gasto público y no pueden pagar “el despilfarro de Zapatero”.

En Madrid esperan a estudiar en profundidad las medidas del Gobierno para realizar una valoración, mientras Castilla-La Mancha, a través de su consejera de Economía, María Luisa Araujo, ya ha asegurado que los nuevos recortes no afectarán a la sanidad.

La crisis económica ha acelerado el debate sobre el copago. Lo ha reconocido la propia ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, en una entrevista en la que admite que no pueden cerrarse a este debate, “porque hay que ser conscientes de que hay que hacer un esfuerzo colectivo para garantizar la sostenibilidad”. Mercedes Roldós también ha planteado la necesidad de fomentar un consumo responsable de los servicios desincentivando los abusos, así como de redistribuir la contribución de los ciudadanos en el pago de medicamentos, aunque desmintió posteriormente haber propuesto el copago. En la búsqueda del ahorro, el consejero de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, defiende financiar sólo el fármaco más barato entre iguales, lo que ahorraría al sistema 1.000 millones de euros adicionales.