rebaja/ La mitad de sus ingresos son guardias obligatorias que se merman en un 5%
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Rechazan una reducción progresiva que no tiene en cuenta el nivel de renta
El Foro de la Profesión Médica se suma a la protesta de Cemsatse el 27 de mayo
MÓNICA RASPAL
Madrid
De “castigo” y “ensañamiento” con la profesión médica han tildado los representates de este colectivo el plan de reducción del déficit público aprobado el pasado jueves por el Consejo de Ministros, que finalmente ha establecido una bajada progresiva del salario de los empleados públicos de entre el 0,56 y el 7 por ciento —en función del nivel de ingresos del grupo profesional— sobre el salario base y los trienios, mientras que los complementos específicos y de destino se verán reducidos en un 5 por ciento lineal para todas las categorías —a excepción del nivel más bajo, el grupo E—.
Aunque las previsiones iniciales de los médicos eran aún más pesimistas —barajaban un recorte de un 10 por ciento sobre la totalidad de sus retribuciones, complementos incluidos—, la Organización Médica Colegial (OMC) ha insistido en que los profesionales sanitarios serán los más afectados por una decisión que su presidente, Juan José Rodríguez Sendín, ha calificado de “disparate” y “penalización” al trabajo que realizan, pues además de sufrir la máxima disminución en su salario fijo —el 7 por ciento—, verán mermada la retribución que reciben por las guardias, una actividad complementaria de carácter obligatorio —no voluntario como en otras profesiones—, que además supone el 50 por ciento de sus ingresos. “Médicos y enfermeros vamos a estar por encima del nivel de retención que se efectúa sobre las rentas más altas del país”, asegura.
Aunque Rodríguez Sendín sí se muestra a favor de adoptar medidas económicas ante la crisis, considera que sería más justo que los recortes estuvieran vinculados al resultado final de la renta y no al nivel del profesional. Tampoco entiende el presidente de los médicos que la rebaja sea progresiva, cuando las subidas a los funcionarios públicos son lineales, ni que se penalice al médico que hace muchas horas extra en la sanidad pública pero no al que lo hace en la privada. “Hay una especie de fijación con el sector sanitario cuando se dice que es un modelo de eficiencia para la Unión Europea pero si se penaliza el trabajo sanitario de esta manera, para los profesionales merecerá menos la pena trabajar fuera de nuestro horario”, afirma.
Además, Rodríguez Sendín ha criticado que la Administración sanitaria no haya puesto en marcha ni una sola medida de coordinación eficaz en recursos humanos que permita desarrollar una planificación adecuada. Por todo ello, no ha descartado el apoyo de la entidad a la huelga general de funcionarios convocada para el 8 de junio por los sindicatos CC.OO., UGT y CSI-F , aunque la decisión, al cierre de esta edición, aún no había sido anunciada.
Ensañamiento
No lo hará la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos y el Sindicato de Enfermería (Cemsatse) que ha convocado, por su parte, concentraciones de 15 minutos en los centros sanitarios de toda España el 27 de mayo —a las que se ha sumado el Foro de la Profesión Médica—, pues consideran “injustas” unas medidas de recorte que son sólo un “parche para disfrazar y paliar de forma chapucera”, una crisis que necesita de reformas estructurales profundas. Así, también definen como un “claro castigo” a los empleados públicos esta reducción salarial cuando son “la burocracia, el intervencionismo político y el desgobierno de un SNS disgregado” los principales “lastres” de un sistema.
Al igual que la OMC, CESM está en desacuerdo con la disminución progresiva de los sueldos frente a las subidas que siempre se han hecho sobre el mismo porcentaje para todos los funcionarios. Es más, su secretario general, Patricio Martínez, lo entiende como un “ensañamiento” con la profesión médica que, en su opinión, es precisamente la que ha venido haciendo posible el funcionamiento de la sanidad pública a base de anteponer su sentido vocacional a las siempre “parcas” retribuciones que recibe a fin de mes.
Diálogo social “roto”
Entre tanto, el pasado jueves ya se produjeron las primeras concentraciones de empleados públicos convocadas por CC.OO., UGT y CSI-F en las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno —además de otras protestas profesionales en varias autonomías— que probablemente volverán repetirse tras lo que CC.OO. calificó de “patética” reunión de la Mesa General de la Función Pública, donde el Ejecutivo no aclaró el alcance de las medidas a los sindicatos, destruyendo así el carácter negociador de este órgano. El área pública de esta organización consideró que el Gobierno había “roto” el diálogo social de manera unilateral, incumpliendo el pacto recientemente firmado con las organizaciones sindicales, abriendo la puerta a la “privatización” de servicios esenciales y actuando en contra del Estado del bienestar.
Por su parte, la industria farmacéutica se ha sumado a las críticas al plan de recorte en lo que respecta a la bajada de precios de los medicamentos no incluidos en el Sistema de Precios de Referencia, los fármacos innovadores que llevan menos de diez años en el mercado. Para la patronal Farmaindustria la medida conllevará la destrucción de 20.000 puestos de trabajo en incluso el cierre de algunas farmacéuticas.