Tras más de un año desde la aparición del SARS-CoV-2, y haciendo uso de todo el aprendizaje trasladado durante los meses de pandemia, es necesario volver a revisar la situación actual y futura de otro tipo de patologías prevalentes, y hacerlo desde un punto de vista clínico y multidisciplinar. Esto afecta también al manejo de las diferentes enfermedades infecciosas presentes en España, que continúa siendo un asunto clave dentro del ámbito de urgencias y de atención primaria.

De acuerdo con esto, el Grupo de Infecciones en Urgencias de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (INFURG-SEMES), con la colaboración de Meiji Pharma, ha lanzado su programa formativo ‘Más allá del COVID’.

El proyecto liderado por Juan González del Castillo, coordinador de INFURG-SEMES, busca anteponerse a las posibles situaciones futuras y revisar el tratamiento de las posibles infecciones desde los diferentes ámbitos de actuación: microbiología, infectología, medicina interna, neumología, urgencias y atención primaria.

En este sentido, especialistas de primer nivel en cada una de las áreas han participado en estas sesiones con la elaboración de casos clínicos, artículos y exposiciones orientados a ejemplificar los temas abordados.

Según González del Castillo, “no hay una enfermedad infecciosa, sino cientos, y es necesario conocer tanto las características del paciente como el cuadro clínico que presenta para poder seleccionar el mejor tratamiento en enfermedades que pueden derivar en aspectos muy leves, o en una afección grave que ponga en riesgo la vida”.

Por ello es precisa hacer una revisión completa desde las diferentes especialidades y conocer de primera mano las diversas problemáticas que podemos encontrarnos en cada área. “Sobre todo, tras un año donde los especialistas hemos estado luchando sin descanso contra la pandemia, perdiendo de vista la situación actual más allá del COVID”, añade.

Antimicrobianos, gripe y patologías sistémicas

Uno de los puntos en los que han incidido los especialistas durante estas formaciones, ha sido el de los aspectos microbiológicos a la hora de elegir un tratamiento antibiótico para las infecciones del tracto respiratorio. En palabras de Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, “antes del inicio de la pandemia, la infección respiratoria era la primera causa de consulta médica en atención primaria y en el ámbito de la especializada. Y si bien la implicación de los agentes víricos no precisa de tratamiento antibiótico, sí existen pacientes con patologías como la enfermedad pulmonar obstructiva donde sí se recomienda su utilización”.

No obstante, el especialista ha remarcado que existe una alerta debido al aumento de la resistencia a los antimicrobianos debido al COVID y que una de las causas ha sido su uso generalizado en el ámbito hospitalario durante la pandemia: “esto puede ser un gran problema para aquellos pacientes que sí precisan de antibióticos para su tratamiento. Por eso debemos conocer los elementos claves para la selección de los antibióticos orales a la hora de tratar las diferentes infecciones respiratorias”.

Además, la falta de inmunidad en la población frente al virus de la gripe tras más de un año sin estar expuestos a causa del COVID-19, ha obligado a la OMS y a los ministerios de sanidad europeos a plantearse extremar la campaña 2021-2022 y a estudiar nuevas estrategias para evitar complicaciones con el virus de la influenza.

En cuanto a las infecciones de piel y tejidos blandos, una de las áreas donde se manifiestan multitud de patologías sistémicas, Miguel Salavert, especialista en Enfermedades Infecciosas en el Hospital Universitario La Fe de Valencia, ha destacado el gran número de casos que atienden en la práctica diaria. “Si bien en el 95 por ciento de los casos el paciente requiere tratamiento ambulatorio, el ingreso en el hospital por dichas dolencias puede alcanzar el 5 por ciento”.

Según el experto, esto se debe a las diferentes situaciones y rangos de gravedad que abarcan las infecciones de piel y partes blandas, que obliga a un manejo muy distinto en función de la situación clínica. “Si a estos casos le sumamos la enfermedad del COVID o patologías previas, repasar los criterios básicos, así como su profundidad y la cantidad de área afectada, se convierte en una necesidad que va, más allá del COVID”.


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