En el Día Internacional de la Matrona, es imperativo reflexionar sobre el papel que estas profesionales desempeñan en la salud y el bienestar de las mujeres. Según el informe ‘Estado de las matronas en el mundo’ (UNFPA, 2021), las enfermeras especialistas en Obstetricia y Ginecología (matronas) son esenciales para garantizar la calidad de la salud sexoafectiva y reproductiva a lo largo de la vida de la mujer, desde la adolescencia hasta la adultez, la maternidad y el periodo neonatal. Su presencia en los sistemas sanitarios es reconocida como indispensable para la salud integral de la mujer.
Además, las matronas, con su capacidad competencial, incluyen la prevención y detección de enfermedades de transmisión sexual, el acompañamiento en la interrupción voluntaria del embarazo, el asesoramiento sobre métodos anticonceptivos y la formación en sexualidad para jóvenes, entre otros aspectos, pudiendo prestar hasta el 90 por ciento de los cuidados esenciales de salud sexual y reproductiva de las mujeres.
Sin embargo, representan menos del 10 por ciento del personal mundial de atención en este área. Invertir en ellas no solo deriva en familias más sanas y comunidades más productivas, sino también en sistemas de salud más fuertes.
En este Día Internacional de la Matrona hace falta poner sobre la mesa el número de matronas que tenemos, las previsiones de jubilación y saber cuántas mujeres en edad fértil hay para así calcular el déficit de las mismas. En eso hemos trabajado desde el Consejo General de Enfermería, donde la vocalía de las matronas, junto con las vocales de los colegios provinciales e ISFOS, han elaborado una encuesta sobre la situación de las matronas que aporta toda esta información.
Una fecha a la que nos sumamos y en esta ocasión apoyando los argumentos de la Confederación Internacional de Matronas que destacan el desafío que supone para la salud de nuestra época el cambio climático. Bajo el lema en 2024 del Día Internacional de la Matrona de ‘Matronas: una vital solución climática‘, ponemos en valor que nuestras profesionales prestan servicios sanitarios seguros y sostenibles, ayudan a las comunidades a adaptarse al cambio climático y son las primeras en responder a las catástrofes climáticas.
