El impacto de la COVID-19 sobre la salud mental de los niños y adolescentes no es uniforme. Este dependerá de factores diversos, como fallecimientos de seres queridos, trastornos mentales de base o vulnerabilidad personal, entre otros. No obstante, cualquiera puede manifestar transitoriamente síntomas de ansiedad o depresión como consecuencia de la crisis sanitaria. Estos síntomas pueden ser una respuesta normal y adaptativa a los cambios sufridos.

Así lo refleja una encuesta promovida por la Plataforma de Asociaciones de Psiquiatría y Psicología Clínica por la Salud Mental de la Infancia y Adolescencia. De ella formaron parte 169 psiquiatras y psicólogos clínicos. Dentro de la misma se han valorado aspectos relacionados con la asistencia prestada a menores de edad con problemas de salud mental durante el periodo de confinamiento.

Los resultados revelan que el grupo situado entre 7 y 12 años es el que ha presentado más problemas durante la cuarentena. Los niños con problemas de conducta, trastornos del desarrollo o trastornos de tipo ansioso, así como los pertenecientes a familias en riesgo de exclusión social, han representado los grupos con mayores dificultades.

Organización asistencial

En lo que respecta a las preguntas dirigidas a los profesionales, el 92,3 por ciento ha informado del cambio drástico que se ha realizado pasando las consultas presenciales a telefónicas. También han señalado la supresión de algunos programas asistenciales o cierre de algunas unidades o centros (24,9 por ciento) y el trabajo desde casa (62,7 por ciento) como principales sucesos que han afectado a la asistencia.

Si bien un 70 por ciento de los encuestados atribuye una menor eficacia a las intervenciones mediante llamadas telefónicas, correo electrónico o videollamada, reconocen que pueden favorecer la accesibilidad a ciertas familias. Además, admite su ayuda a una mejor gestión del tiempo y para facilitar la comunicación con los adolescentes, ya que son herramientas de uso habitual entre ellos.

Influencia de la crisis sanitaria

Los profesionales de la salud mental han asumido así la responsabilidad de profundizar en el conocimiento de la influencia que esta situación puede tener en la atención sanitaria específica. La finalidad es aportar orientación, a partir de la evidencia científica y de los estudios de investigación que se están realizando en estos momentos, así como de la experiencia directa de los profesionales.

Con este objetivo, varias Asociaciones de Salud Mental de la Infancia y Adolescencia de España se han unido en una Plataforma que elabora este informe, que recoge las principales conclusiones de diferentes estudios sobre los efectos de la COVID-19 en este grupo de población. Estas agrupaciones son:

  • Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología, sección de Infancia y Adolescencia (AEPCP-IyA)
  • Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN)
  • Asociación Española de Psiquiatría del Niño y del Adolescente (AEPNYA)
  • Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (ANPIR)
  • Sociedad Española de Psiquiatría (SEP)
  • Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente (SEPYPNA)

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