Habitualmente la profilaxis antibiótica se utiliza en diversas situaciones clínicas y epidemiológicas como prevención secundaria de distintas enfermedades infecciosas. Dado el aumento en la incidencia de las infecciones de transmisión sexual (ITS) a nivel mundial y, en particular en Europa, se han intensificado los esfuerzos para identificar nuevas estrategias de prevención efectivas.

De hecho, el último informe realizado por el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) y el CIBER de Enfermedades Infecciosas del Instituto de Salud Carlos III, también ha constatado un aumento significativo de las ITS en España. En este sentido, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciones y Microbiología Clínica (SEIMC) ha publicado un documento de posicionamiento sobre el uso profiláctico de doxiciclina para prevenir las ITS (DOXI-PEP).

Diversos estudios han evaluado el impacto del uso profiláctico postexposición de la doxiciclina (doxi-PEP) para la prevención de las ITS de origen bacteriano, evidenciando una reducción significativa en el riesgo de adquisición de infecciones como la sífilis, la clamidiasis y, en menor medida, la gonococia. No obstante, todavía existen muchas incógnitas referentes al impacto sobre efectos adversos y alteración del microbioma, tanto a nivel individual como poblacional. Por ello, “hasta la fecha no existe un posicionamiento uniforme sobre la estrategia doxi-PEP entre las diferentes agencias internacionales”, indican desde la SEIMC.

Posicionamiento

A pesar de no existir un consenso de los CDC, si han compartido pautas de PrEP para el VIH que describen cómo podría administrarse en caso de necesidad. En línea con esto, diversos grupos de trabajo de SEIMC: el grupo de estudio de infecciones de transmisión sexual (GEITS), el grupo de estudio del sida (GESIDA) y el grupo de estudio de los mecanismos de acción y de la resistencia a los antimicrobianos (GEMARA), han firmado el documento de posicionamiento.

En su opinión, aunque existe evidencia científica sobre la eficacia de la doxi-PEP para prevenir ITS, especialmente clamidiasis y sífilis, ésta aún es insuficiente para recomendar su utilización sistemática en hombres y mujeres transgénero. “Los principales retos son poder estimar mejor el impacto, tanto individual como poblacional, de la medida a más largo plazo y evaluar el coste-efectividad”, señalan desde SEIMC. “Para ello, es necesario disponer de más información sobre la evolución de las resistencias en microorganismos causantes de ITS, así como en otros patógenos en los que la doxiciclina puede ser una opción terapéutica”, añaden.

Los especialistas sugieren el diseño e implementación de estudios longitudinales y ecológicos que tengan en cuenta aspectos clínicos, microbiológicos y epidemiológicos.

“Mientras no se disponga de mayor evidencia sobre estos aspectos y de consenso entre las diversas sociedades científicas a nivel internacional, el uso de doxiciclina como medida de profilaxis postexposición debería limitarse a pacientes con una alta tasa de ITS”, sentencian desde SEIMC.


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