El Ministerio de Sanidad ha publicado el Informe de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual de 2022, elaborado por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), y en el que se refleja un incremento generalizado de las infecciones de transmisión sexual (ITS).
Estos datos podrían frenarse con campañas de concienciación del uso del preservativo y salud sexual, sobre todo entre los jóvenes, y la adecuación de los servicios sanitarios, aumentando la formación e incrementando los recursos específicos de las clínicas de ITS, según explican a Gaceta Médica Jordi Casabona, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC); y Josep Riera, dermatólogo Hospital Clínic de Barcelona.
Entre las causas que podrían haber llevado a este aumento generalizado de ITS, se encuentra “el cambio en la tipología de las conductas sexuales o la aparición de las redes sociales que facilitan los contactos espontáneos, más inmediatos”, según señala Casabona, quien añade que, a pesar de esto, la causa fundamental es la disminución del uso del preservativo.
Esta última razón también la comparte Riera, quien añade que existe otro motivo a tener en cuenta a la hora de interpretar los datos presentados por Sanidad: “Estamos diagnosticando más las ITS que hace años, incluso cuando no hay síntomas, con, por ejemplo, programas que no sólo incluyen medicación, sino también controles cada tres meses”.
Además, según apunta Riera, a algunos tipos de infecciones, como el VIH, “se les ha perdido el miedo, debido a que actualmente los tratamientos son altamente eficaces y muy poco tóxicos”.
Infección por Chlamydia trachomatis
Aunque según ambos expertos no existe un perfil único de paciente con estas infecciones, sí es cierto que, por sus mecanismos de transmisión, son más frecuentes en “aquellos subgrupos que tienen más relaciones sexuales, tanto el colectivo joven en general, como el colectivo de hombres que tienen sexo con otros hombres”, argumenta el portavoz de SEIMC.
El informe de Sanidad refleja que, en 2022, en el caso de la infección por Chlamydia trachomatis, o clamidia, que empezó a vigilarse en 2016, se notificaron 26.518 casos, una tasa de 62,38 casos por 100.000 habitantes, la más alta desde que se comenzó a vigilar.
“La clamidia es una infección común asociada a las personas jóvenes que cambian de pareja a menudo”, afirma Casabona. De hecho, la mayoría de los casos de esta infección se produjeron entre los 25-34 años (36,4 por ciento) y 20-24 años (26,4 por ciento).
El porcentaje de casos entre 15 y 19 años fue del 10,9 por ciento, correspondiendo al 17,3 por ciento del total de casos en mujeres y el 4,8 por ciento en hombres. Las tasas fueron más elevadas en hombres (65,83) que en mujeres (59,04).
Por comunidades, y en el mismo año, las tasas más altas de infección por clamidia se observaron en Cataluña (162,92), Navarra (111,34), País Vasco (101,00) y Madrid (61,13). Aquellas con menores tasas fueron Aragón (1,29), Extremadura (4,94) y Castilla La Mancha (7,12).
Infección gonocócica
El informe también refleja una tendencia creciente de la infección gonocócica, llamada comúnmente gonorrea, que ha tenido un crecimiento continuado de incidencia desde el año 1995. En 2022, se notificaron 23.333 casos (en 2021, 14.862 casos).
Como referencia, en 1995, hubo 4.599 casos notificados de infección gonocócica. La cifra continuó disminuyendo hasta el año 2001, que empezó a crecer nuevamente, salvo en ciertos años puntuales, como 204, con 980 casos notificados. “La gonorrea tiene unas tasas altas de resistencia al tratamiento, pero no es algo que venga de ahora, lleva años pasando”, asegura el portavoz de SEIMC, algo que también comparte el dermatólogo del Hospital Clínic de Barcelona.
“La solución a estas resistencias pasaría por que haya menos infecciones, ya que habrá menos mutaciones circulando, es decir, mayor prevención; que los tratamientos sean supervisados y mayor investigación para identificar nuevos fármacos”, señala Casabona. Afortunadamente, según resalta Riera, “hoy en día en España las gonorreas multirresistentes que no se puedan tratar son realmente escasas”.
En 2022, las tasas más elevadas de esta infección se registraron en Cataluña (121,88), País Vasco (63,82), Madrid (58,89) y Baleares (48,61). Las más bajas se notificaron en Melilla (4,83), Extremadura (6,94), Castilla La Mancha (10,30) y Asturias (10,54).
Por edad y sexo, las tasas en hombres fueron superiores a las de las mujeres en todos los grupos de edad. Las más elevadas en hombres se observaron entre los 25 y 34 años (280,83 casos por 100.000), seguidas del grupo de 20-24 años (278,27 casos por 100.000). En las mujeres, las tasas más elevadas se observaron entre los 20 y 24 años (113,04 por 100.000), seguidas del grupo de 15-19 años (66,12 casos por 100.000).
Datos de la sífilis
También ha tenido un crecimiento al alza la sífilis, observada desde la última década del siglo XX. Con 8.141 casos notificados en 2022, y 6.400 en 2021, las mayores tasas se produjeron entre los 25 y 34 años en hombres (86,54 casos por 100.000) y entre los 25 y 34 años en mujeres (10,07 por 100.000).
“La enfermedad más grave es la sífilis, ya que puede llegar a ocasionar daño neurológico, y es más frecuente en el colectivo de hombres que tienen sexo con hombres”, indica el portavoz de SEIMC”.
En el periodo 1995-2022, las tasas más bajas de esta infección se observaron en los años 2000 y 2001 (1,77 por 100.000 habitantes) y las más elevadas en 2022.
Las comunidades autónomas que notificaron tasas más altas por esta infección en 2022 fueron Canarias (33,47), Madrid (25,93), Cataluña (24,75) y Baleares (24,67). Las de menor incidencia fueron Aragón (2,58), La Rioja (3,16) y Castilla La Mancha (4,57).
Conclusiones globales
En cómputo global de las infecciones, el informe explica que la información procedente de la notificación individualizada de las comunidades muestra mayor afectación en hombres que en mujeres para todas las ITS. Además, el porcentaje de casos notificados en menores de 25 años fue máximo en los casos de la infección por clamidia.
En los datos del documento, se observa un descenso en los casos notificados en 2020 de ITS en general, que según el propio informe, puede atribuirse “en mayor o menor medida a la situación de pandemia por COVID-19, debido al confinamiento, así como a la sobrecarga de los servicios sanitarios y de salud pública”.
Como recomendación final, el informe explica que, para mejorar la información epidemiológica sobre las infecciones de transmisión sexual, «es imprescindible implantar la declaración individualizada en todas las comunidades autónomas, así como mejorar la cumplimentación de algunas variables, especialmente las relacionadas con el modo de transmisión».