Un medicamento biosimilar es un fármaco biológico similar a otro ya autorizado y comercializado en la Unión Europea. Una vez ha expirado la patente del original, otras empresas pueden comercializar medicamentos con el mismo principio activo. El cambio de un fármaco de referencia a uno biosimilar puede generar expectativas negativas en los pacientes, pese a que tienen las mismas características de seguridad. En este contexto, las enfermeras son esenciales no solo en la administración de estos medicamentos, sino en la educación terapéutica y en la mejora de la adherencia.

Es por eso que el Consejo General de Enfermería (CGE) y la Asociación Española de Medicamentos Biosimilares, BioSim, han plasmado en la ‘Guía de Medicamentos Biosimilares para Enfermeras’ toda la información que pueda servirles de referencia y les aporte los conocimientos esenciales y prácticos sobre estos fármacos. “Las enfermeras y enfermeros formamos parte de la educación sanitaria, de la adherencia a tratamientos y de la administración del propio medicamento, y por lo tanto es fundamental que tengamos un conocimiento estricto de los fármacos”, ha explicado Diego Ayuso, secretario general del CGE.

En la elaboración de este documento abierto y, por lo tanto, sujeto a actualizaciones, han participado enfermeras de distintos ámbitos asistenciales y hospitales. Nace de la alianza sellada en 2021 entre ambas organizaciones, así como de la necesidad de que el colectivo enfermero tuviera a su disposición un manual de referencia y específico para su formación. Así lo ha señalado el presidente de BioSim, Joaquín Rodrigo: “Habíamos hecho guías para el colectivo médico, para las farmacias y para los pacientes, y ahora cerramos el círculo con un colectivo tan relevante como es el de la enfermería”.

Cada vez más frecuentes

La complejidad de estos fármacos reafirma la necesidad de elaborar guías que, como esta, contribuyan a ampliar los conocimientos del colectivo más numeroso del SNS, “un ejército de la salud de 377.000 enfermeras”, tal y como ha señalado Ayuso, quien ha incidido además en la relevancia que los medicamentos biosimilares tienen en “la sostenibilidad y la eficiencia del Sistema Nacional de Salud”. Son ampliamente utilizados en el entorno hospitalario y cada vez más frecuentes en Atención Primaria. Actualmente, en la UE se han aprobado biosimilares de 22 principios activos (20 en España) y son más de 70 los fármacos disponibles para el tratamiento de múltiples patologías.

El número de medicamentos biosimilares ha crecido progresivamente desde que en 2006 la Unión Europea aprobara el primero de ellos, concretamente, la hormona del crecimiento. “En estos momentos, en España tenemos más de cinco millones de envases de biosimilares dispensados solo el año pasado, sin problemas de calidad, seguridad o de eficacia”, ha contabilizado Encarna Cruz, directora general de BioSim. Además, los biosimilares redundan en una reducción de costes con respecto a los originales. En concreto, estos medicamentos generaron ahorros de más de 5.160 millones al SNS entre 2009 y 2022, lo que repercute en una mejor eficiencia y en un mayor acceso a estos fármacos. De hecho, según ha cifrado Cruz, “la llegada de los biosimilares supuso que se adelantara el tratamiento en 19 meses”.

Reducir el efecto placebo

La directora de BioSem ha pedido que todos los profesionales sanitarios implicados en el uso de biosimilares sean coherentes en su comunicación con el paciente. Sobre este aspecto ha abundado también Macarena González, enfermera en el Hospital Universitario Puerta de Hierro – Majadahonda: “Tanto médicos, como enfermeras y farmacéuticos tiene que estar involucrados y ser una sola voz; es decir, trasmitir el mismo mensaje a los pacientes”. En este sentido, entre los objetivos del documento, destaca su papel en evitar o reducir el efecto nocebo. Cuando se produce un cambio de medicamentos de referencia a biosimilares, en ocasiones puede generar en el paciente la falsa creencia de que el nuevo tratamiento le producirá efectos secundarios o síntomas negativos. Sin embargo, los medicamentos biosimilares tienen las mismas garantías de calidad, eficacia y seguridad que los originales.

La ‘Guía de Medicamentos Biosimilares para Enfermeras‘ recoge, al respecto, indicaciones sobre las causas que pueden conducir a este efecto nocebo, como los problemas de comunicación entre el profesional sanitario y el paciente, y aporta herramientas para evitarlo. “Las enfermeras informamos a los pacientes de las razones del cambio y de sus implicaciones; siempre con un enfoque positivo, de manera transparente y honesta, y tratando se proporcionarles su tiempo para reflexionar sobre el medicamento”, ha explicado González.

Administración del fármaco

Por su parte, Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto de Investigación Enfermera del Consejo, ha destallado los apartados de la guía, “un documento en el que hemos podido abordar todas las temáticas de una manera sencilla y que, a su vez, será reforzado con formación”. De este modo, la guía incluye información general sobre los medicamentos biológicos y los biosimilares, su aprobación, qué ofrecen en cuanto a su eficacia y seguridad y qué cabe esperar sobre posibles reacciones adversas.

Además, abunda en la labor de la enfermera relativa al proceso de administración de estos fármacos que, por su complejidad y elevado peso molecular, generalmente no se absorben en el tubo digestivo, por lo que su administración es, principalmente, por vía parenteral. De modo que la enfermera debe conocer este proceso y, al mismo tiempo, solucionar las posibles dudas de los pacientes. En este aspecto, el documento recoge las dudas más frecuentes sobre las infecciones activas e intervenciones quirúrgicas, la fertilidad o incidencias que se pudieran producir. “Les explicamos como conservarlos, ya que suelen requerir refrigeración, y solucionamos dudas sobre si se han olvidado una dosis o si tienen que viajar”, ha precisado Macarena González.


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