El Ministerio de Universidades es el encargado de llevar a cabo las homologaciones de títulos extracomunitarios. En el caso de la medicina, es de gran relevancia avanzar en la resolución de estos expedientes dado que contar con estos profesionales podría ayudar a reforzar aquellas áreas con carencias del Sistema Nacional de Salud. Cabe destacar que, los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Ciencia y Universidades en 2022, apuntaban que la gran mayoría de solicitudes de homologación, en concreto casi el 80 por ciento, corresponden a títulos de Medicina.

Para ‘desatascar’ esta situación, una de las propuestas pasa por descentralizar este trámite. País Vasco ya ha anunciado que ha logrado que se le transfieran estas competencias tras una reunión de la Comisión Mixta de Transferencias de Administración del Estado- Comunidad Autónoma del País Vasco. Entre las decisiones que salieron de este encuentro, está la homologación de títulos universitarios de profesionales sanitarios que pasara a ser responsabilidad del ejecutivo vasco partir del 1 de julio de este año.

También, el consejero de Sanidad de Aragón, José Luis Bancalero, solicitaba por carta al Ministerio de Sanidad, poder hacerse cargo de la homologación de estos títulos.

Dentro de las intenciones del Gobierno también se encuentra avanzar para desatascar esta situación. Recientemente el Partido Popular (PP) y el partido socialista (PSOE) pactaban una Proposición No de Ley para instar al Gobierno a que gestione las solicitudes de homologación de títulos extranjeros de Educación Superior. Es un tema que lleva meses en la agenda política del Gobierno, pero no acaba de llevarse a cabo. El RD 889/2022 que entró en vigor el pasado 8 de noviembre de 2022, y debería haber servido para llevar a cabo la homologación de parte del “atasco” de títulos universitarios superiores extranjeros que están esperando a poder ser utilizados en nuestro país en diversas carreras, entre ellas las sanitarias, no ha servido de mucho.

Agilización de procesos

El pacto entre ambas formaciones políticas fue aprobado en la Cámara baja, durante la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades, y cuyo objetivo es “agilizar con carácter urgente el reconocimiento oficial de títulos universitarios extranjeros pendientes de resolución”.

Para Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, “la homologación de títulos universitarios es un tema que hay que abordar necesariamente “por la precariedad de recursos humanos a la que nos enfrentamos. Tener a gente capacitada para trabajar en sanidad pendiente de homologar por una cuestión puramente administrativa, no parece lo más adecuado”. Según palabras de Rodríguez Ledo, “hay gente que lleva dos años esperando la homologación de su título”.

Sin embargo, la transferencia de competencias a las comunidades autónomas es una solución que no convence a las organizaciones profesionales. Para Tomás Cobo, presidente de del Consejo General de Médicos, considera que “el hecho de las CC.AA. puedan llegar a tener competencias siendo esta una competencia estatal puede ocasionar divergencias al tener 17 criterios diferentes, lo que iría justo en contra del derecho a la igualdad”. De hecho, apunta Cobo, de vulnerarse este derecho “emprenderíamos las acciones legales necesarios”.

Para la presidenta de SEMG, descentralizar esta competencia para intentar agilizar el proceso de homologación, sería “un problema más que una solución, porque esto no debe ser un proceso competitivo entre hospitales ni entre CC.AA. porque la homologación lo que debe hacer es garantizar la homogeneidad en la capacitación de los profesionales que vienen de fuera”. Debe por tanto, seguir siendo una competencia estatal.

Pero la solución, explica Rodríguez Ledo “no depende solo de la administración, o de esta proposición que podría arrojar luz al asunto. Hay que ponerle cabeza, agilizar el proceso y así “aprovechar las opciones que nos ofrecen estos profesionales cuya formación es equiparable a los profesionales de aquí, para acabar con la precariedad de personal que sufre nuestro Sistema Nacional de Salud en estos momentos”, apunta.

Para la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, Semergen, sin embargo, el problema no radica en que las transferencias sean estatales o se descentralicen, sino en que el problema de la escasez de profesionales, puede que no se arregle con la homologación de títulos, “sobre todo en los casos en los que los profesionales extranjeros no lleven a cabo la formación especializada”, dice María José Gamero, Vocal de la Junta Directiva Semergen. De hecho, la sociedad científica se opone a que se haga de este modo, puesto que esto es “una discriminación negativa hacia los profesionales que si han hecho el MIR, y puede ir en detrimento de la calidad asistencial a los pacientes”, concluye.

En definitiva, con la coordinación de los agentes del proceso, administración y profesionales se conseguiría además el objetivo final de la sanidad, “dar una buena calidad asistencial a los pacientes”, concluye Rodríguez Ledo.


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