En la agenda europea que busca una asistencia equitativa y sostenible, el acceso a los medicamentos sigue siendo, para los pacientes, la primera prioridad a abordar. Ocurrió en la consulta a la hoja de ruta del Plan Europeo contra el Cáncer y vuelve a repetirse ante la hoja de ruta de la Estrategia Farmacéutica de la UE. “No hay valor en un medicamento que se encuentra en una estantería debido a su alto precio”, asegura en su contribución a esta última la Alianza Europea por la Salud Pública (EPHA, por sus siglas en inglés). Pero, también en línea con los objetivos ampliamente reiterados por la Comisión Europea, la alianza también aboga por “compensar la inversión” que realizan las empresas del sector farmacéutico.

En este balance en términos de acceso e innovación, la EPHA ve un paso positivo en la evaluación de la legislación sobre medicamentos huérfanos y pediátricos. Esta organización aboga por una revisión legislativa aún mayor que la efectuada en estos dos nichos, como también aboga, como hacen los oncólogos europeos, por “evaluar la calidad” de la innovación médica.

“SEGÚN LA EPHA, EVALUAR EL BENEFICIO CLÍNICO ES UNA “NECESIDAD IMPERIOSA” EN LA UE”

Para la EPHA, la disponibilidad de “métodos transparentes para evaluar el beneficio clínico de los nuevos medicamentos” se ha convertido en una “necesidad imperiosa” en la UE. “Es importante recordar —expone— que ‘innovador’ no significa más que nuevo. Por lo tanto, el término debe ser percibido como neutral”. Para la EPHA, la evaluación del beneficio clínico no sólo permitirá mejorar “la toma de decisiones informadas por la evidencia”. También permitirá informar mejor a los pacientes sobre los beneficios y riesgos de los nuevos medicamentos.

Una “necesidad imperiosa”

Por lo demás, EPHA insiste en algunas de las ideas que han cobrado fuerza en los últimos años, en relación a buscar nuevos equilibrios entre los agentes del sector farmacéutico. En primer lugar, la Alianza cree que deben buscarse “modelos alternativos” en materia de precios, reembolsos y propiedad intelectual. A su juicio, la Unión Europea debe fomentar la desvinculación entre el coste de la I+D y el precio de los productos.

En segundo lugar, se plantea el impulso de la coordinación entre los Estados miembro como interlocutor único frente al sector industrial. Para los pacientes, la Unión Europea tiene un papel clave que desempeñar a la hora de fortalcer la cooperación entre los países. “La fragmentación de políticas, las asimetrías de poder e información y los fallos del mercado sólo pueden abordarse de manera efectiva a través de respuestas coordinadas”, destacada la EPHA.


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