La pandemia de COVID-19 provocó más de 6,8 millones de fallecidos en todo el mundo y más de 600 millones de casos. En España, la cifra alcanzó los más de 121.000 fallecimientos y más de 13,9 millones de contagios.

Una vez pasada la crisis sanitaria mundial, la pregunta es: ¿estamos preparados para una nueva pandemia? Así lo ha planteado Pedro Rollán, presidente del Senado, durante la apertura de la jornada “Pandemias, Preparación y Respuesta ante Futuros Retos”, celebrada en el Antiguo Salón de Sesiones del Senado de España. El objetivo de este encuentro ha sido reflexionar y recordar la necesidad de prepararse para afrontar los próximos desafíos en materia sanitaria y establecer la hoja de ruta a seguir por parte de todos los agentes implicados.

“No sabemos cuándo ocurrirá, pero según afirman los expertos e instituciones sanitarias, es probable que en los próximos años nos enfrentemos a una nueva pandemia”, ha señalado el presidente del Senado. Como ha recordado, diferentes factores como la globalización, el cambio climático y la pérdida de diversidad pueden favorecer la aparición de un nuevo virus y su rápida expansión, tal y como sucedió con el SARS-CoV-2.

Apertura de ‘Pandemias, Preparación y Respuesta ante Futuros Retos’.

En este sentido, Santiago de Quiroga, presidente de Fundamed, ha recordado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó hace escasas semanas sobre la inevitabilidad de una nueva pandemia. “Además, destacados responsables de salud pública reunidos a mediados de 2023 en el VII Foro de Salud Pública subrayaron que España no está avanzando en la prevención necesaria ante una probable pandemia”, ha resaltado.

Según un modelo teórico comentado en dicho encuentro, existe un 29 por ciento de probabilidades de que en los próximos 10 años se produzca otra pandemia similar a la de COVID-19. Un estudio publicado en PNAS analiza las nuevas epidemias extremas y establece una probabilidad del 38 por ciento de que una persona se enfrente en su vida a una pandemia.

Más recientemente, durante el pasado mes de marzo, expertos nacionales e internacionales insistieron en dos reuniones científicas celebradas en Valencia y Málaga en que aún estamos lejos de la preparación necesaria. “Es esencial mejorar la vigilancia y el seguimiento, preparar marcos regulatorios y dotar de medios a los recursos sanitarios”, ha destacado De Quiroga.

Por su parte, Ángel Gil de Miguel, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, ha subrayado la importancia de la anticipación, resaltando la intervención en cuatro áreas clave. La prevención primaria, destinada a evitar la aparición de enfermedades; la prevención secundaria, centrada en la detección temprana de patologías; la prevención terciaria, enfocada en reducir las consecuencias de las enfermedades; y la prevención cuaternaria, que aborda la gestión de la multimorbilidad y la polimedicación.

Actuar desde la Administración

Intervención de Ángel Gil de Miguel, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública e la URCJ.

Para la preparación la próxima pandemia, Rollán ha destacado que las instituciones deben instar a los gobiernos a acelerar los trabajos necesarios, aprovisionar los materiales necesarios y elaborar planes de contingencia, así como llevar a cabo las modificaciones legislativas pertinentes.

El 30 de enero de 2024, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Ley de creación de la Agencia Estatal de Salud Pública. “Es crucial que esta Ley cuente con el mayor consenso posible entre los principales partidos políticos y los gobiernos autonómicos; que haya un diálogo y debate productivo entre la clase política, la sociedad civil y la comunidad sanitaria, y que esta norma se pueda aprobar a la mayor brevedad posible”, ha insistido.

En la misma línea, el presidente de Fundamed, ha lamentado que “llevamos tres años de retraso. Sería preciso que esta Agencia contara con los recursos y capacidades suficientes, y con los consensos necesarios para hacerlo posible”, ha enfatizado.

También está pendiente la elaboración y aprobación de una ley de pandemias a nivel nacional. “Es otra de las grandes cuestiones que tiene España en materia de salud en estos momentos”, ha añadido Rollán.

Por su parte, De Miguel ha reflejado que la integración de la salud pública en los sistemas sanitarios proporciona mejor respuesta a las necesidades tanto de individuos como de la comunidad, ya que aporta una perspectiva comunitaria, aumenta el acceso a los servicios de salud y reduce los costes tanto directos como indirectos.

“Aunque las actividades se dirijan a la comunidad, como puede ser el caso de la vacunación o los programas de abandono del tabaquismo, el objetivo final sigue siendo la mejora de la salud individual. Respetando en todo momento el principio de Equidad de nuestro Sistema Nacional de Salud”, ha argumentado.


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