En el origen de las desigualdades que se dan en salud se hallan los determinantes sociales de la salud (DSS). Una conexión que, desde que estallara la pandemia en 2020, se ha hecho más evidente si cabe.

Entre los factores que tienen un mayor peso a la hora de marcar las desigualdades se identifican el lugar de residencia, la raza, el país de origen, la profesión, el sexo, el nivel educativo y el estatus socioeconómico. De hecho, el 73 por ciento de las enfermedades tiene en su origen un componente socioeconómico, según el Libro de la Salud publicado por el Hospital Clínic de Barcelona y la Fundación BBVA.

DSS en la población española

La literatura científica ha prestado en los últimos años una mayor atención al análisis de estos indicadores, así como a la valoración de su impacto en la salud. Buena muestra de ello es el estudio ‘Los determinantes sociales de la salud en España (2010-2021): una revisión exploratoria de la literatura’, publicado en la Revista Española de Salud Pública del Ministerio de Sanidad.

El trabajo confirma la hipótesis de que a mayor desventaja social en cualquiera de los DSS se hallaron peores resultados en salud, sobre todo cuando se superponían varios ejes de desigualdad.

La mayoría de los artículos incluidos fueron estudios transversales (70 por ciento) y revisiones (12 por ciento). La información extraída se agrupó en cada uno de los DSS: lugar de residencia (5 artículos), raza/etnia/origen (9), ocupación (3), sexo/género (4), nivel educativo (7), estatus socioeconómico (15), capital social/apoyo social (1) y diversidad afectivo-sexual y de género (6). Los desenlaces en salud más reportados fueron la salud mental (40 por ciento) y el estado auto percibido de salud (30 por ciento).

La conclusión del estudio indica que la investigación futura sobre los DSS debe adoptar un enfoque interseccional que permita una mejor comprensión de los ejes sobre los que actúan las desigualdades.

En este sentido, la Fundación Gaspar Casal, con el impulso de MSD, elaboró en 2022 un documento en el que analizaba los determinantes sociales que generan esta desigualdad. Ana Argelich, presidenta y directora general de MSD en España, destacó que “la revisión de la literatura nos ha dado datos que evidencian que podemos lograr mayor equidad y reducir la brecha de desigualdad que existe en el acceso a la salud. La colaboración público-privada es esencial, como ha puesto de manifiesto la pandemia. Es la vía para seguir avanzando, de manera sostenible, en eliminar desigualdades y contribuir a una sociedad más saludable y con mejor calidad de vida”, añadió.

Actuaciones a nivel nacional

Desde el ámbito de la gestión, y con el fin de establecer el marco de desarrollo de la vigilancia de equidad y de determinantes sociales de la salud (DSS) en España, para apoyar el desarrollo legislativo de la vigilancia en salud pública, en 2019 se creó el Grupo de Trabajo de Vigilancia de Equidad y Determinantes Sociales de la Salud.

El citado grupo publicó en 2021 un documento técnico que profundizaba en la idea de que la COVID-19 ha evidenciado aún más la magnitud y la trascendencia de las desigualdades sociales en salud.

Según este documento, las tasas de morbilidad y mortalidad por la pandemia son más del doble en las poblaciones desfavorecidas frente a las poblaciones aventajadas, y los datos muestran un marcado gradiente socioeconómico. afectando desproporcionadamente a las poblaciones en situación de vulnerabilidad o riesgo de exclusión, que además sufren con mayor frecuencia diversas enfermedades crónicas que implican una mayor vulnerabilidad a un curso grave de la infección. A ello se suma que las condiciones precarias de empleo han contribuido a las dificultades para la realización de cuarentenas y/o aislamientos.

Entre las propuestas de este grupo de trabajo, destaca la creación de un Comité Intersectorial que facilite el enfoque de salud en todas las Políticas.

El documento destaca, asimismo, las siguientes conclusiones:

-Es ampliamente conocido el impacto que tienen las condiciones sociales sobre la salud, y el papel que cumplen las políticas públicas sobre ellas, así como los esfuerzos internacionales y nacionales por hacer de la vigilancia de la equidad y de todos estos determinantes sociales de la salud una prioridad.

-La equidad debe ser transversal a todos los sistemas de vigilancia, por lo que se han propuesto variables de desagregación por los ejes de desigualdad. Sobre la base de los modelos conceptuales de los determinantes sociales de la salud nacionales e internacionales, se ha planteado un marco de vigilancia de DSS estructurado en bloques temáticos y, a partir del mismo, se realiza una propuesta de indicadores de vigilancia, con capacidad flexible de adaptación a diferentes contextos.

-Se considera como una acción esencial el desarrollo de los aspectos de visualización de la información para responder a los objetivos de vigilancia de los determinantes sociales en salud (destinados a facilitar datos desglosados para evaluar las desigualdades
tanto en materia de resultados sanitarios como en lo referente a la asignación y utilización de recursos).

-Es necesario establecer los mecanismos y protocolos pertinentes que den continuidad a este trabajo para establecer la vigilancia de equidad y DSS en España.


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