La relevancia de los DSS debe trasladarse en acciones concretas

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Los determinantes sociales de la salud (DSS) son una parte importante de la prevención y de la mejor comprensión de todo lo que afecta a la epidemiología. Se trata de todas las circunstancias en las que las personas nacen, crecen , viven, trabajan y envejecen, según la OMS. Para el director general de salud publica, Pedro Gullón, los DSS deben ser considerados a través de analizar el impacto en la salud de todas las políticas gubernamentales, algo que ha reiterado en relación al enfoque One Health.

Diferencias de salud

Los DSS son capaces de explicar las diferencias entre la percepción de la salud de los españoles, la diferencia en su esperanza de vida o la influencia del PIB en la longevidad, que puede ser de más de 4 años entre regiones de España.

Ya en 2011 la Conferencia Mundial sobre DSS en Rio de Janeiro marcó el compromiso para evaluar las desigualdades en resultados sanitarios y en asignación de recursos. En 2014 la Oficina Regional Europea de la OMS realiza un informe sobre desigualdades en salud y recomienda acciones de monitorización de los DSS. Se necesita una mejor evaluación de los impactos y beneficios de las políticas para reducir las desigualdades de salud, como se recomendó en 2019 en el informe “Healthy, prosperus lives for all“. En dicho informe se explica el papel de los DSS en las desigualdades en salud.

España

En 2021 el ministerio de sanidad realiza una propuesta de medición de DSS en España. En dicho análisis se han dirimido 120 indicadores, incluido los determinantes estructurales (contexto socioeconómico y político), determinantes intermedios (indicadores de autopercepción de la salud, morbilidad, salud sexual, etc.) y resultados de salud sensibles a la equidad (empleo, ingresos, vivienda, consumo tabaco, alcohol o factores psicosociales, entre otros).

Y ahora en 2024, la organización de los premios Best In Class ha llevado a cabo una reunión de trabajo para analizar la perspectiva de los DSS desde el prisma de distintas especialidades y sociedades científicas, de la farmacia y de la enfermería. El encuentro, celebrado en el ministerio de sanidad, contó con la presencia del director general de salud pública, Pedro Gullón.

La visión de las sociedades

La necesidad de profundizar en cada area y la calidad de la asistencia sanitaria, confluye en los indicadores de DSS, que tienen en cuenta los procesos y los resultados. La obesidad, el sueño o la soledad no deseada fueron destacadas durante la reunión. Se habló de la temperatura de la salud (proyecto de Semfyc) y del hecho que los DSS condicionan la mayoría de las enfermedades (SEMI). 

Desde la SEMG afirman que los DSS y su abordaje es “pertinente y necesario”. Y es que medicina preventiva y DSS están conectados (SEPS). La contribución desde la SEPAR al debate es que el entorno condiciona la epigenética, y dicho entorno se influye por los DSS. La SEN afirma que la enfermedad de Alzheimer muestra 3 veces más impacto en personas de barrios de perfil socioeconómico bajo. Desde SEOM han puesto en marcha un grupo de trabajo de factores sociales pronósticos y predictivos de cáncer. El envejecimiento está discriminando a los vulnerables, aseguran; los ancianos con cáncer se excluyen de ensayos clínicos. Para la AEV un buen plan de vacunación elimina inequidades.

SEISIDA constata que las personas VIH+ envejecen antes y hay hasta 100 veces más riesgo de contagio en función del género y la condición sexual. FESMES insta a incorporar la calidad del sueño y sus indicadores, ya relacionados con distintas enfermedades neurodegenerativas, entre otras.

Por ello, trabajar en los DSS y sus indicadores es una tarea que debe implicar a todo el sector, porque influye en toda la sociedad. Resulta estimulante reconocer la labor de aquellas administraciones que se preocupen por avanzar en los DSS, sus indicadores, su seguimiento, sus resultados y las acciones de intervención que sean precisas.