O salimos todos o no salimos ninguno, por Amos José García Rojas

por Amos José García Rojas, Jefe de Servicio de Epidemiología y Prevención de Canarias

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Aunque parezca increíble, en pleno siglo XXI, un nuevo microorganismo se expandió de forma sorpresiva por todo el mundo dando lugar a una pandemia, y refrescándonos una idea que nunca, nunca deberíamos olvidar, “frente a las enfermedades transmisibles no se puede bajar la guardia”. Sin embargo, la bajamos, y mucho. Los países avanzados, desde el altar de su desarrollo, pensaron que tenían una armadura sólida frente a este problema, obviando que en un mundo globalizado y siendo ésta, una enfermedad que se transmite como se transmite, sería muy complicado frenarla. El eurocentrismo simplón y vacio, el pensar que con el nivel de vida que teníamos en Europa, era difícil la explosión de una enfermedad transmisible, el creer que estabamos ante un problema que no traspasaría las fronteras de China, fueron circunstancias que dificultaron el que se atisbara la importancia del problema y se implementaran precozmente mecanismos de intervención Además, la información que llegaba de China no era, digamos, que muy fiable.

Y así, poco a poco tuvimos enfermos, comenzamos a sentir la gravedad del problema, y fuimos conscientes de que no disponíamos de un instrumento que nos permitiría modular el mismo: Una vacuna, además, nos olvidamos del gran caldo de cultivo que hemos creado como base para la explosión de problemas de este tipo, en forma pandémica. El calentamiento global, que modifica nuestra ecología y por tanto el nicho ecológico de los microorganismos; la pobreza, la cada vez más insoportable diferencia entre países ricos y países pobres. Es la pobreza y todo lo que la rodea, hacinamiento, malnutrición, etc. un factor facilitante de la transmisión. Y un aspecto clave: ¿Somos conscientes de que la mayoría de las últimas crisis sanitarias son zoonosis, es decir, enfermedades de los animales que pasan al hombre?: Vacas locas, Ébola, Covid, Viruela del mono. ¿Entenderemos la importancia del concepto “One Health”, “Una salud” que la OMS repite con insistencia en los últimos tiempos? ¿Comprenderemos la importancia que tiene trabajar por la salud animal, la ambiental y la humana, todo en el mismo paquete?

“Es detestable que la vacuna no esté disponible en Nigeria, mientras que en los países desarrollados se tiran muchísimas dosis a la basura por que han caducado. El problema no sólo hay que solucionarlo en los países desarrollados, sino en todos”

Esta crisis, además, nos situó en la agenda un aspecto clave, cómo introducir en sanidad aquellas innovaciones que ofrecen valor terapéutico añadido, que son capaces de tener un impacto positivo en la salud de la ciudadanía y que al mismo tiempo garantizan la sostenibilidad de los sistemas de salud. En esta idea, las políticas de salud pública se presentan como una de las intervenciones más coste-efectivas que existen. Y en este contexto parece conveniente subrayar la necesidad de reforzar las políticas sanitarias que más han sufrido el rigor de los recortes, las políticas globales de salud pública

Afortunadamente, hoy el horizonte es otro. El escenario actual marca distancia con el pasado más reciente. Y son principalmente las vacunas las que determinan esas diferencias. Sobre todo el disponer de ellas. Pero conviene no olvidar que apenas un pequeño porcentaje de países, los desarrollados, acumulan la mayoría de las dosis producidas, llegando el resto a los países en vías de desarrollo. Y esto, además de consolidar una situación injusta y aumentar la brecha terrible de separación entre los países ricos y pobres, es una estupidez desde el punto de vista epidemiológico, ya que si dejamos espacios geográficos sin posibilidad de vacunar, allí seguirá circulando con intensidad el virus, habrán nuevos casos, y la posibilidad por tanto de nuevas mutaciones y de aparición de nuevas variantes.

Es detestable que la vacuna no esté disponible en Nigeria, mientras que en los países desarrollados se tiran muchísimas dosis a la basura por que han caducado. El problema no solo hay que solucionarlo, en España, Reino Unido, Francia, Canadá, etc, también hay que arreglarlo en Uganda, Camerún etc. Porque de ésta, o salimos todos o no salimos ninguno.