España y su atención primaria: ¿Una refundación con perspectiva autonómica?, por Eduardo Raboso

Por Eduardo Raboso, médico, senador, diputado y portavoz popular de la Comisión de Sanidad del Senado y la Asamblea de Madrid

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En España, el foco público en cuestiones de Sanidad está desde hace tiempo en la Atención Primaria. Asistimos, día sí y día también, a una continua sucesión de conflictos politizados que rezuman insatisfacción tanto de pacientes como de profesionales.

La manipulación de la frustración de unos y otros por intereses políticos no hace sino agravar la situación, pero cierto es que, si desbridamos estos conflictos de tanto postureo y griterío, subyace en ellos la existencia de carencias y defectos que quizá deban llevarnos a un replanteamiento global del modelo nacional de Atención Primaria.

Sería necesario revisar el modelo retributivo de los profesionales, sus condiciones laborales, las opciones de conciliación y la carga asistencial que soportan en cada una de las comunidades autónomas. Pero es probable que revisar estos parámetros, y corregirlos en la medida de lo posible, solo sea un parche temporal que quede muy lejos de tener efecto sobre larvadas distorsiones subyacentes que podrían hacer peligrar nuestro modelo.

Para intentar resolver una situación marcada por la falta de profesionales, que prefieren otras opciones laborales, es muy posible que no se consiga una solución global para la Atención Primaria aplicable a la totalidad del territorio nacional. Las necesidades asistenciales de la Comunidad de Madrid probablemente divergen mucho de las de Extremadura, y las de Cataluña puede que sean muy diferentes a las de Canarias.

En las capitales autonómicas y en Madrid, las distancias que deben recorrer los profesionales para prestar sus servicios no tienen nada que ver con las que se recorren en Badajoz o en Ciudad Real, o en la España vaciada en general. Por tanto, es posible que los profesionales de estas provincias aprecien más un vehículo para desplazarse entre pueblos y aldeas o una vivienda en su zona que un potente ordenador dotado de herramientas espectaculares.

También es probable que los sanitarios de Canarias agradezcan que se les financie los desplazamientos interinsulares con fines profesionales o formativos, o que aquellos con destinos distantes de centros educativos tengan facilidades para cubrir los gastos escolares o universitarios de sus hijos.

“Los médicos del Sistema Nacional de Salud tienen que percibir una remuneración muy superior a la actual o, de lo contrario, no seremos capaces de superar la competencia desde el sector privado o desde sanidades de otros países”

Y, por supuesto, hay que remunerar mejor a los profesionales. La diástasis existente entre los profesionales españoles y los de otros países europeos es ya insostenible y es la causa principal del éxodo de médicos españoles más allá de nuestras fronteras. Esta insuficiente remuneración de los sanitarios españoles es la gran deuda de la sociedad española hacia el colectivo y su corrección no admite más demora.

Es posible vincular las mejoras retributivas al desempeño asistencial tanto desde una perspectiva cuantitativa como cualitativa, pero la derivada final es que los médicos del Sistema Nacional de Salud (SNS) tienen que percibir una remuneración muy superior a la actual o, de lo contrario, no seremos capaces de superar la competencia desde el sector privado o desde sanidades de otros países.

Por todo ello, es cada vez más evidente que España necesita refundar su Atención Primaria partiendo de un nuevo marco normativo, uno más flexible que aproveche el escenario autonómico para dar atractivo y competitividad a la opción laboral de médico de familia y de pediatra.

No valen más parches, esto no se resuelve acumulando pequeños complementos remunerativos pactados localmente ni recortando agendas. Hay que hablar de formación continuada, carrera profesional y de proyección de futuro en el SNS. Y, por supuesto, hay que hablar en serio de remuneración a escala nacional.

Debemos empezar una hoja en blanco y preguntarnos qué necesitan los pacientes de su Atención Primaria y qué podemos hacer para que el desempeño de estos profesionales sea más enriquecedor, de lo contrario veremos desmoronarse por completo una institución sobre la que descansa la totalidad de la asistencia sanitaria pública de España.