‘Cáncer y cambio climático’, un binomio que cada día preocupa a más científicos, abre un “melón” de posibles consecuencias derivadas al relacionar ambos términos. Y es que los efectos del cambio climático a nivel general, y particularmente sus consecuencias en el ámbito de la salud, son un aspecto que está en la orden del día de políticos, instituciones y sociedad civil.

Gaceta Médica entrevista a Laura Mezquita, oncóloga de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) para profundizar acerca de las claves que conforman las líneas de investigación ambiental en cáncer.

Pregunta. ¿Puede influir los cambios en el medioambiente y los efectos del cambio climático en la incidencia de determinados tipos de cáncer?

Respuesta. Si, las consecuencias medioambientales del cambio climático están asociadas a un mayor riesgo de cáncer, así como dificultados de acceso a la atención al cáncer. La contaminación atmosférica es un factor de riesgo bien establecido para el cáncer de pulmón, y estudios recientes publicados muestran que las partículas finas en el aire también podrían aumentar la mortalidad específica por cáncer en pacientes con diversos tipos de cáncer.

P. ¿Por qué hay pocos estudios en la actualidad que relacionen ambos términos?

R. El cambio climático es un término que engloba múltiples factores de riesgo de cáncer de grupo 1 bien conocidos, como la contaminación atmosférica, las partículas en el aire, el diésel, etc. y cada vez disponemos de más estudios sobre esto. Muchos de ellos han estudiado su asociación con el cáncer.

Inicialmente los estudios se centraron más en las enfermedades crónicas respiratorias y cardiovasculares, pero en la actualidad existe evidencia sólida que muestra la asociación clara con el desarrollo y mortalidad de cáncer de pulmón, por ejemplo. Sobre el resto de cánceres se va poco a poco generando la evidencia.

P. ¿Sería favorable vincular los datos ambientales con el sistema europeo de información en cáncer? ¿Qué se puede hacer para facilitar el proceso?

R. Eso sería una iniciativa muy interesante. Poder combinar los datos de exposición ambiental y los datos de cáncer en Europa. Nos permitiría establecer puntos calientes y áreas de interés en prevención de cáncer de origen ambiental.

P. ¿Qué tipos de cáncer podrán tener mayor incidencia en un futuro debido a los efectos del cambio climático?

R. El cáncer de pulmón es del que disponemos mayor evidencia a día de hoy. La contaminación atmosférica se considera responsable de hasta el 14 por ciento de los casos de cáncer de pulmón a nivel mundial y se considera una de las principales causas de cáncer después del tabaco.

P. ¿Cómo pueden mejorar estrategias como EU4Health y el Pacto Verde Europeo la prevención en cáncer?

R. Podemos establecer medidas de prevención primaria a nivel local pero es fundamental que haya medidas a nivel gubernamental, contando con el apoyo de nuestros dirigentes, para disminuir el riesgo de desarrollar cáncer y otras enfermedades, minimizando la exposición de la población general a los gases invernadero, las partículas finas y gases del diésel, etc., es decir una disminución significativa de los niveles de contaminación en nuestras ciudades. La prevención primaria es la mejor estrategia frente al cáncer.

P. ¿Es posible establecer una línea de investigación del exposoma de forma individualizada o por colectivos?

R. Si, nuestro grupo en el Hospital Clinic e IDIBAPS estudiamos el exposoma ambiental y su relación con el cáncer en España y Europa a nivel poblacional, en un proyecto de investigación en colaboración con la Universidad Politécnica de Cataluña. A nivel individual, llevamos a cabo un estudio con pacientes con cáncer de pulmón, en los que estudiamos de forma simultanea la exposición a carcinógenos ambientales y otros factores de riesgo de cáncer, las características clínicas del paciente y por último el perfil molecular del tumor con el objetivo de una mejor caracterización del cáncer de pulmón de origen ambiental.

Es un proyecto pionero que nos permitirá conocer la relevancia de la exposición a carcinógeno(s) en el manejo del paciente con cáncer, además del propio impacto en prevención del cáncer.

“Es un proyecto pionero que nos permitirá conocer la relevancia de la exposición a carcinógeno(s) en el manejo del paciente con cáncer, además del propio impacto en prevención del cáncer”

P. Durante su participación en el Greentalks, impulsado por Gaceta Médica, mencionó el cambio de intereses de los oncólogos en relación con los factores ambientales. ¿Puede explicar esta cuestión más en detalle?

R. Los oncólogos nos interesamos por identificar qué factores o marcadores son predictivos de respuesta a tratamientos oncológicos o pronósticos, es decir, que la presencia o ausencia de ese marcador esté asociado a una mayor o menos supervivencia.

Esto nos permite orientar el tratamiento oncológico a la población de pacientes que más se pueda beneficiar, individualizando la estrategia terapéutica.

En ese sentido, a lo largo de los últimos años empezamos a estudiar si la exposición a un determinado carcinógeno podría ser una factor predictivo o pronóstico en cáncer. Un ejemplo claro es el tabaco en cáncer de pulmón. Nosotros en nuestro grupo de investigación estudiamos en la actualidad el impacto del gas radón y la contaminación, entre otros en cáncer de pulmón.

“Estudiamos si la exposición a determinados carcinógenos puede ser un factor predictivo o pronóstico de cáncer”

P. ¿Cómo puede generarse más conocimiento en torno a los carcinógenos como el amianto o el radón?

R. Nosotros desde la SEOM, y desde mi centro trabajamos en dar a conocer, concienciar y sensibilizar sobre los diferentes factores de riesgo. En este sentido hemos participado en jornadas de colegios de arquitectos, arquitectos técnicos, asociación de prevención de riesgos laborales, grupos de pacientes como AEACAP, etc.

Además como SEOM nos hemos adherido y participado de forma activa en la plataforma por una ley integral contra el amianto, junto con otras sociaedades científicas, civiles y grupos de víctimas.

El primer paso para la prevención primaria es dar a conocer estos factores de riesgo para evitar o minimizar al máximo nuestra exposición a ellos.

Solo por poner un ejemplo sobre eso. En el Congreso SEOM en 2019 presentamos los datos de un cuestionario online sobre el nivel de conocimiento sobre el radón en España con la participación de más de 2500 personas procedentes de todas las comunidades. Uno de cada dos personas no había oído hablar nunca sobre el gas radón, y esto es algo que debemos cambiar.

P. Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) están impulsando las Unidades de Pediatría Ambiental. ¿Cómo valoran el impulso de centros y especialistas que analicen el impacto de la contaminación y otros agentes químicos en el desarrollo de los niños?

R. Me parece una iniciativa extraordinaria y muy relevante. Para poder realizarlo en todas las etapas de la vida y en nuestra área de oncología, sería fundamentar contar con el apoyo institucional y tener acceso a fondos de investigación específicas que nos permitieran desarrollar estudios sólidos que deriven en medidas preventivas, tanto en prevención primaria como en prevención secundaria (cribados).

P. ¿Cómo podría ayudar el estudio de diferentes perfiles moleculares a la prevención de enfermedades oncológicas?

R. En nuestro grupo estudiamos al paciente con una perspectiva 360º, estudiando el perfil molecular del tumor a la vez que la exposición a carcinógenos ambientales y el perfil clínico del paciente para caracterizar el cáncer de pulmón de origen ambiental. Este estudio permitirá conocer la relevancia de la exposición a carcinógeno(s) en el tipo de cáncer, así como en su manejo, y además nos  ayudará a identificar qué población podría considerarse de “alto riesgo” o ser más susceptible al desarrollo de la enfermedad, pudiendo incidir de una forma más efectiva en medidas de prevención secundaria de cáncer.

P. ¿Qué trabajos desarrolla el grupo de trabajo de SEOM?

R. Como Grupo SEOM Cáncer Trabajo y Medioambiente trabajamos principalmente en 3 tipo de actividades:

Difusión y comunicación: para favorecer el conocimiento y sensibilización sobre el cáncer de origen ambiental y laboral a nivel de la ciudadanía

Formación: guías de formación para especialistas, consensos de actuación, adherencias a medidas colectivas frente a riesgos ambientales para la salud, etc.

Investigación: proyectos orientados a la identificación cáncer de origen ambiental y laboral; trabajamos además en colaboración con grupos de otras sociedades científicas y/o asociaciones de pacientes.

P. ¿Cuáles son las próximas líneas de investigación?

R. Diría que lo más importante es el trabajo multidisciplinar y de forma conjunta de todos los especialistas que nos interesamos por el cáncer de origen ambiental que afecta a nuestros pacientes. Estrategias conjuntas entre epidemiólogos, especialistas médicos, oncólogos, biólogos, informáticos, etc nos llevará a una mejor identificación de los individuos que son susceptibles de desarrollar la enfermedad y en nuestros pacientes que ya presentan la enfermedad determinar si el origen ambiental de su tumor impacta en su evolución y en la respuesta a los tratamientos oncológicos.

Creo que el futuro pasa por integrar todos datos disponibles en relación al paciente, al cáncer y a la exposición ambiental para tener un verdadero impacto en la prevención del cáncer.


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