Investigadores del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), parte del Vall d’Hebron, han demostrado en un estudio publicado en la revista Cancer Cell que el material genético (ADN y ARN) presente en las vesículas extracelulares derivadas del tumor que circulan en la sangre de pacientes con cáncer de próstata metastásico refleja las características genómicas y transcriptómicas del tumor del paciente.

El cáncer de próstata es el segundo cáncer más común en España y el más frecuente entre los hombres, con una estimación de 30.000 nuevos casos a lo largo de 2024, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Hoy en día, la mayoría de estos cánceres se detectan en etapas tempranas y se pueden curar a través de cirugía, radioterapia o braquiterapia, con o sin terapia hormonal. No obstante, una proporción de estos tumores termina desarrollando metástasis, o presentan metástasis desde el inicio. En estos casos, los tratamientos hormonales o la quimioterapia pueden ser efectivos inicialmente, pero el tumor acaba adaptándose. Las herramientas para monitorear esta adaptación tumoral son esenciales para seleccionar el mejor tratamiento para cada paciente en cada etapa de la enfermedad.

En este sentido, la nueva investigación “abre la vía a identificar biomarcadores para analizar la respuesta a tratamiento y la adquisición de resistencia y así tomar las decisiones clínicas más adecuadas en cada momento de la enfermedad”, señaló Joaquin Mateo, oncólogo médico del Hospital Universitario Vall d’Hebron, jefe del Grupo de Investigación Traslacional en Cáncer de Próstata del VHIO y autor sénior de este estudio.

Vesículas extracelulares circulantes

Las vesículas extracelulares son partículas liberadas por las células en condiciones normales para comunicarse con otras células del organismo. Estas vesículas son muy heterogéneas y su contenido es muy variado, incluyendo ADN, ARN, lípidos y proteínas. En el contexto del cáncer, las vesículas extracelulares producidas por las células tumorales actúan como exploradores del tumor, buscando nuevos lugares para expandirse. Desempeñan un papel crucial en la progresión tumoral, la regulación inmunitaria y la metástasis.

“Sin embargo, el potencial de las vesículas extracelulares tumorales como fuente de biomarcadores relevantes de ADN y ARN permanece en gran medida inexplorado”, afirmó Irene Casanova, investigadora asociada del Grupo de Investigación Traslacional en Cáncer de Próstata y primera autora de este artículo. “Nuestro trabajo tiene como objetivo el desarrollo de una nueva aplicación de biopsia líquida que permite analizar las vesículas extracelulares circulantes y, desde un enfoque multiómico, realizar la caracterización genómica y transcriptómica del tumor”.

Perfil genómico y transcriptómico del tumor

Mediante el análisis de muestras de plasma seriadas de 53 pacientes con cáncer de próstata metastásico, tratados con terapia hormonal o quimioterapia, los investigadores han examinado el ADN circulante y el ADN y ARN contenidos en las vesículas extracelulares. Este análisis confirma que las vesículas extracelulares contienen material genético derivado del tumor, lo que permite identificar las mutaciones presentes en las células tumorales y predecir qué tumores tendrán una peor evolución.

“En ese sentido, comprobamos que podemos utilizar la biopsia líquida de vesículas extracelulares con el mismo objetivo que otras fuentes de ADN tumoral que obtenemos de biopsia líquida como el ADN tumoral circulante o las células tumorales circulantes, pero con la ventaja de poder, además, monitorizar la variación de la expresión genética, a partir del ARN, que nos revela cómo es el tumor en ese preciso momento”, explicó Casanova.

A través del ARNm del tumor encapsulado en las vesículas extracelulares circulantes, los investigadores han logrado identificar, de manera mínimamente invasiva, el perfil transcriptómico del tumor como biomarcador de respuesta y resistencia. Esto permite conocer qué genes expresa el tumor en diferentes momentos de la enfermedad y detectar los cambios adaptativos que realizan las células tumorales para volverse resistentes al tratamiento. “Estos cambios aparecen rápido y son más dinámicos que la adquisición de mutaciones de resistencia, por lo que el poder monitorizarlos nos permitiría tomar decisiones clínicas de forma precoz, y potencialmente cambiar un tratamiento antes de que el paciente experimente síntomas si el análisis de biopsia liquida sugiere que el tumor ya se está adaptando. Uno de los grandes objetivos de la medicina de precisión es poder adelantarnos a la evolución del tumor”, concluyó Joaquin Mateo.


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