La prevalencia de la infección activa por el virus de la hepatitis C (VHC) en pacientes coinfectados por VIH en España se ha situado en 2018 en el 3,7 por ciento, lo que ha supuesto un descenso de 53,8 por ciento respecto a 2017 (ocho por ciento) y del 83,3 respecto a 2015 (22,1 por ciento). Así lo han expuesto en la presentación del nuevo estudio realizado por expertos de GeSIDA (Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica).
“El acceso a los tratamientos anti-VHC basado en los antivirales de acción directa (ADD) es el factor determinantes para este descenso”, ha destacado Juan Berenguer, coordinador de este trabajo y especialista en el Hospital Gregorio Marañón. “En 2002 casi el 75 por ciento tenía infección activa por el virus pero esto empezó a cambiar cuando llegaron los nuevos antirretrovirales de VHC”, añadió. Los especialistas han asegurado que estamos a un paso de eliminar el VHC en pacientes con VIH, el cual ha sido la principal comorbilidad asociada al virus del SIDA, así como una de las principales causas de morbimortalidad.
Una de las razones de este éxito en la población de pacientes coinfectados se debe a la reducción de la tasa de infradiagnóstico. Tal y como señala Javier García-Samaniego, coordinador de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE), “ se oscila que actualmente hay 50.000/60.000 personas sin saber que padecen VHC. El buen funcionamiento de la coordinación asistencial permite que las personas con VIH sean fácilmente diagnosticadas de VHC porque ya están dentro del sistema. En cambio, el usuario de drogas que no está coinfectado no llega tan rápido al hospital”, expuso.
El estudio ha confirmado que la adquisición de la infección por consumo de drogas inyectadas ha sido la principal vía de transmisión de los pacientes con hepatitis C en España, aunque la infección adquirida a través de relaciones sexuales entre hombres que practican sexo hombres ha ido creciendo desde 2015.
Cirrosis hepática
De los pacientes con infección activa por VHC, el 10,9 por ciento tenía cirrosis hepática mientras que esta enfermedad se encontraba en el 26,4 por ciento de los pacientes que habían logrado respuesta viral sostenida. Considerando tanto a los pacientes con infección activa por VHC como a los curados con el tratamiento, en 2017 un 6,7 por ciento de los pacientes infectados por VIH en España tenían cirrosis hepática por VHC. “Que el 26,4 por ciento de los pacientes que han logrado respuesta viral sostenida tras el tratamiento padezcan cirrosis nos indica que hay que seguir trabajando en este aspecto. Es parte negativa del estudio”, destacó Juan González, del Hospital Universitario La Paz González.