En las últimas semanas, España ha experimentado un notable aumento en la incidencia de COVID-19, reflejando una tendencia preocupante que resalta la importancia de la vigilancia continua y las medidas preventivas. El último informe del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA), realizado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), detalla un incremento significativo en los casos y hospitalizaciones por COVID-19 en la semana del 6 al 12 de mayo de este año.

Variante BA.2.86

La incidencia de COVID-19 en España se ha situado en 24,3 casos por 100.000 habitantes en Atención Primaria, un notable incremento comparado con los 8,3 casos notificados la semana anterior, lo que representa un aumento del 192,77 por ciento. Este aumento es aún más significativo considerando que los casos se han triplicado en las últimas dos semanas, partiendo de una incidencia de 7,7 casos por 100.000 habitantes.

El informe del SiVIRA destaca que la mayor tasa de infección se observa en personas de entre 45 y 65 años (11,4 por ciento), seguidas de los mayores de 65 años (10,8 por ciento). Además, la infección en menores de un año es también considerablemente alta, alcanzando el 8,1 por ciento. Estas cifras subrayan la importancia de la vigilancia continua en poblaciones vulnerables y la necesidad de diagnósticos tempranos, especialmente en individuos con patologías crónicas y en los mayores.

La variante BA.2.86 del SARS-CoV-2 ha sido identificada en mayor proporción en Atención Primaria, representando el 57,71 por ciento de los casos. Esta variante, que ha predominado desde la semana 5, ha sido dominante en Europa durante la temporada de invierno. En los casos hospitalizados, la BA.2.86 también prevalece, con un 56,21 por ciento de los casos, destacándose desde la semana 3 de 2024.

Tasa hospitalizaciones

La tasa de hospitalización por COVID-19 ha aumentado a 1,35 casos por 100.000 habitantes, en comparación con los 0,86 casos de la semana previa. Desde el inicio de la temporada, el 30 por ciento de los casos hospitalizados han desarrollado neumonía, un 4,2 por ciento han requerido ingreso en la UCI y la letalidad ha alcanzado el 8,9 por ciento. Estos datos indican no solo un aumento en la incidencia sino también en la severidad de los casos.

El aumento en la tasa de COVID-19 se refleja también en otras enfermedades respiratorias. La tasa de infecciones respiratorias agudas a nivel nacional es de 477,1 casos por 100.000 habitantes, comparado con los 403 casos de la semana anterior. Las tasas de gripe han aumentado a 8,5 casos por 100.000 habitantes (desde los 6,8 de la semana previa) y las de bronquiolitis han registrado 1,9 casos por 100.000 habitantes (comparado con 2 casos/100.000 de la semana previa).

En comunidades como Madrid, los contagios en ciudadanos de 60 años o más han aumentado un 60 por ciento, reflejando un repunte significativo en comparación con el aumento del 6 por ciento la semana previa. En el rango de edad de 60 a 69 años, la incidencia ha subido un 90 por ciento. Otras comunidades como Andalucía y Aragón también muestran un aumento en los casos, según los datos del ISCIII.

Avance sublinajes

El avance de sublinajes de ómicron, la pérdida de protección híbrida (vacuna e infección previa) y la relajación de medidas preventivas tras el invierno podrían estar detrás del aumento de casos y hospitalizaciones. La variante BA.2.86 y sus sublinajes, como el JN.1, han llevado a la Organización Mundial de la Salud a solicitar a las farmacéuticas la adaptación de sus vacunas. En España, la farmacéutica Hipra ha anunciado que su vacuna adaptada al sublinaje JN.1 estará disponible para el próximo otoño, lo que podría mejorar la respuesta inmunológica frente a estas variantes.

El reciente aumento de casos de COVID-19 en España subraya la necesidad de una vigilancia continua y la importancia de mantener medidas preventivas, especialmente para proteger a las poblaciones más vulnerables. Aunque la situación aún se encuentra dentro de registros normalizados, el incremento de casos y hospitalizaciones es un recordatorio de que el virus sigue presente y puede resurgir con fuerza. Es crucial continuar con la investigación y adaptación de las vacunas, además de fomentar diagnósticos tempranos y tratamientos adecuados para mitigar el impacto de esta enfermedad en la población. La colaboración entre las autoridades sanitarias, los profesionales de la salud y la comunidad es esencial para enfrentar este desafío de manera efectiva y proteger la salud pública.


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