Desde su llegada hace ya seis años, ibrutinib cambió el paradigma del abordaje de la leucemia linfocítica crónica (LLC). En el último encuentro de la ASH, este tratamiento, comercializado por Janssen como Imbruvica, ha seguido ofreciendo grandes resultados y ha demostrado sus ventajas también en estudios en vida real.

Entre otros, la compañía ha ofrecido datos sobre la supervivencia libre de enfermedad del estudio CAPTIVATE que demuestran beneficio del régimen basado en ibrutinib como tratamiento de primera línea de duración finita para pacientes con esta patología. Nuevos resultados de este estudio en fase 2 muestran que el 95% de los pacientes con enfermedad mínima residual indetectable a los que se asignó aleatoriamente que suspendieran el tratamiento activo después de doce ciclos de tratamiento con ibrutinib más venetoclax seguían con vida y sin enfermedad después de 12 meses, lo que respalda una estrategia de tratamiento de duración fija.

En el encuentro americano también se han presentado análisis de ensayos clínicos agrupados de ibrutinib tanto en monoterapia como en combinación como tratamiento de primera línea para pacientes con leucemia linfocítica crónica que demuestran eficacia y seguridad sostenidas en pacientes con resultados históricamente pobres.

Los datos de los estudios de evidencia en vida real ofrecidos en presentaciones orales destacan también el beneficio de las terapias a base de ibrutinib en el contexto de primera línea. En este sentido se han presentado dos trabajos, los resultados de un estudio retrospectivo de revisión de historiales en los EE. UU. y un análisis de biomarcadores pronóstico en vida real, los patrones de tratamiento y la administración entre los pacientes con LLC del Registro observacional prospectivo.


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