¿Se puede controlar el Covid-19 mediante el aislamiento? En la mayoría de escenarios, el rastreo de contactos es altamente efectivo y el aislamiento de casos es suficiente para controlar un nuevo brote de coronavirus en tres meses. Sin embargo, el factor ‘agilidad’ juega un papel imprescindible. Así lo explican en The Lancet investigadores británicos. “La probabilidad de control disminuye con largos retrasos desde el inicio de los síntomas hasta el aislamiento”. Los expertos explican que se determinan menos casos por rastreo de contacto y aumenta, por tanto, la transmisión antes de los síntomas.

Los autores de este estudio utilizaron un modelo matemático para evaluar si el aislamiento y el rastreo de contactos pueden controlar la transmisión de casos importados de coronavirus.

¿Cómo lo evaluaron?

El modelo desarrollado por estos científicos consiste en la transmisión estocástica, parametrizada para el brote de Covid-19. De esta manera, cuantificaron la efectividad del rastreo de contactos y el aislamiento de casos para controlar un patógeno similar al SARS-CoV-2. “Consideramos escenarios que variaban en el número de casos iniciales, el número de reproducción básica (R0), la demora desde el inicio de los síntomas hasta el aislamiento, la probabilidad de que se hayan rastreado los contactos, la proporción de transmisión que ocurrió antes del inicio de los síntomas, y la proporción de infecciones subclínicas”.

De esta manera, asumieron que el aislamiento impedía toda transmisión adicional en el modelo. “Los brotes se consideraron controlados si la transmisión terminó dentro de las 12 semanas o antes de 5.000 casos en total”. Así, midieron el éxito de controlar los brotes mediante el aislamiento y el rastreo de contactos, y cuantificaron el número máximo semanal de casos rastreados para medir la viabilidad del esfuerzo de salud pública.

Propuestas

Los brotes simulados que comienzan con cinco casos iniciales, un R0 de 1- 5 y una transmisión del 0 por ciento antes del inicio de los síntomas pueden controlarse incluso con una baja probabilidad de rastreo de contacto. Así lo aseguran estos expertos. Sin embargo, indican, la probabilidad de controlar un brote disminuyó con el número de casos iniciales, cuando R0 fue 2-5 ó 3-5 y con más transmisión antes del inicio de los síntomas. A través de diferentes números iniciales de casos, la mayoría de los escenarios con un R0 de 1-5 fue controlable con menos del 50 por ciento de los contactos rastreados con éxito. 

Para controlar la mayoría de los brotes, para R0 de 2-5 se tuvo que rastrear más del 70 por ciento de los contactos. Es en esta fase donde España está actualmente. Para un R0 de 3-5 más del 90 por ciento de los contactos tuvieron que ser rastreados. 

El retraso en el diagnóstico

El retraso entre el inicio de los síntomas y el aislamiento tuvo el papel más importante en determinar si un brote era controlable cuando R0  era 1-5. Para valores de R0 de 2-5 ó 3-5, si hubo 40 casos iniciales, el rastreo de contacto y el aislamiento solo eran potencialmente factibles cuando ocurría menos del 1 por ciento de la transmisión antes del inicio de los síntomas.

Los autores recuerdan que cuando un patógeno presenta infecciosidad antes del inicio de los síntomas, el control de los brotes mediante el rastreo de contactos y el aislamiento es más desafiante. “Es probable que en los próximos días y semanas se presente una mayor introducción de la enfermedad por coronavirus en los nuevos territorios, y las intervenciones para prevenir un brote después de estas introducciones son una estrategia de mitigación clave”, apuntan. 

¿Efectividad del aislamiento?

 “La efectividad del aislamiento de casos y contactos depende de las características precisas de transmisión, que aún no están claras en este momento”, aseguran.

En opinión de estos autores, se debe rastrear y aislar alrededor del 80 por ciento de los contactos sintomáticos. De esta manera, dicen, sería posible controlar más del 80 por ciento de los brotes en el modelo. “La investigación futura sobre las características de transmisión podría mejorar la precisión en las estimaciones de control”.

La efectividad de los métodos de aislamiento y localización de contactos depende de dos parámetros. Por un lado, del número de infecciones secundarias generadas por cada nueva infección. Por otro lado, de la proporción de transmisión que ocurre antes del inicio de los síntomas.

Se debe rastrear y aislar alrededor del 80% de los contactos sintomáticos para controlar más del 80% de los brotes

Además, el rastreo exitoso del contacto y la reducción de la demora entre el inicio de los síntomas y el aislamiento son cruciales. Durante este tiempo, los casos permanecen en la comunidad donde pueden infectar a otros hasta el aislamiento. “La transmisión antes del inicio de los síntomas solo se puede prevenir rastreando contactos de casos confirmados y poniendo en cuarentena esos contactos”, explican. Los casos que no buscan atención, potencialmente debido a una infección subclínica, son un desafío adicional para controlar.

Un esfuerzo de Salud Pública

“Si la enfermedad puede controlarse mediante el aislamiento y el rastreo de contactos, los esfuerzos de salud pública deberían centrarse en esta estrategia”. Sin embargo, si esto no es suficiente para controlar los brotes, entonces podrían necesitarse recursos adicionales para intervenciones adicionales. “Actualmente se desconocen varias características clave de la transmisibilidad y la historia natural de Covid-19. Por ejemplo, si la transmisión puede ocurrir antes del inicio de los síntomas”. Así, estamos, según estos expertos, explorando una variedad de escenarios epidemiológicos que representan propiedades de transmisión potenciales basadas en la información actual sobre la transmisión de Covid-19. 

“Si la enfermedad puede controlarse mediante el aislamiento y el rastreo de contactos, los esfuerzos de salud pública deberían centrarse en esta estrategia”

Con todo, los autores señalan que en la mayoría de los escenarios de brotes plausibles, el aislamiento de casos y el seguimiento de contactos por sí solos “son insuficientes para controlar los brotes”. En algunos escenarios, dicen, incluso el seguimiento de contacto casi perfecto seguirá siendo insuficiente, y “se necesitarían más intervenciones para lograr el control”. 

En este escenario, el rastreo de contactos rápido y efectivo puede reducir el número inicial de casos, lo que facilitaría el control general del brote. “El rastreo y el aislamiento efectivos del contacto podrían contribuir a reducir el tamaño general de un brote o controlarlo durante un período de tiempo más largo”.