Protestas/ Madrid y Cataluña se suman a las denuncias de Andalucía por la aplicación de las 37,5 horas semanales

br

REDACCIÓN Madrid | viernes, 08 de febrero de 2013 h |

La aplicación del aumento de la jornada laboral a 37,5 horas semanales en el sector sanitario que provocó la convocatoria de paros rotatorios en los hospitales andaluces hasta el mes de junio, también está generando descontento en otras comunidades como Madrid o Cataluña, donde los sindicatos han denunciado la pérdida retributiva y de derechos laborales que supondrá para el colectivo frente al resto de funcionarios públicos.

En el primer caso, el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) ha publicado la resolución que establece las instrucciones con los horarios, manteniendo las mismas de 2012. Tras no alcanzar un acuerdo con los sindicatos de la Mesa Sectorial de Sanidad, la consejería ha establecido un cómputo anual para el turno diurno de 1.667,5 horas, de 1.490 horas para el nocturno y de 1.551 para el rotatorio en el ámbito urbano, mientras que en los servicios de atención rural la jornada será de 1.536 horas y de 1.536 la del personal de los dispositivos asistenciales del Summa 112.

Esta “decisión unilateral” e “impuesta” ha sido criticada por el sindicato médico Amyts, pues considera que se traducirá en descuentos en la nómina, sin dar opción a que los profesionales aumenten media hora diaria como el resto de empleados de la Administración, por lo que ha puesto a disposición de los afectados un modelo de reclamación, así como de asesoramiento sobre el procedimiento a seguir para ello.

Por su parte, la Asociación de Facultativos y Especialistas de Madrid (Afem) sostiene que con esta organización del trabajo, Sanidad no quiere que determinados médicos trabajaran por las tardes, algo que la consejería ha desmentido asegurando que, por el contrario, su intención es “reorganizar” los turnos de tarde para que los profesionales sanitarios amplíen la actividad.

En cuanto a la segunda, el Instituto Catalán de la Salud (ICS) ha aceptado reducir la propuesta inicial de ampliar la jornada laboral hasta las 1.650 horas anuales, frente a las 1.666 horas que barajó en un principio, de forma que la ampliación sería de 51 horas al año en lugar de 67 y ha ofrecido a los empleados establecer un máximo de cuatro días por año en caso de ausencia por enfermedad o accidente laboral —sin incidencia en la nómina— siempre que se justifique mediante un documento emitido por el sistema sanitario.

Sin embargo, el sindicato Metges de Cataluña ha acusado al ICS de “hacer trampas” en el proceso de negociación de la jornada y ha calificado esta oferta de “chantaje” porque vincula la aceptación del nuevo horario a la obtención de unas “supuestas mejoras” en la conciliación de la vida personal que ya son una realidad en otros ámbitos de la Administración. Además, Metges considera tan importante como el número de horas su distribución “equitativa, uniforme y homogénea” en todo el territorio y los centros, por lo que creen que su implantación no debería quedar en manos de cada gerencia.