competencias/ Cataluña, Andalucía, Canarias y Cantabria obstaculizan el decreto de dispensación enfermera

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González Jurado advierte a las CC.AA. que no pueden asumir competencias que por ley no les corresponden

La acreditación y la formación, así como la imposición de guías y protocolos regionales, los focos de conflicto

| 2010-12-17T17:32:00+01:00 h |

josé garcía

Madrid

Las discrepancias entre el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y algunas comunidades autónomas a cuenta de las políticas de prescripción farmacéutica pueden salpicar también al decreto que regulará la indicación de medicamentos sujetos a prescripción por parte de los enfermeros. Un real decreto que está pendiente de aprobación en el primer Consejo Interterritorial de 2011, fijado para febrero, tras caerse del último del año, a pesar de contar con el visto bueno de la comisión delegada, debido probablemente a esas diferencias autonómicas en aspectos como la formación y acreditación de competencias de los enfermeros, así como en las guías y protocolos que fijen además el listado de fármacos que podrán prescribir.

Según ha podido saber GACETA MÉDICA de fuentes del Consejo General de Enfermería, Cataluña, Cantabria, Canarias y Andalucía son las autonomías que se han mostrado reticentes al decreto de prescripción enfermera, tal y como está formulado. Las razones esgrimidas por las tres primeras autonomías son de índole competencial, ya que quieren arrogarse la acreditación profesional de los enfermeros, algo que corresponde por ley al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, junto con los Consejos profesionales. En el caso de Andalucía, parece que quiere imponer sus protocolos y guías clínicas frente a los que por ley corresponde elaborar al Ministerio de Sanidad con los Consejos de Médicos y Enfermería, que serán de aplicación en todo el territorio nacional.

Máximo consenso

Por ello, en un encuentro con la prensa, Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería, ha exigido el mayor consenso posible frente a los obstáculos que parecen estar poniendo algunas autonomías de cara a la aprobación de la norma que establece que el ministerio debe definir, por un lado, qué medicamentos sujetos a prescripción médica pueden ser indicados y dispensados por el personal de Enfermería, y por otro, fijar los criterios generales, requisitos específicos y procedimientos para la acreditación de dichos profesionales. “Nos interesa que la regulación de la profesión, al igual que pasó con las especialidades, se haga con el máximo consenso posible”, insiste González Jurado, que señala que el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, le ha transmitido su preocupación por la reacción de las comunidades y no quieren que la medida sea impuesta.

El presidente de los enfermeros aclara a las autonomías que hay competencias, como la acreditación o la formación, que corresponden al Estado y que no será posible que asuman. “No podemos tener dos modelos de enfermeros con la misma titulación”, apunta González Jurado, que advierte de que si no se hacen las cosas bien “se acabarán generando enfermeros de primera y de segunda”. “Hay comunidades que no pueden pretender que los enfermeros prescriban fármacos con cuatro horas de formación”, denuncia el presidente del CGE.

Formación unificada

Por ello, confía en que se unifique el número de horas de formación en todo el SNS estableciendo diferentes programas para cada especialidad, de cara a una posible homologación con Reino Unido e Irlanda que de pie a la libre circulación de profesionales.

De hecho, el Consejo de Enfermería ha realizado una encuesta que revela que el 94,8 por ciento de los enfermeros cree que el modelo de formación debe ser el mismo y válido para todos en España, teniendo en cuenta que la ley establece que es necesario para la prescripción que reciban la acreditación correspondiente con validad para toda España.

Finalmente, González Jurado descarta que las reticencias autonómicas a la prescripción enfermera escondan un temor al incremento del gasto farmacéutico. “Estudios que se han presentado en Córdoba señalan que la prescripción de determinados fármacos por parte de los enfermeros en lugar de los médicos reduce un 25 por ciento el gasto”, concluye.