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Las quejas iniciales de los candidatos a obtener por la vía extraordinaria su título de especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en la última edición de la prueba de Evaluación Clínica Objetivo Estructurada (ECOE) por su “precipitación” han dado paso a un “clima de normalidad” una vez que los aspirantes se enfrentaban a su contenido. Es el balance de Emilia Bailón, vicepresidenta tercera de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), la sociedad científica adjudicataria de esta prueba, sobre la primera convocatoria de la ECOE 2011 en Madrid, a la que, al cierre de esta edición, han asistido los candidatos pre-95 de trece regiones españolas.
Una intensa polémica ha rodeado esta última edición de la ECOE. El último episodio llegaba de la mano de la compañía Wolters Kluwer, vinculada a Semergen por un acuerdo de asesoramiento técnico, que presentó un recurso ante la Audiencia Nacional para reclamar la suspensión urgente del proceso que adjudicaba a Semfyc la organización de la misma (ver GM, nº393 y 398). Hasta este año, ambas sociedades científicas habían respetado un convenio para la organización conjunta de la prueba que las dos se acusan de incumplir esta vez.
Recurso en contra
El recurso ante la Audiencia Nacional no ha logrado frenar el desarrollo de la prueba, aunque desde Semergen su presidente, Julio Zarco, insiste en que “lo único que ha desestimado la Audiencia Nacional es la suspensión urgente del proceso”. Recalca que “el ministerio ha seguido con el procedimiento como si no hubiera pasado nada vulnerando un principio de prudencia”. Según el servicio jurídico de la sociedad científica, aclara Zarco, el proceso “sigue abierto, y con una probabilidad variable, dependiendo de la audiencia, de resolución favorable o no del mismo”.
El presidente de Semergen asegura que hasta la sociedad científica han llegado múltiples notificaciones de ayuda legal y jurídica de muchos participantes “que han visto como sus derechos se han visto vulnerados en una convocatoria precipitada y bastante farragosa”. De hecho, poco después de conocer la decisión del ministerio de seguir adelante, Semergen ponía sus servicios jurídicos a disposición de todos aquellos que plantearan realizar alguna acción legal contra la misma.
En este contexto, la Sociedad Española de Médicos Generales, también ha emitido un comunicado en el que reitera su rechazo a la realización de este tipo de pruebas como vía para la obtención del título. Según este texto, defectos tradicionales, como la falta de idoneidad, las inequidades y el elevado coste, entre otros, se acrecientan en el último modelo.
Calidad técnica
Centrados en el desarrollo de la misma, Semfyc opta por buscar consuelo en la falta de incidencias registradas en la práctica. Bailón destaca que tanto la comisión nacional de la especialidad como el comité coordinador de la prueba —que integran miembros de la comisión, representantes de los ministerios de Educación y Sanidad y autonómicos, y miembros de Semfyc y Semergen— avalan que la prueba es objetiva y evalúa competencias, por encima de conocimientos, disipando así las incertidumbres por la calidad técnica de la misma.
Pospuesta desde hace tres años y con el penúltimo concurso declarado desierto por el Ministerio de Sanidad por cuestiones técnicas (ver GM, nº 311), los más de 4.000 médicos de primaria pre-95 se juegan en estos días sus títulos de especialista. Una presión palpable especialmente en la primera jornada de la misma el pasado sábado día 3, que va perdiendo fuerza, según Semfyc, a medida que los propios candidatos se enfrentan a esta prueba de siete horas.
