CARMEN M. LÓPEZ Madrid | viernes, 31 de agosto de 2018 h |

Ahora que llega el otoño, lo más habitual es que más de una persona coja una gripe y frente a ella se vacune. ¿Y qué pasa en el organismo entonces? Pues bien, el sistema inmunológico recuerda esa infección anterior y la correspondiente vacuna, de manera que las células inmunes trabajan para generar una respuesta rápida contra esa infección ya conocida por el cuerpo humano.

Este ‘recuerdo’, hasta ahora no conocido, ha sido el descubrimiento llevado a cabo por el Instituto de Investigación Médica Garvan de Australia y publicado recientemente en la revista ‘Nature Communications’.

El sistema inmunológico ‘recuerda’ las infecciones y las vacunas pasadas, así como el lugar donde se reúnen para generar una respuesta rápida.

Lo más llamativo de esta historia es que este microorganismo se ‘escondía’ a plena vista. La estructura solo se descubrió cuando los investigadores grabaron el sistema inmune en acción, utilizando un sofisticado microscopio 3D de alta resolución en animales vivos. Repleta de células inmunitarias, la estructura se encuentra estratégicamente posicionada para detectar infecciones de manera temprana, lo que la convierte en una ‘tienda’ de ventanilla única para combatir rápidamente una infección recordada.

Desde hace milenios se conoce que las personas expuestas a una infección a menudo están protegidas de contraer la misma; sin embargo, aún quedan dudas sobre cómo el cuerpo puede combatir rápidamente una infección a la que ha estado expuesto previamente (a través de una vacuna o de una infección anterior).

Nueva estructura

Los investigadores revelan la existencia de estructuras delgadas y aplanadas que se extienden sobre la superficie de los ganglios linfáticos en ratones. Estas estructuras dinámicas no siempre están presentes: en cambio, aparecen solo cuando es necesario para combatir una infección. Así, estos científicos denominaron a las estructuras FPS (focos proliferativos subcapsulares), las cuales vieron dentro de secciones de los ganglios linfáticos de los pacientes, lo que sugiere que ayudan a combatir la reinfección tanto en las personas como en los ratones.

A través del microscopio 3D observaron que varias clases de células inmunes se reunían en los SPF. Las células B de memoria, que transportan información sobre la mejor forma de atacar la infección, se agruparon allí. Lo mismo hicieron otros tipos de células que actúan como ayudantes.

Además, los investigadores también descubrieron que las células B de memoria estaban cambiando a células plasmáticas que combaten las infecciones. Este es un paso clave en la lucha contra la infección, ya que las células plasmáticas producen anticuerpos para reconocer y defenderse del invasor y proteger al cuerpo de las enfermedades.

“Fue emocionante ver las células B de memoria activadas y agrupadas en esta nueva estructura que nunca antes se había visto”, asegura Imogen Moran de Garvan, el primer autor del nuevo estudio. “Podríamos verlos moviéndose, interactuando con todas estas otras células inmunes y convirtiéndose en células plasmáticas ante nuestros ojos”.

El director de la investigación, Tri Phan, asegura que las estructuras SPF están perfectamente ubicadas para combatir las infecciones rápidamente, para que puedan detener la enfermedad antes de que se arraigue.

NUEVAS VACUNAS

La vacunación entrena el sistema inmunitario, por lo que puede producir anticuerpos muy rápidamente cuando reaparece una infección. Hasta se desconocía cómo y dónde sucedía esto. Phan asegura que el nuevo descubrimiento es un paso importante hacia la comprensión de cómo hacer mejores vacunas. “Hasta ahora nos hemos centrado en fabricar vacunas que puedan generar células B de memoria”, dice. “Nuestro hallazgo sugiere que ahora deberíamos enfocarnos en comprender cómo esas células B de memoria se reactivan para formar células plasmáticas, de modo que podamos hacer que este proceso sea más eficiente”.