En España, se diagnosticaron 20.392 nuevos cánceres de piel en el año 2023, según las estimaciones del Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer. Esto representa algo más de un ocho por ciento del total de los cánceres diagnosticados el pasado año. Motivo de ello, en el marco del Día Mundial del Cáncer de Piel, GM se ha puesto en contacto con José Luis López Estebaranz, jefe de servicio de dermatología del Hospital Fundación Alcorcón y presidente del Colegio Ibero-Latinoamericano de Dermatología (CILAD), para indagar sobre la evolución de la patología en cuanto a nuevas terapias diagnósticas y tratamientos.

Estebaranz alerta de que, en la actualidad, la incidencia del cáncer de piel sigue in crescendo. Saca a colación que, en 2030, en torno al 20 por ciento de la población estará en riesgo alto de desarrollar esta neoplasia cutánea a lo largo de su vida. “Estamos hablando de una epidemia de cáncer de piel“, subraya. Motivo de ello, incide en la importancia de apostar por la detección precoz, ya que “cuando los diagnosticamos precozmente nos permite una curación prácticamente total”.

En lo que respecta a las novedades ligadas a las nuevas técnicas diagnósticas, el dermatólogo saca a colación los test genéticos en enfermedades congénitas y en alteraciones vasculares. “El avance en la biología molecular y en los test genéticos nos está permitiendo identificar estas mutaciones y lo positivo es que han aparecido fármacos que intentan corregir estas alteraciones genéticas”, celebra. En esta línea, también califica a la dermatoscopia, junto con la microscopia, como puntas de lanza que permiten diagnosticar muchas lesiones melanocíticas, fundamentalmente pigmentadas, además del cáncer de piel, sobre todo el melanoma. De hecho, relata que se está utilizando para otras neoplasias e incluso para otras enfermedades inflamatorias. Estebaranz también hace referencia a que se han ido introduciendo otras técnicas de imagen como la ecografía, la microscopia confocal o la tomografía por coherencia.

IA y cáncer de piel

La llegada de la IA ha supuesto toda una revolución para la Medicina, en general, y para la dermatología, en particular. En el caso del cáncer de piel, se ha convertido en una excelente herramienta con la que diagnosticarlo y abordarlo precozmente.

En este sentido, el jefe de servicio de dermatología del Hospital Fundación Alcorcón alude a que, a parte de la cirugía, están apareciendo también otras terapias. “Desde hace años contamos con otras terapias como la fotodinámica e, incluso, radioterapia y moléculas que irradian y que eliminan las células neoplásicas“, manifiesta.

Para el especialista el futuro de su abordaje con la llegada de la IA será esperanzador. “Es una herramienta que nos va a permitir optimizar el tiempo y automatizar muchas más tareas“, señala el presidente del CILAD. Profundizando en ello, ejemplifica las ventajas que traerá consigo aludiendo a que si les mandan 20.000 imágenes por la red podrán realizar un screening con una fiabilidad mucho mayor, discerniendo a cuáles tendrán que prestarle más atención y explorarlas más de cerca. De hecho, pronostica que, en un futuro, “algoritmos de IA nos van a informar sobre qué profundidad tiene cada melanoma“, tomando como referencia las imágenes dermatoscópicas.

Apostar por la exploración rutinaria

Poniendo el foco sobre qué aspectos se podrían mejorar para garantizar un abordaje más eficiente de esta patología dermatológica, enfatiza en que es indispensable realizarse una revisión anual. “La piel la tenemos afortunadamente a la vista, la exploración rutinaria periódica de la superficie cutánea nos permitiría hacer un diagnóstico de cáncer de piel de forma precoz”, afirma. De hecho, Estebaranz subraya que una revisión anual va a descubrir muchas lesiones que a lo mejor pueden pasar desapercibidas inicialmente para un paciente porque no les da importancia hasta que ya son sintomáticas, empiezan a sangrar o crecen de forma rápida. “Es una exploración adecuada de la piel, que es fácil, que no es cara y que simplemente requiere la exploración completa de la superficie cutánea y de la mucosa”, agrega.

Como grandes innovaciones terapéuticas, Estebaranz destaca los inhibidores de la vía hedgehog, de hecho, señala que se están desarrollando vía tópica. Además, destaca los inhibidores de TD1 y TD1L, como el Pembrolizumab y el Nivolumab. “Nos permiten tasas de curación no antes conseguidas en melanoma avanzado, melanoma metastásico o con afectación ganglionar y en carcinoma espinocelular avanzado”, confirma. “Han supuesto un cambio radical en la esperanza de vida de los pacientes con melanoma o con carcinomas avanzados“, añade.

“Novedades en dermatología”, un congreso centrado en los últimos avances de la especialidad

La capital madrileña acogerá el próximo 14 de junio el Congreso “Novedades en dermatología”, evento centrado en profundizar en los avances y novedades de la especialidad y coordinado por Estebaraz. “Nuestra especialidad está avanzando muchísimo en los últimos años en las áreas de dermatología clínica, quirúrgica, ecológica y estética”, remarca. Entre los aspectos clave, señala el avance en el diagnóstico molecular y genético de muchas neoplasias y enfermedades inflamatorias.

De hecho, alega que el conocimiento de estas alteraciones moleculares y genéticas está permitiendo, además, la aparición de nuevos tratamientos en enfermedades como la psoriasis, la dermatitis atópica, el vitíligo e, incluso, en malformaciones vasculares congénitas. “Están apareciendo fármacos que inhiben el desarrollo de estas lesiones proliferativas”, garantiza.

Algoritmos de evaluación, dispositivos láser y fotoprotección

Por otro lado, destaca la existencia de escalas y algoritmos de evaluación con esta tecnología del tipo de lesiones y su graduación en psoriasis o en acné. Otro de los avances en los que incide son los ligados a la dermatología estética, en concreto los dispositivos de láser o de radiofrecuencia, que “permite abordar no solo problemas estéticos, sino también malformaciones vasculares o enfermedades como el vitíligo”. Además, ha remarcado el papel de la dermatoscopia como herramienta predictiva en cáncer de piel, “fundamentalmente para evaluar las lesiones pigmentadas melanocíticas”.

Los últimos avances en fotoprotección también adquirirán un papel protagonista. Al respecto, Estebaranz indica que es una cuestión sobre la que deben incidir para evitar el aumento del cáncer de piel por el efecto de la radiación ultravioleta, entre otras cosas. “Se puede desarrollar una fotoprotección personalizada según el fototipo de cada persona“, asegura. Esto es relevante dado que la radiación ultravioleta puede afectar de forma diferente en función de las características cutáneas. “En fototipos altos, se ha comprobado que incide más la radiación visible y produce más pigmentaciones, más melasmas y cloasmas”, concluye el jefe del servicio de dermatología del Hospital Fundación Alcorcón.


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