En España, el cáncer se posiciona como la segunda causa principal de fallecimiento. Se calcula que anualmente se presentan 264.500 nuevos diagnósticos y 114.800 defunciones debido a esta enfermedad. A pesar de los avances realizados en este ámbito, aún hay aspectos relacionados con el manejo de la patología y la prevención que requieren mejoras significativas. Esta ha sido una de las conclusiones que se pudieron extraer en una jornada organizada por la European Cancer Organisation y la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (Fundación ECO), donde se presentó el manifiesto “Time to Accelerate: Juntos Contra el Cáncer”.

En este sentido, el manifiesto refleja recomendaciones concretas que se deberían tener en cuenta para el futuro de la política oncológica de la UE. “Las próximas elecciones europeas serán clave para asegurar la continuidad del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer. Debemos asegurar un frente político unido que eleve a las instituciones que el cáncer continúa siendo un tema de alta primacía tanto para los españoles como para el resto de los europeos. Para ello, es fundamental que esa concienciación se inicie en cada Estado miembro, y que nuestro Gobierno sitúe también la lucha contra el cáncer como una prioridad en la agenda”, señaló Jesús García-Foncillas, presidente de la Fundación ECO.

Los profesionales participantes en el evento coincidieron en varios puntos relevantes: la necesidad de mejorar en prevención y en recursos para los profesionales. Por un lado se hizo especial hincapié en el consumo de tabaco de los españoles, entre un 19,8 y un 33,1 por ciento entre adultos menores de 65 años; y de alcohol, 10,5L anuales. Estas cifras se encuentran por encima de la media de la UE y son “puntos críticos”, cómo destacó García-Foncillas. Además, también se abordó el tema de la obesidad y, en concreto, de la tasa de obesidad infantil, ya que es un factor de riesgo significativo.

Jesús García-Foncillas e Isabel Rubio.

Asimismo, Isabel Rubio, presidenta de la European Society of Surgical Oncology (ESSO), destacó que “el objetivo es reducir la carga del cáncer, pero no solo mejorar la supervivencia sino también la calidad de vida de los pacientes”. “España puede y debe hacerlo mejor. Deberíamos ser un ejemplo a la hora de promover formas de trabajar innovadoras para investigar, tratar y apoyar a los pacientes de cáncer y a sus familias. Y aumentar los esfuerzos para desarrollar un registro nacional de tumores que se una a los registros europeos”, afirma la especialista.

Las recomendaciones que se han expuesto en el manifiesto “Time to accelerate” reflejan las perspectivas y experiencias recogidas durante cinco años en un periodo sin precedentes en la política de la UE sobre el cáncer. En el documento se destaca especialmente el ‘Plan Europeo contra el Cáncer’ y la ‘Misión de Investigación de la UE sobre el cáncer’, dos proyectos que deben seguir impulsándose.

Políticas de detección temprana

El derecho de los ciudadanos a mejores políticas de detección temprana del cáncer es uno de los puntos esenciales del manifiesto. En este sentido, estas políticas presentan grandes desigualdades en la UE. De acuerdo con datos de Eurostat de 2019, la tasa de detección del cáncer de mama en Rumanía era del 9 por ciento frente al 95 por ciento que presentaba Suecia. En el caso de la tasa de detección del cáncer colorrectal en 2023, Bulgaria mostró una tasa del 4 por ciento en contraposición con el 76 por ciento de Dinamarca.

Estas cifras hacen necesario reequilibrar y actualizar la política de la UE en materia de cáncer para optimizar mejor las oportunidades. En el manifiesto se exponen cuatro puntos clave en este aspecto: mejorar los conocimientos sanitarios de la población sobre los signos de alerta temprana del cáncer; aprovechar todo el potencial de las nuevas áreas de la ciencia y la comprensión, como el riesgo de cáncer hereditario; apoyar el uso de la IA en los programas de detección y diagnóstico temprano para mejorar la precisión y la eficiencia; e incorporar herramientas más recientes, como la biopsia líquida y las pruebas de detección precoz de cánceres múltiples.

European Cancer Pulse

Durante el evento, también se presentó el nuevo European Cancer Pulse, de la European Cancer Organisation, que ofrece una comparación entre España y otros países europeos. En este documento se expone, por ejemplo, que nuestro país cuenta con 9,33 equipos de radioterapia por millón de habitantes, frente al 7,38 de la media europea. Pero también, otros datos que dejan ver los desafíos que todavía debe afrontar España, como contar con 634 enfermeros por cada 100.000 habitantes, cuando la media europea es de 879, o que en 2027 harán falta 9.000 médicos. El envejecimiento de los profesionales es particularmente preocupante, ya que, en algunas áreas, cerca del 60 por ciento de los profesionales tiene más de 50 años.

José María Martín Moreno, en el atril durante su ponencia.

“Tenemos un SNS compuesto por servicios autonómicos de salud y esto genera desigualdades, desigualdades objetivas”, recalcó José María Martín Moreno, catedrático de la Universidad de Valencia y policy adviser del Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Salud. Este informe manifiesta también que las diferencias regionales entre organizaciones de salud y las dificultades en coordinación a nivel nacional conllevan a que en España el código postal es un determinante mayor que la genética cuando se trata de acceso a prevención y cuidado en cáncer. Un ejemplo de las grandes desigualdades regionales es el hecho de que hay 15 formas diferentes de detectar cáncer entre las CC.AA. Además, más del 90 por ciento de las regiones carece de cuidados psicológicos. No existen ni un registro nacional de cáncer ni un servicio nacional de detección, lo cual hace el seguimiento del progreso y sus dificultades particularmente complicado.

A lo largo de la jornada también se contó con la participación de los pacientes, en este caso representados por Natacha Bolaños, manager regional de Europe Lymphoma Coalition, quien resaltó que en las políticas de prevención se ha centrado principalmente en tumores sólidos. “Muchos cánceres hematológicos no tienen método de cribado. No es posible actuar en prevención frente a leucemias, linfomas, etc., lo cual es un problema”, aseguró Bolaños.

Además, los asistentes coincidieron en que no solo se puede centra el trabajo en las necesidades clínicas de estos pacientes, sino que hay que poner en foco en aspectos sociales mediante acciones como el derecho al olvido oncológico y las características de los largos supervivientes, entre otros.


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