La vacunación es una de las estrategias coste-efectivas más importantes en la prevención primaria de las enfermedades y, en especial, en adultos mayores. Las vacunas son una forma sencilla, inocua y eficaz de proteger contra enfermedades dañinas antes de entrar en contacto con ellas. Además, la pirámide de población en España continúa en proceso de envejecimiento. Según el INE el 1 de enero de 2019, un 19.3 por ciento tenían 65 o más años y se estima que en el 2068 podría haber más de 14 millones de personas mayores (un 29.4 por ciento del total), lo que pone de manifiesto la trascendencia de las vacunas para conseguir un envejecimiento satisfactorio y saludable. A pesar de ello, en nuestro entorno sanitario, la vacunación del adulto no recibe las mismas prioridades que la vacunación infantil.

Según el INE, en el 2068 podría haber más de 14 millones de personas mayores de 65 años

En este sentido, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha publicado una guía de recomendaciones para adultos mayores para la temporada 2023/2024 ante enfermedades tales como: gripe, difteria, tétanos, tosferina, neumococo, SARS-CoV-2, herpes zóster (HZ) y virus respiratorio sincitial (VRS)

Gripe

La vacunación antigripal en las personas de 65 o más años viene presentando una dinámica descendente (2005-2006 70,1 por ciento; 2009-2010 65,7 por ciento; 2019-2020 54, 7 por ciento) que se aleja del objetivo del 75 por ciento de inmunización en mayores y personal sanitario y sociosanitario. Por ello, se recomienda la vacunación a partir de los 60 años, siendo prioritaria en las residencias de mayores y centros de día, así como en la población de 80 y más años y al personal sanitario y sociosanitario que les atiende.

La vacunación antigripal en las personas de 65 o más años viene presentando una dinámica descendente

Para ello, se sugiere la captación activa de estas personas, con vacunación oportunista en cualquier contacto con el medio sanitario durante la campaña vacunal. Se recomienda la administración conjunta de las vacunas frente a la COVID-19 y gripe. Del mismo modo, se recomienda a todos los profesionales de la geriatría informar a pacientes, familiares y cuidadores de estos, que las vacunas salvan vidas. Finalmente, y para concluir, según la disponibilidad de vacunas en cada comunidad autónoma, se recomienda la vacunación antigripal en la población mayor, preferiblemente con las vacunas de inmunogenicidad reforzada (altas dosis, recombinante y adyuvadas), en personas con alto riesgo de padecer complicaciones, en personas que puedan transmitir la gripe a individuos de alto riesgo de complicaciones y en colectivos que realizan servicios esenciales para la comunidad.

Neumococo

Respecto a la vacuna antineumocócica se recomienda la vacunación sistemática a partir de los 65 años de edad con la vacuna de polisacáridos VNP23 y no se recomiendan dosis de recuerdo excepto en determinados grupos de riesgo. Por su parte la vacuna conjugada VNC13 (vacunación seriada) está indicada en la población adulta de grupos de riesgo. De hecho, en caso de utilizar pauta de vacunación seriada, si no hay vacunación previa, se recomienda empezar por vacuna conjugada y posteriormente con la vacuna de polisacáridos. Si ya se vacunaron a los 65 años con vacuna de polisacáridos se debe de completar con una vacuna conjugada.

Se recomienda la vacunación sistemática a partir de los 65 años de edad con la vacuna de polisacáridos VNP23

No obstante, la vacuna antineumocócica varía en función de la comunidad autónoma: En siete comunidades se recomienda vacunación a mayores o igual a 65 años, que no pertenezcan a los grupos de riesgo, con VNP20; seis regiones continúan recomendando para este grupo la VNC23; dos comunidades recomiendan la pauta seriada; en tres se recomienda la administración con VNC 20 a partir de los 60 años y en una sólo se recomienda la vacunación de los grupos de riesgo.

Difteria y Tétanos

Por otro lado, la vacunación frente a difteria y tétanos, la SEGG recomienda la primovacunación y dosis de recuerdo frente a tétanos y difteria en adultos, profilaxis antitetánica en lesiones potencialmente tetanígenas y profilaxis de tétanos puerperal y neonatal. De hecho, la pauta vacunal recomendada en España contempla la administración de cinco dosis frente a tétanos–difteria, a lo largo de toda la vida: adultos sin dosis previas (3 dosis de Td vacuna bivalente frente a tétanos y difteria), con un intervalo mínimo de cuatro semanas entre la primera y la segunda dosis y de 6 meses entre la segunda y la tercera. Posteriormente, se administrarán 2 dosis de recuerdo (Td o dTpa [vacuna trivalente frente a tétanos difteria y tosferina]) con un intervalo de uno a diez años entre dosis, hasta completar un total de 5 dosis.

La vacunación frente a difteria y tétanos, la SEGG recomienda la primovacunación y dosis de recuerdo

Además, se vacunará a adultos con primovacunación incompleta; adultos que han recibido cinco dosis o más en la infancia. Se administrará una única dosis de recuerdo en torno a los 65 años de edad; embarazadas nacidas en España recibirán una dosis de vacuna dTpa en el último trimestre de gestación; embarazadas que no han nacido en España y de las que no hay constancia de vacunación, se administrarán al menos, dos dosis de vacunación antitetánica durante el embarazo, con un intervalo mínimo de cuatro semanas. De hecho, una de las dosis será con dTpa administrada entre las semanas 27 y 36 del embarazo y recibirán una tercera dosis frente al tétanos, entre seis y doce meses después, para completar la primovacunación.

Tosferina

Asimismo, ante la reemergencia de la tosferina y con el objetivo de reducir la morbilidad en adultos, desarrollar inmunidad de grupo, disminuir la transmisión a los lactantes y reducir la incidencia de la enfermedad en todos los grupos de edad, son necesarias nuevas estrategias preventivas.

De esta manera se refuerza la inmunidad vacunal frente a la tosferina en los adolescentes, adultos y a embarazadas en el tercer trimestre, así como la vacunación del personal sanitario en áreas de pediatría y obstetricia, independientemente del tiempo transcurrido desde la última dosis de vacuna Td.

Herpes Zóster

Actualmente, hay dos vacunas autorizadas frente a herpes zóster, ambas indicadas para la prevención de HZ y la neuralgia posherpética en personas a partir de los 50 años de edad: la viva atenuada Zostavax de MSD (ZVL) y la vacuna Shingrix de GSK (HZ/su). En 2018, en el seno del Consejo Interterritorial, se revisó la vacunación en grupos de riesgo de todas las edades y se recomendó la utilización de HZ/su en cuanto estuviera disponible en personas con trasplantes hematopoyéticos, con trasplantes de órgano sólido, con el VIH en tratamiento con fármacos anti-JAK.

La SEGG recomienda la incorporación de la vacunación sistemática frente a HZ con la vacuna HZ/su en la población general, en la cohorte de 65 años en el 2022

En este sentido, la SEGG describe unas recomendaciones específicas. La sociedad apuesta por incorporar la vacunación con HZ/su en las personas a partir de los 18 años de edad con: trasplante de progenitores hematopoyéticos en los últimos dos años; trasplante de órganos sólido con tratamiento inmunosupresor o en lista de espera; tratamiento con fármacos anti-JAK; VIH bien controlado con terapia antirretroviral durante al menos un año; hemopatías malignas, tales como leucemias, linfomas o trastornos linfoproliferativos crónicos y tumores sólidos en tratamiento activo con quimioterapia recibida en los últimos 6 meses.

Asimismo la SEGG recomienda la incorporación de la vacunación sistemática frente a HZ con la vacuna HZ/su en la población general, en la cohorte de 65 años en el 2022, tras confirmación de disponibilidad de dosis. De hecho, en función de la disponibilidad de dosis se captará y vacunará al menos una cohorte por año comenzando por la cohorte que cumple 80 años y descendiendo en edad hasta alcanzar a la primera cohorte que se vacuno a los 65 años. Se podrá vacunar a las personas que han recibido vacuna ZVL con anterioridad, administrando la primera dosis de HZ/su al menos 5 años después. De hecho, actualmente 6 comunidades tienen vigentes campañas de vacunación activas, en las que destacan las de Madrid y Cataluña que tienen una estrategia de vacunación para dos cohortes: 80 y mayores de 80, y 65 años y mayores.

VRS

Entre 2016-2019 se establece definitivamente que el antigeno vacunal eficaz es la glicoproteína F en su forma prefusión (preF). De hecho, actualmente GSK ha diseñado un estudio dirigido para evaluar la eficacia de la vacuna RSVPreF3 OA para prevenir las infecciones respiratorias en vías bajas (IRVB) causada por VRS en adultos de 60 y mayores, mediante una dosis única y una dosis de revacunación anual. No obstante, actualmente, la vacuna Arexvy de GSK, formada por el antigeno RSVPreF y un adyuvante liposomal AS01, ha demostrado potenciar anticuerpos neutralizantes y células T CD4+ específicas contra el VRS.

La vacuna Arexvy de GSK, formada por el antigeno RSVPreF y un adyuvante liposomal AS01, ha demostrado potenciar anticuerpos neutralizantes y células T CD4+ específicas

En definitiva, en adultos mayores, las infecciones respiratorias por VRS se han constituido como un problema médico de gran impacto en los sistemas de salud y la prevención primaria mediante la vacunación ha demostrado ser eficaz ante la disminución del número de casos. Por tanto, la SEGG remarca que una adecuada política de vacunación podrá contribuir a disminuir el consumo de recursos y el gasto sanitario, a la vez que aumenta la calidad de vida de las personas mayores.

SARS-CoV-2

El objetivo actual de la vacunación frente a la COVID-19 es reforzar la protección de las personas más vulnerables y del personal sanitario y sociosanitario para reducir el impacto del virus SARS-CoV-2. Es más, en los últimos meses tanto en España como a nivel internacional, se observa una tendencia ascendente en la incidencia de infecciones y de hospitalizaciones por COVID-19, probablemente relacionada con la aparición de nuevas subvariantes de ómicron con mayor transmisibilidad y escape inmune (XBB1.5+F456L, EG.5 y BA.2.86). Sin embargo, no se ha observado un impacto en la gravedad y el aumento de las hospitalizaciones se ha producido fundamentalmente en el grupo de población de 80 y más años.

El objetivo actual de la vacunación frente a la COVID-19 es reforzar la protección de las personas más vulnerables y del personal sanitario y sociosanitario para reducir el impacto del virus SARS-CoV-2

En este sentido, se recomienda la vacunación a: personas de 60 años o más; personas de 5 años o más internas en centros de discapacidad y residencias de mayores, así como otras personas institucionalizadas de manera prolongada y residentes en instituciones cerradas; personas con condiciones de riesgo menores de 60 años; embarazadas en cualquier trimestre de gestación y mujeres durante el puerperio; personas convivientes con aquellas que tienen alto grado de inmunosupresión; personas que trabajan en servicios públicos esenciales; personal de centros y establecimientos sanitarios y sociosanitarios públicos y privados.

La vacunación frente a la COVID-19 en la población diana se recomienda independientemente del número de dosis recibidas con anterioridad. Se respetará un intervalo de al menos 3 meses desde la última dosis administrada o desde la última infección. Se priorizará la vacunación en residencias de mayores y otros centros de atención a la discapacidad y la población de 80 y más años. Asimismo, por la importancia estratégica que juega el personal sanitario y sociosanitario, también podrá priorizarse su vacunación.


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