“El principio más básico de cualquier servicio de atención de salud es, ante todo, no hacer daño”. Esta es la frase con la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) habla de la seguridad del paciente. Sin embargo, se ha demostrado que, tanto en países poco desarrollados como en los más desarrollados, se causan muchos perjuicios a los pacientes que tienen graves repercusiones humanas, morales, éticas y económicas y que se podrían prevenir.

En este contexto, el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid ha llevado a cabo la ‘I Jornada de Calidad Asistencial y Seguridad del Paciente en Centros Sociosanitarios (CSS)’, dirigida a profesionales del ámbito sanitario y sociosanitario interesados en la mejora continua. De hecho, este evento congregó a más de 600 profesionales (484 presenciales y 130 virtuales) de distintos ámbitos, siendo la primera jornada de estas características organizada a nivel nacional. En ella, 15 reconocidos ponentes de distintos ámbitos asistenciales sintetizaron los retos a los que se enfrenta el sistema sanitario en este ámbito y visibilizaron iniciativas innovadoras para mejorar la seguridad de los residentes de CSS.

Y, precisamente, sobre mejoras se habló en esta jornada. “Para eso diseñamos, desde el Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Ramón y Cajal, el ‘Sistema integrado de calidad y continuidad asistencial en centros sociosanitarios’, que fue presentado en la jornada, y que supone la implementación de la Medicina Preventiva de enlace entre el hospital y los centros sociosanitarios a él adscritos”, explica a Gaceta Médica Jesús María Aranaz Andrés, jefe de Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública de dicho hospital. “Las actuaciones inmediatas y a medio plazo del proyecto son fortalecer la cultura de seguridad y las reuniones periódicas con los referentes de seguridad; crear indicadores y actividades en higiene de manos y precauciones basadas en la transmisión; y desarrollar actividades comunes con los profesionales en las áreas del proyecto”, añade el especialista.

Por otro lado, a medio-largo plazo se plantean otros juicios como la mejora de los criterios de hospitalización por eventos adversos a partir de panel de expertos; la necesidad de desarrollar una taxonomía en seguridad del paciente en CSS; el desarrollo de proyectos de mejora continua; y analizar el efecto de la intervención.

Participantes en la jornada.

Calidad y seguridad

La conferencia inaugural, presentada por Alberto Giménez Artes, presidente de la Fundación economía y Salud, giró en torno a la coordinación social y sanitaria entre los diferentes niveles asistenciales y profesionales. Tema sobre el cual versó la primera mesa sobre ‘Iniciativas en calidad asistencial y seguridad del paciente: coordinación entre ámbitos asistenciales’, que fue moderada por Iván Molina Carbonell, subdirector general de Calidad e Innovación, Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid.

En el marco de este ámbito se abordaron diversos puntos clave como el desarrollo de estructuras de seguridad de los residentes en centros sociosanitarios, los sistemas integrados de calidad y continuidad asistencial en centros sociosanitarios, y el impacto de las bacterias multirresistentes en el ámbito sociosanitario.

En este sentido, Aranaz señala que “a pesar de la experiencia previa en el ámbito hospitalario, no hay suficiente evidencia en intervenciones dirigidas a la mejora de la seguridad del paciente en el ámbito sociosanitario. Esto se debe a varios motivos. Primero por la ausencia de herramientas específicas y definiciones estandarizadas en este ámbito; también por la heterogeneidad en los recursos estructurales de los CSS y, por último, debido a la falta de estructuras coordinadas entre ámbitos asistenciales”.

Del mismo modo hubo tiempo para debatir sobre la coordinación entre niveles asistenciales en la práctica clínica, sobre el futuro de la atención sociosanitaria en los centros residenciales, sobre el modelo UGAR para garantizar la continuidad en los cuidados y también sobre la atención integral al anciano en los centros sociosanitarios.

En este sentido, “hay que tener en cuenta que tan solo el cinco por ciento de las personas mayores residen en estos centros, pero constituyen un grupo con necesidades especiales y complejas, como la pluripatología y la polimedicación, de ahí la importancia de una atención integral y multidimensional que fomente la autonomía y prevenga la dependencia”, puntualiza Aranaz.

Desafíos en la atención sociosanitaria

“Los desafíos inmediatos pasan por la necesidad constante de equilibrar la oferta y la demanda, para así garantizar la sostenibilidad de un sistema universal que proporcione atención de alta calidad a un costo accesible”, indica el experto. Los servicios sanitarios y sociales en los CSS se enfrentan al reto de cuidar a pacientes de edad avanzada, polimedicados y vulnerables, que están en riesgo de experimentar con mayor facilidad eventos adversos asociados a la práctica clínica.

“De ahí la importancia de proporcionar más garantías de calidad asistencial y seguridad del paciente en su entorno natural, donde residen, junto con la necesidad de desarrollar iniciativas coordinadas para mejorar dicha atención”, señala Aranaz, que añade que “es necesaria una visión integral en la atención al paciente, así como la promoción del empoderamiento del individuo en su propia salud. Del mismo modo, la comunicación fluida entre administraciones es esencial y por supuesto la asignación de recursos específicos”.

Infecciones en ámbitos sociosanitario

La subdirectora adjunta de Calidad Asistencial, Dirección General de Salud Pública y Equidad en Salud del Ministerio de Sanidad, Nuria Prieto Santos, fue la encargada de presentar la conferencia sobre el Proyecto PRINCESS (Prevención de la Infección en Centros Sociosanitarios).

Asistentes durante la jornada.

“La prevención de la Infección en este ámbito tiene que cumplir unos prerrequisitos”, explica el experto, que añade, en referencia al Proyecto PRINCESS que “en primer lugar, para abordar la prevención de las infecciones hay que conocer el perfil de riesgo del CSS, considerando el número de residentes, el trabajo asistencial que se realiza y el perfil de profesionales disponibles. Tras dirigir la atención hacia la importancia de introducir elementos de mejora constantes para optimizar la calidad asistencial de las personas institucionalizadas, un elemento clave del proyecto e la mejora del cumplimiento de la técnica de higiene de manos de cara a disminuir las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria”.

Los expertos coincidieron en que las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria deben ser una de las principales áreas de actuación conjunta, pero también la mejora de las recomendaciones en la práctica clínica para reducir la sobreutilización, que en el caso de la población de los CSS estará más vinculada a la prescripción de fármacos.

Esta jornada tuvo gran acogida por parte de los profesionales y como indica el especialista el Sistema Nacional de Salud (SNS) presenta muchos retos actuales. “Tres son los retos del SNS del siglo XXI: la sostenibilidad de un sistema universal de bajo coste y buena calidad, conferir satisfacción al E-paciente, paciente activo y preocupado por la calidad, y la cronicidad, el envejecimiento junto con nuevas formas de envejecer que permitan mejorar la esperanza de vida en buena salud. Si en este tipo de centros moran pacientes vulnerables y expuestos a múltiples manipulaciones, son de alto riesgo y necesitan nuevas garantías de calidad asistencial y seguridad, y desde luego cuentan con todo nuestro apoyo”, concluye Aranaz.


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