El Ministerio de Sanidad acogió la jornada por el Día Mundial del Riñón donde se puso sobre la mesa la importancia de invertir en estrategias preventivas coordinadas, que se materialicen en el desarrollo de un Plan de Salud Renal de ámbito nacional. La jornada contó con el apoyo de la Federación de Asociaciones de Personas con Enfermedades Renales (ALCER) y la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN), que recalcaron la necesidad de actualizar la estrategia sobre la Enfermedad Renal Crónica (ERC) aprobada en 2015, para combatir el aumento de la prevalencia de ERC en nuestro país. Para ello se abogó por medidas de prevención, tanto primarias, como secundarias, para promover un diagnóstico precoz, un acceso equitativo a tratamientos renales y una mayor sensibilización social sobre el impacto de la enfermedad.

Itziar Bueno, presidenta de la SEDEN, Emilio Sánchez, presidente de la Sociedad Española de Nefrología, Beatriz Domínguez-Gil, directora general de la Organización Nacional de Trasplantes y Manuel Arellano, vicepresidente de ALCER

Una de cada siete personas sufrirá una enfermedad renal a lo largo de su vida

En este sentido, Manuel Arellano, vicepresidente de ALCER, alertó que una de cada siete personas sufrirá una enfermedad renal a lo largo de su vida, por lo que es fundamental poner en la agenda política y social esta pandemia. Por ello, Arellano apostó por la promoción de una información accesible y buena, de manera que los pacientes tengan a su disposición todo el conocimiento posible en torno a la ERC para que “el tratamiento se adapte a las necesidades del paciente y no el paciente al tratamiento. De esta manera los pacientes serán agentes protagonistas de su salud”.

Para ello, Itziar Bueno, presidenta de la SEDEN, señaló que “trabajar por visibilizar y prevenir la ERC es un reto que nos une a todas las personas que estamos hoy aquí. Necesitamos desarrollar actividades preventivas más eficaces desde la Atención Primaria. Solo así se mejorará en la detección de los estadios en que la enfermedad está oculta, retrasando su avance, y llegado el momento, continuar creando la oportunidad de ofrecer a nuestros pacientes todas las posibles opciones de tratamiento a tiempo. Ello también nos permitirá avanzar en la mayor y mejor promoción de las técnicas domiciliarias”.

“El trasplante es la mejor opción de tratamiento sustitutivo de función renal. Mejora notablemente la supervivencia y la calidad de vida en comparación con la diálisis”

Beatriz Domínguez-Gil, directora general de la Organización Nacional de Trasplantes

Por su parte, Emilio Sánchez, presidente de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) señaló que las líneas estrategias de la Sociedad están alineadas con esta mayor sensibilización social y por la apuesta de la prevención. El especialista reivindicó la relevancia de la especialidad, porque se trata una enfermedad con un elevado coste tanto personal como económico. Por ello, las estrategias de prevención se erigen como un pilar fundamental. “Es importante implantar programas de prevención y detección temprana en la población de riesgo, para detectarla antes de que llegue a sus fases más avanzadas”, apuntó Sánchez. Del mismo modo, ponderó la importancia de la promoción de la diálisis domiciliaria y el trasplante renal, ya que son tratamientos costoeficientes y con una trascendencia notable en la mejora de la calidad de los pacientes.

En esta línea, Beatriz Domínguez-Gil, directora general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) aseveró que la mejor estrategia es la prevención, el diagnóstico precoz y las nuevas opciones terapéuticas, dado que mejoran notablemente la calidad de vida de los pacientes, como la diálisis domiciliaria o el trasplante renal. De hecho, subrayó que el “trasplante es la mejor opción de tratamiento sustitutivo de función renal. Mejora notablemente la supervivencia y la calidad de vida en comparación con la diálisis, además de contribuir a la sostenibilidad del sistema sanitario por su menor coste”.

Equidad en la atención de la ERC

Asimismo, durante la jornada se analizaron otros aspectos esenciales en torno a la enfermedad renal crónica como la equidad en la atención. En esta línea, Manuel Arellano, Nuria Prieto, subdirectora adjunta de Calidad Asistencial del Ministerio de Sanidad, Inmaculada Mediavilla, presidenta de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), Mónica López, directora de Programas en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), y David Arroyo, vocal de la S.E.N. aseguraron que es un ámbito donde queda mucho trabajo por realizar, debido a la gran heterogeneidad y la gran variabilidad del abordaje por parte de las comunidades autónomas, e incluso de los propios hospitales, que hacen que la inequidad sea una realidad patente.

(Izda a dcha) Nuria Prieto, subdirectora adjunta de Calidad Asistencial del Ministerio de Sanidad, Mónica López, directora de Programas en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), David Arroyo, vocal de la S.E.N., Manuel Arellano, vicepresidente de ALCER e Inmaculada Mediavilla, presidenta de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA).

“Una mayor sensibilización social ayudará a reducir las inequidades tan grandes que existen actualmente”

Manuel Arellano, vicepresidente de ALCER

Según un reciente estudio realizado por ALCER en 13 provincias de cuatro comunidades -Aragón, Castilla La Mancha, Galicia y Valencia- más del 50 por ciento de las personas con ERC en diálisis tienen que desplazarse fuera de su localidad de residencia para recibir su tratamiento y más del 50 por ciento de las personas en hemodiálisis tienen su hospital de referencia en una localidad distinta a la que residen. “Estos datos reflejan que hay una gran dispersión geográfica e inequidad en el acceso a los tratamientos renales, por lo que pedimos a las administraciones medidas para corregirlo”, asegura Arellano.

Por ello, el vicepresidente de ALCER apuesta por la creación de un plan, con recursos económicos que ponga la ERC en el mapa y puede hacer que la sociedad la conozca como conoce otras patologías como el cáncer, o terminología como creatinina y albuminuria, como ya se habla de forma natural de glucosa, colesterol o hipertensión. De esta manera la mayor sensibilización social ayudará a reducir las inequidades tan grandes que existen actualmente. En este sentido, todos los expertos de la mesa coincidieron en la importancia de definir las causas de la inequidad y los puntos de mejora en el acceso a los tratamientos. Además, señalaron la necesidad de tener claro cuáles son las causas derivadas de los datos sociales de los pacientes y cuáles las que depende del sistema sanitario, para así trabajar en medidas que garanticen la equidad y el acceso al mejor tratamiento renal sustitutivo.

Actualización de la estrategia de prevención

Esta realidad subraya la necesidad de actualización de la estrategia de prevención, detección precoz y tratamiento de la enfermedad renal crónica. De hecho, esta línea argumental se ahondó en la última mesa redonda de la jornada de la mano de Beatriz Domínguez-Gil, Juan Carlos Julián, director general de ALCER, María Jesús Puchades, secretaria de la S.E.N. y Nuria Montero, miembro de la junta directiva de la S.E.N. quienes reivindicaron el fomento y optimización del trasplante renal de donante vivo y el fomento de los tratamientos domiciliarios (hemodiálisis domiciliaria y diálisis peritoneal).

La ONT continúa buscando fórmulas para el abordaje de diferentes retos en el ámbito del trasplante renal

En este sentido, la ONT continúa buscando fórmulas para el abordaje de diferentes retos en el ámbito del trasplante renal. Es necesario introducir mejoras en la indicación del trasplante, continuar incrementando la disponibilidad de órganos, optimizar la utilización de órganos de donantes con criterios expandidos, mejorar la protección socio-laboral del donante vivo y sofisticar las herramientas de evaluación de resultados postrasplante.

Optimización de los tratamientos

En cuanto a los tratamientos domiciliarios se explicó que estas terapias son modalidades de diálisis realizadas en el hogar del paciente, más flexibles y personalizadas que otros tratamientos tradicionales y proporcionan múltiples beneficios clínicos a la vez que mejoran la autonomía y la calidad de vida de los pacientes. Además, facilitan su conciliación laboral y familiar, y contribuyen a la sostenibilidad económica y ambiental del sistema sanitario. Sin embargo, el empleo de estas terapias está muy por debajo del uso de las tradicionales, por lo que es preciso promover un cambio cultural y de educación en los pacientes. Además, se traduciría en un ahorro económico a corto/medio plazo por los elevados costes de la hemodiálisis tradicional.

Los tratamientos domiciliarios son modalidades de diálisis más flexibles y personalizadas que proporcionan más beneficios clínicos y mejoran la autonomía y calidad de vida de los pacientes

De ahí la necesidad de optimizar los tratamientos renales, con el fomento de las técnicas domiciliarias, “pero también de detectar antes la ERC, para evitar que llegue a sus estadios más avanzados y actuar en la reducción de su progresión”, indicó Julián. Asimismo, añadió que la ERC tiene bien definidos los factores de riesgo y las enfermedades que pueden causarla, como la diabetes, pero aún no se ha logrado implantar en los protocolos sanitarios las pruebas para medir la función renal (análisis de orina y de sangre), que son accesibles y baratas para cualquier sistema sanitario y ayudarían a un mayor diagnóstico de la ERC en las etapas tempranas, en especial en los pacientes de riesgo.

Nefrología integral

Por su parte, Puchades destacó la importancia de trabajar en una nefrología integral, con equidad en todos sus ámbitos, haciendo hincapié en la detección precoz de la ERC como mejor estrategia para disminuir su progresión y sus complicaciones. En este sentido, también subrayó la importancia de que las pruebas para determinar la albuminuria y el filtrado glomerular en orina y sangre, con las que se establece la insuficiencia renal, formen parte de la rutina clínica al mismo nivel que otras pruebas para la estimación no sólo de enfermedad renal, sino también de riesgo de enfermedad cardiovascular. Esto facilitaría el diagnóstico precoz y tratamiento en los pacientes de riesgo. Asimismo, aseguró que vivimos en una etapa esperanzadora con nuevas terapias y tratamientos que están logrando reducir la progresión de la ERC y la mortalidad de los pacientes, y que deben estar al alcance de todos.

Javier Padilla, Secretario de Estado de Sanidad y Emilio Sánchez, presidente de la S.E.N. durante la clausura de la jornada

“Es necesaria una estrategia nacional común sobre Enfermedad Renal Crónica, y un mayor compromiso por parte de todos los agentes implicados para intentar frenarla”

Emilio Sánchez, presidente de la Sociedad Española de Nefrología

Para finalizar, el presidente de la S.E.N. fue el encargado de poner el broche final a la jornada indicando que, para avanzar de forma unificada en todas estas cuestiones, “es necesaria una estrategia nacional común sobre Enfermedad Renal Crónica, y un mayor compromiso por parte de todos los agentes implicados para intentar frenarla. Para ello debemos enfatizar en la prevención y el diagnóstico precoz, a través de la colaboración con la Atención Primaria, e implementando actuaciones y medidas que mejoren el tratamiento y la calidad de vida de las personas afectadas”.


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