José Ramón Arribas, del Hospital Universitario La Paz, se ha convertido en el nuevo presidente de GeSIDA; este es el Grupo de Estudio del Sida de la SEIMC (Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica). Arribas toma el relevo de Esteban Martínez, del Hospital Clínic de Barcelona, en esta responsabilidad que ejercerá durante los dos próximos años; desde ella trabajará para reforzar y consolidar el liderazgo de infectólogos y microbiólogos españoles tanto en investigación básica y epidemiológica en VIH, como en el abordaje de la infección y sus comorbilidades.

Los retos prioritarios que se marca Arribas al frente de GeSIDA en la lucha contra el VIH son el avance en la prevención mediante una mayor información y concienciación de la necesidad de tomar precauciones, especialmente en colectivos más expuestos y a través de estrategias como la profilaxis pre-exposición (PrEP); la disminución de los casos de diagnóstico tardío, aprovechando todas las oportunidades de detección que se presentan tanto en la Atención Primaria como en la hospitalaria; el estudio de nuevas estrategias de tratamiento y la lucha contra las comorbilidades y coinfecciones asociadas al VIH –especialmente en aquellos pacientes de mayor edad–, campo este último en el que la investigación científica española se sitúa como referencia internacional.

Respecto a las estrategias de prevención, Arribas considera prioritario frenar las nuevas transmisiones por vía sexual, especialmente en colectivos donde se registra una mayor incidencia (por ejemplo, el de hombres que tienen sexo con otros hombres); para lograrlo aboga por nuevas estrategias costo eficientes, complementarias a las ya existentes. Entre ellas destacan la PrEP, cuyo uso fue aprobado en España gracias, en buena medida, a las recomendaciones y al liderazgo científico de colectivos como GeSIDA.

Datos sobre VIH

Según los datos oficiales más recientes, en España viven entre 130.000 y 160.000 personas infectadas por el VIH. De estas, cerca del 20 por ciento desconocen que lo están, diagnosticándose cada año más de 3.000 nuevos casos de esta infección, la gran mayoría, hombres jóvenes que tienen sexo con otros hombres. Estos datos ponen de manifiesto que no se puede bajar la guardia y que es necesario realizar esfuerzos adicionales para alcanzar los objetivos de ONUSIDA 95-95-95 para el año 2030, fundamentalmente en la prevención y el diagnóstico precoz de la infección.

Los objetivos 95-95-95 de ONUSIDA para el control del VIH se traducen en que el 95% de personas con VIH estén diagnosticadas; de esas, el 95 por ciento estén en tratamiento y al menos el 95% con carga viral indetectable. Además, se trabaja en un cuarto 95 para que las personas tengan una buena calidad de vida y cero discriminación.

Respecto a las coinfecciones, el nuevo presidente de GeSIDA resalta la importancia de dedicar recursos a la hepatitis C, en especial, universalizar el tratamiento con los nuevos antivirales de acción directa que podrían permitir erradicar la infección por este virus a medio plazo. También a la infección por el virus del papiloma humano y la tuberculosis; enfermedades infecciosas que continúan siendo prevalentes en la población infectada por el VIH en nuestro medio. Arribas también destaca que como consecuencia del éxito del tratamiento antirretroviral se ha conseguido igualar prácticamente la esperanza de vida de la población afectada a la general; esto ha deparado un nuevo escenario que atender: la aparición de comorbilidades propias de la edad, tales como las enfermedades cardiovasculares, neoplasias, los trastornos metabólicos, la enfermedad renal, la osteoporosis y el deterioro cognitivo; aspectos cuyo adecuado cuidado es tan importante como el control del VIH.

Retos desde la investigación

El nuevo presidente de GeSIDA trabajará en estos retos, principalmente desde la investigación, pero sin renunciar a otros ámbitos como el de la sensibilización, información y difusión de conocimiento y fomento de las buenas prácticas profesionales. En este sentido, José Ramón Arribas se propone de manera específica mantener e intensificar la colaboración con organismos sanitarios, asistenciales y de investigación, fruto de la cual en los últimos años se han realizado o renovado distintos documentos consensos, con recomendaciones para los profesionales sanitarios que intervienen en la atención de pacientes infectados.

Mención especial precisa el reconocimiento de la Especialidad de Enfermedades Infecciosas, una cuestión sobre la que, asegura Arribas, se seguirá trabajando con el fin de que el Gobierno atienda a “las reclamaciones que venimos haciéndole profesionales y grupos políticos, ya que sólo así conseguiremos preservar la calidad de la atención en nuestro país y asegurar el relevo generacional de los médicos que han de atender a los miles de pacientes que en España padecen algún tipo de patología infecciosa”, una cuestión que toma una especial relevancia en el actual contexto de la pandemia de la COVID-19.


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