Desde el aumento de inversión en sanidad pública, hasta el “rescate” de Osakidetza desprivatizando los servicios sanitarios que han sido privatizados en los últimos años, pasando por una cobertura sanitaria universal, el ámbito de la salud tiene un un gran peso en el programa electoral de Podemos Euskadi de cara a las elecciones del próximo 21 de abril en el País Vasco.

Y es que se comprometen a blindar la sanidad pública en los presupuestos a través de un incremento de la inversión en sanidad hasta alcanzar el 7 por ciento del PIB, en línea con los países más avanzados de la UE. “Aumentaremos los niveles de inversión en sanidad, incrementando la financiación de Osakidetza-Servicio Vasco de Salud al menos, hasta el 7 por ciento del PIB de Euskadi a lo largo de la próxima legislatura, y el 1 por ciento del PIB para Atención Primaria”, apuntan en el programa.

Asimismo, la formación vasca, encabezada por Miren Gorrotxategi, defiende una cobertura sanitaria universal que incluya tanto a las personas que viven en Euskadi como a aquellas que hayan salido al extranjero, y propone la concesión de la tarjeta individual sanitaria a cualquier ciudadano que resida en la comunidad.

En este contexto, quieren acabar con todo tipo de privatización en salud, conciertos, etc. Su deseo es que “la sanidad pública tenga gestión pública directa de forma exclusiva”. Por ello, quieren derogar el Real Decreto 15/97 sobre habilitación de nuevas formas de gestión del Sistema Nacional de Salud.

Además, quieren crear un fondo de producción médica para participar en empresas que se dediquen a la producción de material médico, logrando así “asegurar que los materiales necesarios se produzcan en Euskadi y lo público se encargue de proveerlo”.

Personal sanitario

Por otro lado, Podemos Euskadi se compromete a mejorar las condiciones laborales del personal sanitario “consolidando las plantillas y reduciendo la interinidad“.

En este contexto, marcan como prioridad reforzar la Atención Primaria (AP) aumentando las plazas de personal y reduciendo las ratios actuales de atención, dotando a estos equipos y personal de una mayor autonomía de gestión y capacidad resolutiva. También quieren incrementar de manera significativa los presupuestos para AP, que “deberían situarse en torno al 25 por ciento del presupuesto sanitario”.

Además, pretenden conformar equipos multidisciplinares propios de Osakidetza de oncólogos/as, enfermeros/as, psicólogos/as y trabajadoras/es sociales sanitarias. En este sentido, Podemos Euskadi se compromete a garantizar que todas las unidades oncológicas pediátricas del País Vasco cumplan con los estándares y recomendaciones de las unidades asistenciales del cáncer en la infancia y adolescencia definidos a nivel europeo y estatal, así como a desarrollar políticas de financiación públicas estables que garanticen la continuidad y sostenibilidad de la investigación en cáncer infantil y adolescente a largo plazo.

Entre otras medidas sanitarias, también destaca el cambio del actual modelo sanitario orientado a la cronicidad o la inclusión de las residencias dentro del sistema sociosanitario público vasco.

Salud mental

En el ámbito de la salud mental, la formación ve necesaria una ley específica de Salud Mental, optimizando el nivel asistencial ofrecido por la Red de Salud Mental, coordinando sus recursos con los de atención primaria, especialmente en el seguimiento de los trastornos mentales comunes o menos graves. Para ello, proponen tasas mínimas de 18 psiquiatras, 20 psicólogos clínicos y 23 profesionales de enfermería especializados en salud mental por cada 100.000 habitantes.

“Lucharemos por un Plan de Salud Mental con financiación específica. Los presupuestos asignados a la Salud Mental son escasos ya que no es una prioridad en la agenda política”, añaden en el programa.

Además, quieren crear un mapa autonómico de servicios socio-sanitarios, con un plan específico de integración social que contemple la ayuda domiciliaria canalizada a través de los servicios de Atención Primaria y hospitalización a domicilio. Así, apuestan por una Agencia de coordinación y promoción de la salud mental en cada territorio histórico o, al menos, para el conjunto de Euskadi, con refuerzo de redes de apoyo psicosocial y mayor dotación de recursos a asociaciones de familiares y enfermos, siempre favoreciendo la erradicación del estigma.

Cambio climático y medioambiente

A través del Plan Vasco de Salud y Medioambiente, Podemos quiere evaluar y monitorizar los riesgos para la salud asociados a la contaminación ambiental, así como desarrollar estrategias de prevención y control de la contaminación ambiental en colaboración con expertos y comunidades locales.

En este sentido, apuestan por promover la investigación científica sobre los vínculos entre la salud humana y el medio ambiente. Además, se comprometen a fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones relacionadas con la protección del medio ambiente y la promoción de la salud. Y otro aspecto importante en el que incide la formación es en garantizar el acceso equitativo a servicios de salud de calidad y a entornos saludables para todas las personas.

En este contexto, el cambio climático es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la sociedad. “O reducimos drásticamente las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, y lo hacemos pronto, o entramos en una trayectoria de no retorno y los efectos del cambio climático serán graves e irreversibles”, señalan en el programa.

Por ello, en la próxima legislatura se marcan la “tarea urgente” de caminar hacia una transformación verde de nuestra economía y de la industria vasca que sea sostenible y responsable con las generaciones venideras. Así, Podemos Euskadi propone una nueva Ley de Cambio Climático más ambiciosa y “que no esté al servicio de los grandes oligopolios energéticos”.

Además, la formación asegura que la transición económica debe avanzar de forma paralela a la transición energética si se quiere tener éxito a la hora de hacer frente a la emergencia climática y hacerla compatible con los límites del planeta. “Nos comprometemos a poner fin a la dependencia de Euskadi de los combustibles fósiles de manera urgente, estableciendo un objetivo claro de transición hacia un sistema energético basado al cien por cien en energías renovables para el año 2045, asegurando precios asequibles tanto para la industria como para la ciudadanía”, recalcan.

Finalmente, también se comprometen a aumentar la inversión en investigación y desarrollo de tecnologías limpias y renovables, así como en soluciones innovadoras para la eficiencia energética y el almacenamiento de energía.