La UCI pediátrica de La Paz sigue sin funcionar tras la readmisión del jefe de la unidad, Pedro de la Oliva. Aunque los menores que estaban ingresados tienen asegurado el servicio porque han sido distribuidos a otras unidades del mismo servicio, la consejera de Sanidad madrileña, Fátima Matute, ha reconocido que “todo se puede resentir cuanto más tiempo pase”.

En todo caso, Matute ha sido muy clara: “Estamos del lado de los profesionales”. Así se ha expresado la consejera ante los medios, tras un evento en el Hospital Ramón y Cajal, donde también ha explicado que la Consejería “acata la resolución que ha dictaminado la jueza”, pero ha asegurado no compartirla.  

“Nosotros creemos en la separación de poderes y, como medida cautelar, han hecho que se restituya a este jefe de servicio en su puesto y es lo que hemos hecho”, ha indicado Matute. “Obviamente, no lo compartimos porque por eso estamos trabajando para conseguir que la situación se normalice y que esos veinte profesionales que se han dado de baja y que todo el mundo que no quiere trabajar en ese servicio puedan estar en unas condiciones laborales óptimas”, ha aclarado.

Lo primero que hicieron, ha dicho Matute, fue asegurar el servicio a los pacientes y lo segundo, junto a sus asesores, ha sido “trabajar para hacer las alegaciones y todo lo que tengamos que hacer para solucionar este evento”. “No nos olvidemos que es un área de las más frágiles que existen, que es una UCI pediátrica, de nuestros bebés, de nuestros niños madrileños”, ha concluido.


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