Cuáles han sido los criterios de selección y por qué ha primado la deslocalización frente a la densidad de población. El pasado lunes, la Comunidad de Madrid hizo público su malestar con el Ministerio de Sanidad por un asunto que no solo incomodó a la consejería que dirige Matute, sino que también despertó las críticas de un grupo de oncólogos que no entendían cómo se habían seleccionado los futuros Cancer Comprehensive Centers (CCCs). Estos centros están llamados a ser, en un futuro próximo, los centros de referencia en la atención integral de los pacientes con cáncer en España. 

Lo que se dice desde Europa, en palabras de su comisaria de Salud, Stella Kyriakides, es que se está avanzando “para establecer la primera red de centros oncológicos integrales de la UE para el año 2025”. Esta iniciativa, enmarcada en el Plan europeo contra el cáncer, pide que, en 2030, sean estos centros los que traten al 90% de los pacientes con cáncer en el territorio nacional.

En el marco de un evento celebrado en agosto bajo el paraguas de la presidencia española del Consejo Europeo, se celebró el encuentro  ‘Reunión de Alto Nivel: Desafíos en la atención del cáncer’. En este, participó Simon Oberst (Director de Calidad y Acreditación de la Organización Europea de Institutos del Cáncer), cuya presentación abordó algunos de los requisitos que deberían tener los Comprehensive Cancer Centers para formar parte de esta red. Entre ellos se incluye que el centro cumpla altos estándares de calidad en términos de investigación, asistencia y otros aspectos como la prevención. Asimismo estos centros deben impulsar el trabajo multidisciplinar y disponer de enfoques innovadores en el abordaje oncológico.

Plazos y comunicación

La polémica en torno a la selección de centros comenzó el pasado 14 de noviembre, han explicado fuentes de la Consejería de Sanidad madrileña a Gaceta Médica, cuando les citó el Ministerio para mantener una reunión. En el encuentro, según las mismas fuentes, se explicó “el proyecto y las intenciones del Ministerio y que todo iba a estar pilotado por Vall d’Hebron y el Instituto Catalán de Oncología”. En esa cita, se le explicó a la Consejería que tenían hasta el día 27 de noviembre para elegir el CCC de Madrid, pero la Consejería decidió presentar no solo uno, sino ocho centros.

Dos días después, el día 29 de noviembre, “se notifica que eligen La Paz sin más explicación y se nos dan 24 horas para ratificar si aceptamos”, señalan las fuentes de la Consejería. “Respondemos que sí, pero planteamos ese mismo día un escrito pidiendo los criterios de selección escogidos, el procedimiento y preguntamos por qué no se han elegido más centros de Madrid, ya que tiene muchísimos centros acreditados internacionalmente”, defiende la Consejería. Desde la Comunidad de Madrid han comunicado tras una reunión mantenida por Fátima Matute, consejera de Sanidad, con los gerentes y jefes de Servicio de los centros madrileños, que trasladarán a la Unión Europea su disconformidad por el reparto del Ministerio de Sanidad en los futuros centros de referencia para la atención del cáncer en España, calificándolo de “opaco, arbitrario y poco transparente”.

Madrid presentó dicho documento el día 30 de noviembre y, hasta la fecha en la que se escribe este artículo, no ha obtenido respuesta por parte del Ministerio. En dicho documento, al que ha tenido acceso Gaceta Médica, la Dirección General del SERMAS expresa su “deseo de conocer los criterios de selección entre los 20 centros solicitantes” y también “cuáles han sido los hospitales seleccionados para poder trasladar la respuesta” a sus “centros solicitantes de afiliación”.

Por otro lado, en el mismo documento, Madrid asegura que otros siete centros de su territorio cumplían las premisas. Estos son el 12 de Octubre, el Ramón y Cajal, el Puerta de Hierro, el Clínico San Carlos, La Princesa, el Gregorio Marañón y la Fundación Jiménez Díaz. “Consideramos que es difícil justificar que la selección se produzca por criterios distintos a los estrictamente científicos. Para esta Dirección es muy difícil trasladar a esos siete centros y a sus profesionales y pacientes, el porqué, después de hacer un gran trabajo laborioso para presentar la mejor solicitud posible, han sido rechazados”, puede leerse en el documento.

“No sabemos los criterios de selección, ni quiénes lo determinan y eligen”, insisten las fuentes de la Consejería anteriormente citadas. “Lo que está claro es que este proyecto europeo de 90 millones de euros recomienda atender de este modo al 90 por cien de la población. Si no se cuenta con más centros de Madrid, donde se atiende al 35 o 40 por cien de la población con cáncer es imposible cubrir el cupo que señala Europa”, zanjan. 

SEOM recoge el malestar de los centros aunque recuerda que no es la selección definitiva

Desde la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se hacen eco del malestar causado entre algunos centros, aunque tras contactar con el Ministerio, recuerdan que este primer paso en la designación de centros es “una primera aproximación” y no es exactamente “una selección de los primeros centros integrales de cáncer”. “Es lo que se llama una selección de centros afiliados, que supone una puesta en marcha piloto de lo que van a ser los centros integrales de cáncer, que se estima que sean cerca de 50 en toda España”, ha recalcado César Rodríguez, presidente de SEOM.

Aun asumiendo la polémica “por la forma de realizar el proceso”, desde SEOM se ha contactado con el Ministerio para interesarse por el “malestar” que se ha generado y también para ofrecer asesoramiento a administraciones y centros.

“El futuro es disponer de centros de referencia, en un número bastante elevado, por lo menos eso es lo que se nos ha transmitido, y centros asociados que permitan igualdad y equidad en el acceso al tratamiento del cáncer en toda la población”, ha concluido.


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