La Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y ocho sociedades latinoamericanas de Hematología (Argentina, Colombia, Guatemala, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela) han consensuado la Declaración Iberoamericana de Hematología, un documento de recomendaciones basado en las conclusiones de la I Cumbre Iberoamericana de Hematología, celebrada recientemente en Madrid. Los asistentes a este encuentro “compartimos la necesidad de establecer un marco conjunto de colaboración con el objetivo de intercambiar conocimientos y experiencias para el desarrollo de acciones futuras”, explica Jorge Sierra, presidente de la SEHH.
En este documento, se recomienda fijar como una de las acciones prioritarias la homogeneización del contenido de la especialidad de Hematología y Hemoterapia, haciendo especial hincapié en la definición del cuerpo de conocimiento de la misma y teniendo en cuenta la heterogeneidad de las leyes que rigen y regulan a los países firmantes de esta declaración.
Además, se aboga por formalizar una agenda conjunta de acciones a llevar a cabo en relación con diferentes asuntos de interés común: formación de tutores, congresos iberoamericanos, programas de afiliación conjunta con la SEHH, becas iberoamericanas, programas de calidad en diferentes ámbitos de la especialidad, revista de alto impacto en español, programas de intercambio entre países, proyectos de investigación, registros comunes o comparativos, protocolos estandarizados de consenso, día de la hematología, etc.
Para llevar todas estas acciones a buen puerto, “se constituirá un grupo de trabajo con representación de todas las sociedades latinoamericanas de Hematología firmantes, dejándose abierta esta declaración a futuras incorporaciones de aquellos países iberoamericanos que no acudieron a la reunión de Madrid”, afirma Ramón García Sanz, presidente electo de la SEHH.
Ocho sociedades latinoamericanas de Hematología con realidades diversas
La Sociedad Argentina de Hematología cuenta con 1.315 socios. Según su presidenta, Dorotea Fantl, la principal actividad de esta sociedad científica es “divulgar el conocimiento científico en el campo de la hematología desarrollando diversas actividades científicas”. Además, “nuestros retos se centran en afianzar la integración, incluir a los más jóvenes, ser un referente nacional en salud y consolidar las relaciones internacionales”, añade.
Javier Ignacio Godoy, presidente de la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología (ACHO), ha explicado cómo “esta sociedad científica ha iniciado su registro de neoplasias hematológicas y ha establecido un programa de colaboración con el Programa Español de Tratamientos en Hematología (PETHEMA), de la SEHH, con el fin de ampliar el registro de pacientes afectados por neoplasias hematológicas y evaluar los resultados de los diferentes protocolos de tratamiento”
Myriam Eleonora Juárez, de la Asociación de Hemato-Oncología de Guatemala, ha apuntado que “el ámbito de desempeño de esta sociedad científica es la hematología oncológica, fundamentalmente”. Nació en 2000 y cuenta en la actualidad con 44 integrantes, 24 de ellos hematólogos. Sus principales fines son: proporcionar educación médica continuada, fomentar la investigación ética y participar en el desarrollo de la ciencia y la tecnología, y proyectarse hacia la comunidad en las áreas asistencial, educativa e investigadora. “No existe formación de la especialidad en Guatemala, por lo que hay que marcharse a México, España o China para poder realizarla”.
Al igual que la SEHH, la Agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología ha cumplido 60 años en 2019. Esta sociedad académica sin fines de lucro se fundó el 20 de abril de 1959. “Se tomó el acuerdo de establecer una agrupación de carácter oficial para cuya integración sirvieran de base los profesionistas que asistían a reuniones semanales en que se efectuaban actividades académicas”, comenta Roberto Ovilla, presidente del Grupo Cooperativo de Hemopatías Malignas de México y miembro de la Agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología. Este experto ha destacado “la necesidad de una integración iberoamericana para poner en marcha proyectos conjuntos y luchar por el acceso de los pacientes de Iberoamérica a los mejores tratamientos”.
La Sociedad Panameña de Hematología se fundó en 1991 y hoy día cuenta con 35 miembros (25 hematólogos de adultos y 10 hematólogos de niños). La mayor concentración de especialistas está en la ciudad de Panamá. El representante de esta sociedad científica, José Luis Franceschi, ha explicado que en Panamá “existe un Programa Nacional de Residencia de Hematología Clínica, revisado por última vez en el primer semestre de 2019 y avalado por la Universidad Nacional de Panamá”.
José Carlos Huaylinos, vicepresidente de la Sociedad Peruana de Hematología, ha destacado en su intervención “el gran cambio de nuestra sociedad científica en estos últimos 6 años, con la creación de grupos de trabajo en insuficiencia medular, mieloma múltiple, linfomas, leucemias agudas, trasplante de médula ósea, citopenias inmunes, mieloproliferativos crónicos, hemofilia y trombosis”. Fundada en 1964, cuenta en la actualidad con 220 asociados entre hematólogos clínicos y residentes de la especialidad.
Lilián Díaz, presidenta de la Sociedad de Hematología del Uruguay, ha explicado cómo surge la hematología en este país y ha enumerado los diferentes grupos que se han originado en colaboración con otras sociedades latinoamericanas e internacionales. “Esta sociedad científica se fundó en 1972 y cuenta actualmente con 127 asociados”, ha señalado.
Por último, Maribel Meléndez, vicepresidenta de la Sociedad Venezolana de Hematología, ha dicho que “el estrecho lazo iberoamericano debe reflejarse en nuestras organizaciones para fomentar el crecimiento de la especialidad y su desarrollo simultáneo en distintos países”. También ha analizado los retos a los que se enfrenta su sociedad científica “en un país muy afectado por la crisis política y económica actual, la cual ha repercutido severamente en el buen ejercicio de la especialidad”.