sandra pulido Madrid | jueves, 27 de junio de 2019 h |

La industria alimentaria sigue buscando fórmulas para que los diferentes productos puedan ser incorporados a la dieta de las personas independientemente de su patología. Ahora, un estudio publicado en la revista ‘Clinical Nutrition’, ha constado que un tipo de cerveza sin alcohol, la 0,0 de Ambar, mejora la resistencia a la insulina en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) u obesidad debido a la sustitución de sus carbohidratos por dosis bajas de isomaltulosa y la incorporación de una dextrina resistente en las comidas.

Tal y como ha explicado en rueda de prensa Rocio Gallego, investigadora en el Grupo de Dislipemias Primarias del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón, “hoy en día, el valor nutricional de una cerveza 0,0 es indiscutible. Es un 90 por ciento agua y un 10 por ciento otros componentes”. Sin embargo, ha recordado que la calidad de los carbohidratos ingeridos tiene un papel esencial en el manejo nutricional de la DM2, debido a su impacto sustancial en la homeostasis de la glucosa. La cerveza sin alcohol tradicional tiene componentes bioactivos beneficiosos, pero con un índice glucémico relativamente alto, por lo que su consumo está restringido en personas con diabetes. En el caso de esta cerveza 0,0, tiene una composición de carbohidratos modificada que elimina casi completamente la maltosa agregando isomaltulosa y una maltodextrina resistente.

El estudio llevado a cabo tenía como objetivo explorar el efecto de Ambar 0,0 en la dieta de pacientes diabéticos con sobrepeso u obesidad valorando el impacto nutricional de una mezcla de hidratos de carbono de lenta asimilación y los potenciales efectos sinérgicos de su combinación. El beneficio que se ha observado parece ser debido a que, cuando una persona diabética toma una cerveza Ámbar 0,0 junto a la comida, los hidratos de carbono consumidos se absorberían más despacio en sangre.

“Gracias a esto, el cuerpo no se enfrenta a un pico de glucosa tan elevado y de ese modo mejora el manejo de la insulina para metabolizar esa glucosa”, señaló Fernando Civeira, Jefe de la Unidad Clínica y de Investigación en Lípidos y Arteriosclerosis del Hospital Universitario Miguel Servet. “¿Esto significa que tenemos que recetar cerveza? No. Cada dieta se tiene que adaptar. La conclusión es que en los pacientes con una alta resistencia la insulina o que les sobre peso no pasa nada con que se tomen una cerveza en las comidas”, añadió.

Sobre el estudio

El estudio, doble ciego randomizado, se ha llevado a cabo de la mano del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) del Instituto de Salud Carlos III, Hospital Universitario Miguel Servet, Universidad de Zaragoza, Grupo Ágora y la Fundación Aragón Investigación y Desarrollo (ARAID). En el estudio han participado 43 sujetos con DM2 y sobrepeso u obesidad que se han sometido a una dieta hipocalórica combinada con el consumo de 66 cL al día de cerveza (sin alcohol de composición estándar y cerveza Ambar 0,0 modificada) en dos periodos de 10 semanas, con un periodo intermedio de 6 a 8 semanas de lavado.