La Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) ha elaborado nuevas recomendaciones sobre el diagnóstico de algunos de los efectos secundarios causados por la vacunación frente a la COVID-19.

En concreto, Facme advierte de los síntomas de miocarditis y/o pericarditis en pacientes con antecedente reciente (entre 24 horas y hasta 14 días) de vacunación frente a la COVID-19 con vacunas de ARNm (Pfizer o Moderna), y los signos de trombosis y trombocitopenia en pacientes con antecedente reciente (entre 3 y 21 días) de vacunación con vacunas vectorizadas con adenovirus (AstraZeneca y Janssen).

Miocarditis y pericarditis

Tras la vacunación frente a la COVID-19 con vacunas de ARNm, se han notificado algunos casos de miocarditis, pericarditis o miopericarditis, generalmente en varones jóvenes (de 12 a 30 años) y con buena evolución clínica. Estos episodios se dieron, mayoritariamente, entre las 24 horas y los 14 días después de la vacunación y con mayor frecuencia tras la segunda dosis.

En un informe del Ministerio de Sanidad de Israel del pasado 2 de junio se informó de 148 casos de miocarditis temporalmente asociados a la vacunación: 27 de ellos próximos a la primera dosis (de un total 5.401.150 de personas) y 121 próximos a la segunda (de 5.049.424 de personas). La mayor parte de los casos ocurrieron en varones jóvenes de 16 a 19 años, más frecuentemente con la segunda dosis y con buena evolución clínica posterior.

En EE.UU. los datos de notificación (VAERS) sugieren un patrón similar y se ha informado de
una tasa cruda de notificación de 40 casos por millón de segundas dosis administradas en varones menores de 30 años.

Por otro lado, en los países del Espacio Económico Europeo (EEE) se han notificado un número reducido de casos de miocarditis y pericarditis tras la vacunación con Pfizer o Moderna, de los que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ya informó el pasado julio.

Cómo detectar la miocarditis y la pericarditis

La miocarditis aguda puede manifestarse por dolor torácico, disnea y palpitaciones, que pueden acompañarse de arritmias y evolucionar a insuficiencia cardiaca, aunque su curso es habitualmente benigno. El 2,8 por ciento del total de casos pueden presentar consecuencias graves en un seguimiento a 5 años.

Por su parte, la pericarditis aguda se suele manifestar por dolor torácico con características pleuríticas, aunque puede aparecer como fiebre asociada a derrame pericárdico o con un roce pericárdico en la auscultación. Es frecuente que se detecte un cierto grado de miocarditis asociada mediante la determinación de troponinas. Puede complicarse a corto plazo con taponamiento cardiaco y pericarditis efusivo-constrictiva, muy poco frecuentes, y a medio y largo plazo con pericarditis constrictiva, también rara, y pericarditis recidivante, la más habitual.

Evaluación de riesgos y beneficios

Facme recomienda no administrar una segunda dosis de la vacuna a aquellas personas que que hayan presentado eventos de pericarditis/miocarditis tras la primera dosis de cualquiera de las vacunas de ARNm disponibles.

Hasta la fecha no se han identificado otros factores de riesgo más allá de la edad y el sexo, por lo que no se contempla por el momento la restricción del uso de estas vacunas en pacientes con factores de riesgo convencionales para miocarditis/pericarditis o con antecedentes personales de pericarditis/miocarditis de cualquier origen, incluido el infeccioso. Sin embargo, en las personas con antecedentes de miopericarditis resuelta, la indicación de la vacuna puede individualizarse.

El balance beneficio-riesgo de la vacunación en adolescentes y jóvenes, aun teniendo en cuenta que el riesgo de aparición de estos eventos es mayor en adolescentes y jóvenes varones, se mantiene positivo. Y es que, en el momento actual de la pandemia, se estima que el beneficio supera los riesgos, puesto que deben considerarse además de los beneficios directos esperados por la prevención de enfermedad (aguda y secuelas), otros indirectos sobre el conjunto de la población también relevantes, como la reducción de la transmisión comunitaria y de la probabilidad de variantes virales, así como la reducción del impacto en el sistema educativo y el impacto sobre los colectivos y poblaciones socialmente desfavorecidos.

Eventos trombóticos

Los eventos trombóticos notificados se tratan de una reacción adversa denominada Síndrome de Trombosis con Trombocitopenia (STT), que consiste en casos graves de trombosis (trombosis de senos venosos cerebrales, trombosis venosa esplácnica, trombosis arteriales), con frecuencia asociada a trombocitopenia, en ocasiones con hemorragia, tras la administración de vacunas de vectores de adenovirus.

Esta reacción adversa es rara y aparece, en la mayoría de los casos, a los 3-21 días tras la vacunación. El riesgo parece mayor en personas más jóvenes: la mayoría de los casos han ocurrido en menores de 60 años y en mujeres.

Datos publicados en Reino Unido muestran una incidencia estimada tras la primera dosis de 18 casos por millón de habitantes en menores de 50 años y 10 casos por millón de habitantes en mayores de 50. Tras la segunda dosis la incidencia en menores de 50 años es de 1,4 casos por millón de habitantes.

Contraindicaciones en personas con STT

En personas que hayan presentado STT tras la primera dosis de una vacuna vectorizada de adenovirus, está contraindicada la administración de una siguiente dosis de vacuna vectorizada de adenovirus.

Por precaución, Facme desaconseja la administración de una siguiente dosis de Janssen o AstraZeneca en personas que hayan sufrido un cuadro altamente sospechoso de STT, aunque no confirmado, con aparición de trombocitopenia o de trombosis en el periodo de 21 días tras la administración de la primera dosis. Por las similitudes en la patogenia se desaconseja también la administración de estas vacunas en personas con antecedente de trombocitopenia inducida por heparina.

En coherencia con una naturaleza inmunitaria de este fenómeno trombótico trombocitopénico, no se contempla en este momento la restricción del uso de estas vacunas en pacientes con factores de riesgo convencionales para trombosis. Además, debe tenerse en cuenta el beneficio de la vacunación para estos pacientes, dado que la enfermedad COVID-19 se asocia, por sí misma, a un aumento de eventos trombóticos.


También te puede interesar…