En un contexto en el que la COVID-19 o el VRS parecen haber acaparado el ecosistema de virus respiratorios, no se debe menospreciar el impacto y protagonismo constante de la gripe.
“Cuando llega la gripe, es la más importante”, aseguró José Javier Castrodeza, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Valladolid y jefe de Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, durante la primera reunión de GRIPEXPERT. Este grupo, al que se unirán otros especialistas en Salud Pública y vacunas del territorio nacional y que formará un Comité permanente de gripe en España, cuenta con el apoyo de CSL Seqirus.
Por su parte, Antoni Trilla, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Barcelona y jefe del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, apuntó que lo primero que se aprende de la gripe es que es “imprevisible”, aunque ahora lo es menos, pues existen “modelos más predecibles”.
En este sentido, Trilla explicó que no está claro cuándo ni qué virus predominará en cada momento, pero “se sabe que hay circulación de gripe todo el año y que vendrá una temporada antes o después”.
Respecto a los otros virus mencionados, Trilla apuntó que, “afortunadamente, no se superponen COVID-19 y gripe”. “En Cataluña, COVID-19 es el 30 por ciento de todos los casos”, aseveró. Y acerca del VRS, en los hospitales está “más presente” y es el tercer patógeno más importante, por detrás de gripe y COVID-19, “por razones lógicas de la existencia de nuevos tratamientos y nuevas vacunas ahora se está más pendiente”.
Un plan actualizado anualmente
Dada la importancia del virus de la gripe, los expertos consideran que sería necesario disponer de un documento escrito y estructurado que plasme los planes y estrategias a seguir en la temporada de gripe.
Castrodeza echa en falta contar con un documento “con carácter operativo” ante un hipotético problema derivado de la gripe aviar, en el que se explique el stock necesario de dosis que debe estar preparado, cómo se debe almacenar, quién lo custodia, etc.
En este sentido, Ángel Gil, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Rey Juan Carlos de la Comunidad de Madrid, señaló que debería haber un “plan actualizado anualmente” a nivel nacional. Y es que, declaró Trilla, “nos quedamos en el documento de 2009 que, de vez en cuando lo desempolvan, pero sin grandes cambios o actualizaciones”.
De este modo, los expertos coincidieron en que se debería realizar una “hoja de ruta escrita” y durante la reunión se planteó si podría ser competencia de la futura Agencia Estatal de Salud Pública. “La Agencia debería tener un componente en red, con pequeños equipos de intervención, por ejemplo”, afirmó Trilla.
Para Castrodeza, lo importante es que se cuente con personas “altamente cualificadas” que comiencen a dar forma a un documento “operativo y de estructura” que ayude a tomar decisiones en caso de una nueva emergencia sanitaria.
La recomendación del profesional para mejorar las coberturas
La vacunación antigripal es la mejor estrategia de cara a reducir las complicaciones, hospitalizaciones, secuelas y muertes ocasionadas o asociadas a este virus. Al respecto, Castrodeza remarcó que se debe insistir en las personas inmunocomprometidas y los grupos de población más vulnerables. De hecho, aseguró que el discurso en otras vacunas como la del COVID-19 o la del herpes zóster está cada vez más focalizado en pacientes inmunocomprometidos.
Según subrayó Trilla, es una “paradoja” que la vacunación antigripal se concentre más en algunos grupos profesionales y en algunas edades. Y es que aseguró que los médicos más jóvenes y los más mayores son los que más se vacunan, teniendo peores coberturas los que se encuentran en franjas de edad intermedias. Además, incidiendo en los profesionales sanitarios, garantizó que los médicos se vacunan más que las enfermeras. Asimismo, afirmó que la pregunta del millón a realizar a un médico es: “¿usted se ha vacunado?”. Una cuestión que, según explicó, despierta la paradoja de cara a explicar a un paciente por qué su médico de cabecera no se vacuna de la gripe.
En este contexto, según un estudio realizado por la consultora GAD3 para CSL Seqirus, más de la mitad de los españoles que no se han vacunado contra la gripe confirman que es porque no se lo han recomendado. Como consecuencia directa de ello, la falta de indicación sigue siendo el principal motivo de decisión para no vacunarse. De esta manera, contar con un panel de profesionales sanitarios volcados en la mejora de las coberturas vacunales se convierte en toda una necesidad.
Precisamente, los farmacéuticos comunitarios juegan un papel fundamental, sostuvo Castrodeza. “Cuando hablamos de adherencia, la oficina de farmacia es un punto de feed back permanente”, indicó.
Por su parte, Trilla destacó la importante labor que pueden desempeñar estos profesionales a la hora de transmitir a los pacientes la importancia de la vacunación. Sin embargo, Castrodeza aclaró que, en España, los farmacéuticos no pueden realizar el acto de vacunación, ya que la normativa actual no lo contempla entre sus competencias.
Concienciación entre los jóvenes y accesibilidad
Al hilo de esto, los expertos incidieron en la importancia de que la población más joven esté concienciada y vacunada, además de que se facilite el acceso a la vacunación. En este sentido, los ponentes estuvieron de acuerdo en la implicación de los centros educativos en esta labor. “En Cataluña no es fácil llegar a un centro de Atención Primaria y que te vacunen”, sostuvo Trilla. Por ello, recalcó que “hay que facilitar este proceso”. Para contribuir a este objetivo ligado a la accesibilidad, Castrodeza mencionó la opción de implantar el modelo que se aplicó en la pandemia de COVID-19, realizado de forma amplia durante un corto periodo de tiempo.
Profundizando en el segundo aspecto, Gil se refirió a que, en Galicia, en vacunación antigripal para niños, han habilitado la opción para realizarla el sábado, “iniciativa que ha aumentado la cobertura”. Además, resaltó la importancia de que las asociaciones de pacientes también se involucren de cara a aumentar las coberturas. Explicó como que, en el caso de los diabéticos, éstas son más altas gracias a su colaboración.
Por otro lado, Castrodeza alegó que se debe seguir trabajando en la concienciación del Ministerio de Hacienda. “No tienen una constancia y una percepción de la trascendencia que tiene que epidemias fuertes puedan tener un impacto económico tremendo en la sociedad de paralización de los servicios públicos”, alertó. Así, hizo un llamamiento a la necesidad de que se potencie e impulse el desarrollo de estrategias de marketing sanitario y social que pongan en valor la inversión en prevención de infecciones respiratorias como la gripe.
“Inmunofitness”
Siguiendo esta línea, Castrodeza indicó que, para asegurar que la estrategia se desarrolla con la mejor de las garantías es “fundamental” que también se insista en la vacunación de convivientes. “No son conscientes de su importancia”, apostilló Gil.
Trilla también hizo hincapié en que hacer frente a las bajas coberturas en los mayores de 60, marcados por la inmunosenescencia, “es muy complejo y requiere de muchos factores”. “En mayores de 60 el concepto de envejecer saludablemente incluye la vacuna, hacer ejercicio, comer sano, evitar las caídas, etc.”, subrayó. Sin embargo, lamentó que este mensaje “no cala en la sociedad” que sigue percibiendo la vacunación antigripal sólo para mayores y enfermos.
De hecho, Gil hizo alusión a que recientemente se ha acuñado el término de “inmunofitness”, ligado al mantenimiento del sistema inmunológico. “Y si la vacuna puede ser adyuvante o de alta carga, la protección será mayor, sin duda”, afirma el experto.
Sobre esta cuestión, Castrodeza relató que se debe apostar por la estimulación de la vacunación en la propia práctica del “inmunofitness”, esto es, hacer deporte, comer saludable, dormir bien y reforzar el sistema inmunitario con la vacunación.
Por su parte, Trilla confirmó que en Estados Unidos (EE. UU.) se está empezando a utilizar una serie de estrategias que inciden en la actualización y uso de sistemas de protección de teléfonos y ordenadores que recuerdan la necesidad de actualizar la inmunización del usuario. De hecho, según Castrodeza, aunque es un mensaje que se ha transmitido ya, por ejemplo, en las oficinas de farmacia, ahora se debería recurrir a otros espacios, incluso de ocio, como los gimnasios.
Gripe aviar en EE. UU.
Los expertos también hicieron referencia al inusual brote de gripe aviar H5N1 que se ha desatado recientemente entre vacas lecheras en EE. UU. “Es una gran preocupación, pero no es una pandemia”, aclaró Trilla. Eso sí, advirtió que, de adquirir mayor potencial de transmitirse en humanos, sí es posible que sea el inicio de una futura pandemia.
“Afortunadamente, no afecta ni enferma a las vacas de forma grave”, explicó el experto. Y acerca de la transmisión, apuntó que parece estar relacionada con los mecanismos utilizados al ordeñar a estos animales, pero “no se transmite fácilmente por el aire ni de vaca en vaca”.
El problema, en opinión de Trilla, es que “no tenemos una vacuna para proteger al ganado y es difícil mantener limpio el sistema de ordeño”. Sin embargo, hay vacunas que “podrían protegernos”. “No son perfectas, pero podrían hacerlo”, afirmó. De hecho, expuso que Finlandia decidió vacunar con ellas a los trabajadores de la industria lechera.
Extrapolando la situación a España, Trilla aseguró que “debemos intentar proteger más al personal que trabaja”. Y, por otra parte, agregó Castrodeza, “si defendemos que ‘One Health’ es una estrategia de vigilancia y prevención de la salud, merece la pena estar atentos”. Los expertos coincidían en que desconocen el nivel de vigilancia entre la salud animal y la humana en relación a la potencial epidemia de gripe aviar en el ganado en España.
“Entiendo que habrá grupos veterinarios pendientes, porque los sistemas de vigilancia animal también producen información que puede ser relevante”, especificó Castrodeza, mientras que Gil aseguró que “el H5N1 sí está incluido en la vigilancia epidemiológica” a nivel nacional.
