Carmen M. López Madrid | viernes, 13 de abril de 2018 h |

En los últimos tiempos hablar de conceptos como la “atención centrada en el paciente” se ha convertido en ‘coletilla’ recurrente y deseable para cualquier agente del sector. Sin embargo, materializar esta realidad es una de las tareas en las que ya trabajan muchos centros sanitarios de nuestro país.

Los hospitales han ido incorporando iniciativas encaminadas a acercar el hospital al paciente y a la inversa: potenciar la atención domiciliaria, la telemedicina o el uso de aplicación móviles son algunas de las estrategias. Tres gerentes han explicado a GM cómo ven este nuevo escenario, así como los ‘flecos’ que aún quedan por resolver.

Como explica el gerente del Hospital Clínico San Carlos, José Soto, la lista de prioridades parece clara: primero el paciente; segundo, facilitar el acercamiento del paciente al hospital; y por último el entendimiento. A su juicio, ese acercamiento habrá que buscarlo en un nuevo modelo de hospital “sin tantos muros formales”. Conseguir que el paciente se integre en la vida hospitalaria es uno de los objetivos. Soto es partidario de presentar estrategias en materia de responsabilidad social, reforzar la hospitalización a domicilio, y hacer que el hospital salga físicamente. Es decir, “que nuestros médicos no solo reciban y se referencien a centros de salud y busquemos sinergIas, sino que pasemos consultas conjuntas”.

Además, la participación de los pacientes y las asociaciones en las comisiones de calidad, seguridad, formación y docencia también es otra de sus apuestas.

Desde Cantabria, Julio Pascual, gerente de Valdecilla, explica que habría que ponerse de acuerdo en qué se entiende por medicina centrada en el paciente. “Si entendemos este concepto como una atención basada en la colaboración entre profesionales y personas que garantice que las decisiones respetan las necesidades y preferencias del paciente, parece claro que potenciar esta atención requiere, fundamentalmente, un cambio de actitud en las dos partes”. Este esfuerzo, por parte de los profesionales, precisa, en su opinión, de abandonar la tradicional actitud paternalista y que el paciente su papel pasivo. A su juicio, la pieza clave en este puzzle es que el profesional se ponga de verdad en el lugar del paciente. No parece tan fácil, ya que tanto Pascual como Soto consideran que la implicación de los profesionales es un auténtico factor limitante. “Todos conocemos grandes servicios en centros no tan brillantes y con poco apoyo institucional, cuyo secreto reside en el compromiso de los profesionales con el paciente”, indica Pascual.

El gerente del Hospital Universitario de Fuenlabrada, Carlos Mur de Viu, apunta a la medicina personalizada como horizonte. Este nuevo paradigma camina hacia una atención integral y más individualizada. “Hay una generalidad que es clara, y es la necesidad de mantener un mayor porcentaje de visitas domiciliarias u hospitalización a domicilio, dos conceptos distintos pero complementarios, y todas aquellas cuestiones que vayan encaminadas a humanizar la asistencia durante la estancia en el hospital”, añade Mur de Viu.

Además, los gestores coinciden en la optimización del flujo de consultas, la integración de pruebas complementarias, así como las posibilidades que están ofreciendo las nuevas tecnologías aplicadas a la salud. Pero llegar hasta aquí no ha sido fácil ni ágil. Como señala Soto, en los últimos tiempos este cambio se ha dado por convencimiento de los sistemas de salud, y también porque exigencias de los propios pacientes y la sociedad se está impulsando. Pascual reconoce que a pesar de ser conscientes de la importancia de los pacientes, “pocas veces les pedimos su opinión tanto en la consulta como desde los órganos directivos”.

De este modo, el papel del gerente “es de facilitador de estos movimientos y facilitador de la reorientación del sistema sanitario”, explica Soto. Escucharles, darles más participación en las comisiones son deberes que Pascual considera oportunos terminar de materializar. “Todos los esfuerzos desde la gerencia deberían ir encaminados a impulsar un cambio de mentalidad desde el concepto clásico de medicina basada en la evidencia a una medicina basada en valor, en el que la opinión y el impacto en salud del paciente sean cruciales”, acota el directivo cántabro.

A su vez, Mur de Viu asegura que crear, desarrollar, implementar y promover un nuevo modelo de atención es otra tarea de la gerencia, pero sin olvidar a los profesionales. “Les estamos pidiendo otra forma de desarrollar su profesión”, puntualiza.

Pascual considera que los profesionales son los que deberían realmente reclamar a las administraciones medidas legislativas y recursos suficientes encaminados a conseguir que su práctica se pueda centrar en el paciente y ser los primeros en formar y a la vez exigir a los pacientes su implicación activa en la curación y prevención de su enfermedad. “Es fundamental desarrollar, aparte de los conocimientos clínicos, una visión de responsabilidad compartida, de toma de decisiones desde una perspectiva más humanizadora”, incide Mur de Viu.

Con todo, los retos parecen claros: conseguir que las actuaciones hospitalarias aumenten la salud. “Hemos diseñado un sistema perfecto para curar enfermedades, pero no hemos diseñado el sistema para buscar la salud”, remarca Soto. Para ello, Pascual haría hincapié en las facultades, además del respaldo a los profesionales en formación continuada.


José Soto
Gerente del Hospital Clínico San Carlos
“Hay que buscar el acercamiento con un nuevo modelo de hospital que elimine muros frontales”



Julio Pascual
Gerente del Hospital Marqués de Valdecilla
“Pocas veces pedimos la participación de los pacientes en la consulta o en los órganos directivos”



Carlos Mur
Gerente del Hospital de Fuenlabrada
“Es necesario mantener un mayor porcentaje de actividad en el domicilio del paciente”