“Parece claro que estábamos avisados de la posibilidad de una nueva pandemia a corto plazo. Por ejemplo, la pandemia de gripe de 2009 y la epidemia de SARS-CoV-1 en Asia en 2002-2004 fueron avisos claros. Pero en enero de 2020 no estábamos suficientemente preparados”. Es la contundente reflexión que lanza el grupo de expertos encargado de elaborar el ‘Informe sobre la Evaluación del desempeño del Sistema Nacional de Salud español frente a la pandemia de COVID-19’, encargado por el Gobierno para analizar la gestión de la pandemia. Y sus conclusiones son rotundas: España no estaba preparada y los problemas preexistentes en el SNS tienen parte de culpa.

A lo largo de más de 150 páginas, los expertos independientes a cargo de la auditoría destacan las lecciones aprendidas y recomiendan una hoja de ruta para hacer frente a una futura y “probable” pandemia. “Una nueva pandemia de virus respiratorios de alta gravedad no solo es posible, sino probable a corto o medio plazo”, advierten en su análisis. Para estar preparados, el informe enumera de forma tajante los errores cometidos en la respuesta de España a la COVID-19. Así, “la ausencia de reservas estratégicas del material necesario para hacer frente a una pandemia por un virus respiratorio, la debilidad de los sistemas de información y alerta temprana o la insuficiencia de recursos diagnósticos lo corroboran”, señala.

La frágil situación del Sistema Nacional de Salud, antes incluso de la llegada de la COVID-19, asume parte de la responsabilidad. Según apunta el informe, las “deficiencias en los sistemas de vigilancia epidemiológica” y unos recursos humanos “estructuralmente infradimensionados” amplificaron los obstáculos en la gestión del problema. Además, la ausencia de un adecuado sistema de información a nivel nacional o la falta de protocolos previos para grupos vulnerables también dificultaron una mejor respuesta.

“Se produjeron contradicciones en la respuesta ofrecida por las distintas administraciones, y se apreciaron fallos de coordinación en múltiples áreas”

Informe

Pero además, y siempre según este informe de expertos, “se produjeron contradicciones en la respuesta ofrecida por las distintas administraciones, y se apreciaron fallos de coordinación en múltiples áreas”. Por ejemplo, menciona dificultades en los servicios de urgencias y emergencias o en la adquisición de EPIs, mascarillas, pruebas PCR y otro tipo de material necesario para responder a la pandemia. La auditoría asume también la sucesión de errores de comunicación “muy llamativos”, en relación con los “pronósticos innecesarios sobre la evolución de la pandemia”.

De la misma manera, el informe cuestiona el desempeño del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), que no resultó “suficientemente eficaz” para adoptar decisiones homogéneas, lo que en opinión de los expertos “generó confusión y desconfianza”.

La vacunación y otras fortalezas

Pero no todo fueron malas noticias, y tanto las administraciones públicas como el propio SNS y los profesionales que lo conforman realizaron “actuaciones importantes de las que nos debemos sentir orgullosos”, señala la auditoría. Por ejemplo, destaca la respuesta, “a menudo autónoma y en algunos casos heroica”, del conjunto de profesionales de la asistencia sanitaria y sociosanitaria, así como la “entrega” de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

También pone de relieve el éxito de la campaña de vacunación contra la COVID-19 en España, un logro sobre el que incidió ayer la ministra de Sanidad, Mónica García, durante la presentación del informe en el CISNS, quien recalcó “la cohesión y el liderazgo del Ministerio a la hora de liderar las vacunas y la digitalización de los certificados”. También subrayó las “bondades” del mando único, un aspecto que destacan los expertos en su informe. Asimismo, agradecen la orientación de la ciencia hacia la investigación en COVID-19 o la implantación de los ERTEs y otras medidas de protección social, entre otras virtudes de la respuesta de España a la pandemia.

Todas estas lecciones, aplicadas correctamente, conducirían a lo que el informe llama “un escenario ideal para afrontar una nueva pandemia”. Los expertos inciden, fundamentalmente, en la necesidad de fortalecer la prevención en todos los ámbitos del Sistema Nacional de Salud para estar preparados. Las decisiones las debería tomar un comité de gestión de la crisis sanitaria “cuya composición esté en buena medida predefinida”, señala el informe, además de un comité científico-técnico asesor ad hoc. La composición de ambos comités debe hacerse pública desde el primer momento”, precisan los expertos.

Hoja de ruta ante otra pandemia

Por eso, el informe recoge una selección de 72 acciones que considera “factibles” y que ayudarían a conformar una planificación para afrontar, de la mejor manera posible, futuras pandemias. Así, entre otras acciones, anima a crear un Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias, además de un Plan General de Reservas Estratégicas para definir una estrategia clara y diseñar una planificación concreta ante futuras pandemias. Asimismo, propone actualizar la legislación que ampara las actuaciones en crisis sanitarias. “Es necesario revisar en profundidad nuestra legislación para establecer un marco normativo que evite estas situaciones, ya sea a través de una “Ley de pandemias” o de reforma de las normas existentes”, dice el documento.

“Creemos que España cuenta con las capacidades necesarias para implantar estas acciones”

Informe

Esta agenda incluye también algunas acciones de desarrollo continuado en el tiempo, como reforzar la Atención Primaria, dotándola de más recursos humanos y revalorizando la medicina y enfermería de familia y comunitaria. Además, abunda en la necesidad de robustecer la gestión de los recursos humanos, mejorando las condiciones de contratación de los profesionales; así como de fortalecer la coordinación nacional de los servicios de emergencias y urgencias sanitarias y la optimización de los recursos disponibles.

“Si estas acciones son refrendadas por el CISNS, sería útil establecer un mecanismo de seguimiento de la hoja de ruta”, precisa el grupo de expertos encargado de elaborar este informe, que concluye: “Creemos que España cuenta con las capacidades necesarias para implantar estas acciones en los plazos propuestos y confiamos en que ello nos permitirá prevenir y, sobre todo, afrontar la próxima pandemia en condiciones mejores que las de la COVID-19”.


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