Como cada año, el Ministerio de Sanidad en colaboración con el CIS ha publicado el primer Barómetro Sanitario para 2024, aunque esta edición incluye algunas novedades. La encuesta anual, base del estudio, la componen unas 7.800 entrevistas domiciliarias a personas a partir de 18 años residentes en todas las provincias españolas, cuya primera oleada se realizó durante el mes de abril, con 2.576, siendo estos los resultados que ahora se presentan a modo de adelanto.

Una de esas novedades más relevantes refiere a las preguntas en relación a la percepción en materia de vacunación, y las respuestas registradas muestran resultados contundentes: el grado de acuerdo con los aspectos protectores de las vacunas supera el 90 por ciento, y un 89,9 por ciento manifiesta seguir las recomendaciones de los profesionales sanitarios al respecto. Desde la cartera sanitaria se muestran satisfechos con los datos, valorando que la aceptación de la vacunación en España es alta, sin embargo, el estudio apunta a que un 36,7 por ciento considera que provocan efectos adversos en la salud.

Y es que la importancia de la vacunación, desde la irrupción de la Covid-19, ha tomado un papel protagónico, generando grandes consensos incluso en el ámbito político. Precisamente, el Congreso de los Diputados acogió el pasado mes de abril la presentación del documento ‘Priorización de la enfermedad respiratoria prevenible por vacunación’ en una jornada en la que se puso sobre la mesa, justamente, el valor de la vacunación, y no solo para pacientes crónicos con enfermedades respiratorias o para frenar pandemias, sino a lo largo de la vida: “reducen la comorbilidad e impactan directamente en el envejecimiento saludable, además de servir para apreciar la importancia de la prevención en todas las edades”, dijo a colación Mariano Pastor, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER).

El 17,8 por ciento declara haber consultado a un profesional por cuestiones de salud mental

Otra de las novedades que incluye este Barómetro radica en las cuestiones referentes a la salud mental, donde se han evaluado a través de las preguntas realizadas a la población muestral algunos parámetros en tanto a prestaciones del servicio y la atención sanitaria recibida.

Así, en abril de 2024, el 17,8 por ciento de los entrevistados declararon haber tenido necesidad de consultar a un profesional sanitario por un problema de salud mental, por un malestar psicológico o emocional. Y de ellos, el 46,3 por ciento fueron atendidos en la sanidad pública, un 44,7 por ciento en la privada y un 2,6 por ciento en ambas.

Respecto al profesional al que se acude en una primera instancia, se encuentran algunas variaciones relevantes. En el caso de las personas atendidas en la sanidad pública, el 40,1 por ciento refiere que fue atendido principalmente por un especialista en psiquiatría, un 33,1 por ciento por su médico de familia y un 20,8 por ciento por un psicólogo.

Sin embargo, los datos más llamativos radican en los tiempos de espera registrados en el sector público, donde el 26 por ciento consiguió su cita en menos de 30 días, el 40 por ciento en un plazo de entre 1 y 3 meses y el 26 por ciento tardó más de 3 meses en ser atendido en consulta. No obstante, las valoraciones sobre la atención son positivas: el 78,9 por ciento declararon estar satisfechos con la atención recibida en la consulta y un 49 por ciento han señalado haber recibido una atención mejor de la que esperaban.

Precisamente, la cartera liderada por Mónica García puso en marcha el pasado abril el Comisionado para la Salud Mental, dirigido por la psiquiatra Belén González, cuyas líneas prioritarias anunciadas para los próximos meses radican en la creación de un “sistema de vigilancia epidemiológica” para cuantificar y poner medidas al sufrimiento psíquico derivado del trabajo, la prevención del suicidio y en “devolver lo social a lo social”, avanzando la coordinación entre Atención Primaria (AP) y el Ministerio de Derechos Sociales para dar respuesta a los desafíos de una forma multidisciplinar.

Ocho días, la espera media para conseguir cita en AP

El Barómetro de este año refleja también la alta presión generalizada que ostenta la Atención Primaria (AP). Esta percepción se refleja en los datos sobre los tiempos de espera por parte del usuario para conseguir una cita ya que, si bien es cierto que se registra cierta mejoría respecto a 2023 (en menos de un punto porcentual), el 74,9 por ciento de los encuestados continua esperando de media 8,3 días para conseguir su cita en el centro de salud. Tan solo el 25,1 por ciento de quienes la solicitaron fueron atendidos por su médico el mismo día o al día siguiente. Además, la presencialidad continua registrando el récord respecto a las modalidades de la atención: casi el 80 por ciento de las personas que necesitaron asistencia durante el último año fueron atendidas de forma presencial.

Aquí es donde las comunidades autónomas han tomado la palabra, achacando a la “falta de médicos” los grandes atrasos en la recepción de una primera consulta médica. Un balón que la Ministra pasa, justamente, a las consejerías autonómicas de sanidad, refiriendo que las competencias para la gestión de los recursos humanos recaen sobre ellas. “Creo en la descentralización, por eso creo que son las CC. AA las que deben gestionar sus recursos humanos y paliar el déficit de médicos”, aseguraba en su intervención durante la última sesión de control al Gobierno celebrada en el Congreso de los Diputados.

No obstante y a pesar de los datos, la satisfacción con la AP ha experimentado un leve aumento, llegando a los 6,29 puntos respecto a los 6,19 del año inmediatamente anterior.

Urgencias se mantiene como el servicio mejor valorado

Los urgenciólogos vuelven a recibir buenas noticias esta semana. Y es que no solo han visto aprobado a modo de Real Decreto (RD) el reconocimiento de su especialidad, sino que también repiten como el servicio mejor valorado del SNS, registrando una puntuación de 7,51 sobre 10. Esta cifra supone un ligero aumento atendiendo a los datos de 2023, donde fue calificado con una nota de 7,42, incluso habiéndose registrado un pequeño descenso en la valoración generalizada de la atención especializada que, aunque se mantiene positiva, su puntuación ha disminuido de 5,95 a 5,86 puntos.

La asistencia hospitalaria, concretamente, el servicio de ingresos y asistencia, continua cerca de las urgencias con un 7,14 para 2024, sin embargo, sí registra disminución respecto al año anterior, en el que fue puntuado con un 7,23 pro los usuarios. Asimismo, la percepción ciudadana de empeoramiento respecto a las listas de espera se ha reducido en más de cuatro puntos, del 39,2 por ciento al 34,6 por ciento.

Una percepción que, sin embargo, contrasta con los últimos datos disponibles: los indicadores presentados el 31 de diciembre de 2023 por parte del Ministerio de Sanidad mostraban que las listas de espera baten récord en nuestro país: un total de 849.535 pacientes se encontraban a la expensas de una intervención quirúrgica no urgente. Además, el tiempo medio de espera se situó en aquel momento en 128 días y, de estos, el 24,4 por ciento llevaba incluido en la lista más de seis meses.

De forma similar ocurre en las consultas externas con especialistas. Para esa fecha, 81,47 de cada 1.000 personas estaban registradas en una lista de espera para una primera consulta con un facultativo de Atención Especializada hospitalaria. Si bien, se registraba un descenso en dicha tasa respecto a 2022, siendo inferior en cuatro puntos. Si bien es cierto que, respecto al tiempo medio de espera, la media se situaba en 101 días, seis días más que en el corte de diciembre de 2022.

Por lo pronto, para contrastar con los datos del presente año todavía habrá que esperar a finales de 2024, pudiendo establecer una comparativa actualizada entre la mejora en la percepción de los pacientes y la evolución de los tiempos de espera.

La percepción de la igualdad en el trato, otra novedad

Este año, el Barómetro Sanitario también ha incluido una pregunta sobre la percepción que tiene la población respecto a la igualdad en el trato en la sanidad pública en función de distintos aspectos. De esta manera, casi un 40 por ciento de la población general percibe que no se reciben los mismos servicios según la comunidad autónoma de residencia, y un 36 por ciento considera que también es desigual el trato según el manejo de las nuevas tecnologías que tengan las personas atendidas.

El SNS vuelve a aprobar

En términos generales, lo que refleja esta primera oleada del Barómetro es que el sistema sanitario nacional vuelve a aprobar, aunque sin grandes calificaciones y con grandes retos. De esta forma, el sistema público revela un ligero aumento en la satisfacción de la población respecto a 2023, alcanzando los 6,26 puntos sobre 10 y superando levemente, por tanto, los 6,14 registrados para el mismo periodo del año anterior.


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