El Comisionado de Salud Mental desarrollará un sistema de vigilancia para registrar “todo el sufrimiento psíquico derivado de la actividad laboral”. Así lo ha destacado la responsable del departamento dependiente del Ministerio de Sanidad, Belén González, quien también ha anunciado que colaborará con el Ministerio de Justicia para extraer “datos fiables” sobre el suicidio y abordar esta problemática “desde la responsabilidad”.

La titular de Sanidad, Mónica García, ha convertido la salud mental en uno de los principales ejes de la legislatura. No en vano, el acuerdo de gobierno de coalición entre PSOE y Sumar recogía la creación del Comisionado de Salud Mental, que cuenta con rango de Subsecretaría y que ha sido presentado este miércoles en la sede el Ministerio, con amplia presencia de representantes de la formación de Yolanda Díaz entre los asistentes, como Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid en la Asamblea; Marta Carmona, diputada autonómica y portavoz de Sanidad; o Rita Maestre, portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital; además del secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla.

Mónica García ha recordado que el Comisionado de Salud Mental nace como una “herramienta pionera” entre los países del entorno. “Este comisionado es ambicioso y una iniciativa que el Ministerio trata como una de las grandes prioridades”, ha incidido. Entre otros cometidos, este ente tiene encomendado aplicar la visión de los determinantes sociales en los problemas de salud mental, que en este aspecto es “fundamental”, tal y como ha subrayado la ministra.

Para la titular de Sanidad, existe una visión que equipara los malestares a patología y que, por tanto, deriva en una “sobremedicación” de estos molestares y en una saturación de las consultas. La propia García anunció el pasado lunes que se está trabajando en una guía orientada a la reducción del consumo de medicamentos psicotrópicos en el conjunto del Sistema Nacional de Salud. El objetivo es establecer una pauta clara para que “desde el primer momento en que se prescribe este tipo de medicación se esté pensando también en cómo deprescribir”.

La ministra ha rechazado “poner la carga” en los individuos, sino que ha abogado por trasladarla a la sociedad en su conjunto. Así, ha apuntado a la pobreza, las condiciones laborales o el problema del acceso a la vivienda como algunos de los determinantes sociales que contribuyen a esta “epidemia”. “Lo que son problemas sociales no tiene por qué tener una traducción individual en la persona. Tenemos evidencia más que contundente para ampliar esa mirada”, ha explicado García.

“Los profesionales de salud mental tenemos que dejar de ser taquígrafos del desastre”

Por su parte, Belén González ha concretado que la misión de Comisionado de Salud Mental “no es hacer terapia desde el Ministerio de Sanidad, sino poder entender qué se puede concretar en medidas políticas para resolver ese sufrimiento”, con iniciativas transversales que involucren también a otros ministerios y colectivos profesionales para “dejar de ser taquígrafos del desastre” y pasar a la “parte operativa”.

Líneas prioritarias

Durante el acto, la responsable del Comisionado ha detallado las líneas prioritarias de este departamento para los próximos meses y años. Así, González ha destacado la creación de un “sistema de vigilancia epidemiológica” para cuantificar y poner medidas al sufrimiento psíquico derivado del trabajo. “No solo aquello que genera baja y aquello que esté reconocido previamente como algo evidentemente laboral, sino cualquier sufrimiento psíquico que sospechemos que tiene que ver con lo laboral”, ha detallado la comisionada, sobre un sistema que será la base para “empezar a presionar para que haya un cambio en los modelos laborales”, puesto que el trabajo en la sociedad actual, en su opinión, “está siendo un factor de malestar y sufrimiento psíquico”.

Otra de las líneas de trabajo del departamento presentado este miércoles será la prevención del suicidio. A este respecto, González se ha encomendado la tarea de abordar esta problemática “con responsabilidad, y lo primero que necesitamos son datos”. El Comisionado trabaja ya junto al Ministerio de Justicia para recabar esos datos “más fiables” y poder identificar, así, “cuáles son las condiciones de vida que están haciendo que la gente esté tan desesperanzada que se quiere quitar la vida”.

En esta misma línea, ha abogado por “devolver lo social a lo social”, puesto que los problemas eminentemente sociales “se están colando” en lo sanitario. Para revertir esta situación, González ha avanzado que estará en contacto con Atención Primaria y el Ministerio de Derechos Sociales para “intentar responder desde lo social a lo que es de lo social y desde lo sanitario a lo que es de lo sanitario”.

“Nadie está libre de llegar a una urgencia de psiquiatría y acabar en una contención mecánica”

Humanizar la atención psiquiátrica

Además, la responsable de este departamento se ha comprometido a poner el acento en que las medidas que se adopten estén en línea con “la defensa de los derechos humanos y los derechos civiles de los pacientes”. Precisamente, esta será una de las líneas prioritarias de la legislatura, con el objetivo de ofrecer el mejor trato a todo aquel que requiera una atención sanitaria de salud mental. “Nadie está libre de llegar a una urgencia de psiquiatría y acabar en una contención mecánica”, ha afirmado, ante el hecho de que “cada vez se abren más camas de psiquiatría en centros que no distancian mucho de los manicomios del pasado”.

En ese mismo sentido se ha pronunciado Silvia García, formadora y asesora en salud mental y discapacidad, quien ha denunciado que las personas “tienen miedo al sistema de salud mental” y que, en la actualidad, se siguen “atando niños en las unidades de psiquiatría”. Así, se ha opuesto frontalmente a la contención mecánica, “una vulneración de derechos que nunca será terapéutica”, y ha instado a las administraciones a crear un paradigma de cuidados que genere espacios sanitarios seguros y de acompañamiento.

Asimismo, ha propuesto dejar de medicalizar “por sistema”, garantizar el consentimiento informado de todo tipo de tratamientos para evitar consecuencias a largo plazo; cambiar la formación de los profesionales de salud mental, fomentando el respeto a la autonomía de los pacientes; reformar los espacios de ingresos e incorporar otros alternativos de cuidados; e impulsar medidas legislativas para la eliminación de la violencia, como los electroshocks.

“Cuando los jóvenes no tenemos un espacio en condiciones dignas, no podemos tener autonomía y proyectos de vida”

Por su parte, Andrea González, presidenta del Consejo de la Juventud, ha lamentado que los retos de los jóvenes son ahora diferentes y “falta empatía” por intentar comprender su realidad. “Parece que nuestros problemas son de segunda división”, ha recalcado, al tiempo que ha recordado que es precisamente la juventud la que ha puesto “encima de la mesa esta problemática de la salud mental”. En su intervención, ha pedido al Ministerio y a los departamentos involucrados que aborden el problema de emancipación, mejorando el acceso a la vivienda. “Cuando no tenemos un espacio en condiciones dignas, no podemos tener autonomía y proyectos de vida”, ha declarado.


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