En apenas 24 horas de funcionamiento de la Línea 024 de atención a la conducta suicida, puesta en marcha esta misma semana como icono del recién presentado Plan de Acción de Salud Mental, alrededor de mil personas con ideación suicida “llamaron a la vida”, según reza el lema de esta iniciativa.

La mayor parte de estas llamadas, lo explicó a un día de su estreno la ministra de Sanidad, Carolina Darias, tuvieron una duración de entre 25 y 30 minutos y en algunos de estos casos se activó la actuación de los servicios de emergencias para evitar un fatal desenlace.

Desde hace años, muchos, los expertos en salud mental y supervivientes del suicidio reclamaban la puesta en marcha de una línea telefónica de fácil acceso, a imagen y semejanza del 016 en violencia de género, como lazo salvavidas frente a este problema de salud pública. Una realidad que en 2020 consta en las estadísticas del INE como causa de defunción de 3.941 personas en nuestro país. Apenas la punta del iceberg, insisten, dada la dificultad, por ejemplo, para catalogar o verificar así una muerte por accidente de tráfico que pudo ser intencionada.

La actualización de la Estrategia Nacional de Salud Mental, la presentación de este Plan de Acción, que pondrá 100 millones de euros sobre la mesa en los próximos años, y el estreno de esta línea telefónica de la esperanza son, sin lugar a dudas, excelentes noticias. La prueba de un gran esfuerzo colectivo por sacar a la luz un problema de semejantes dimensiones y acabar con el estigma que ensombrece la salud mental.

El Comité de Expertos se reunió por primera vez el viernes anterior a la presentación del dispositivo, el pasado lunes 9 de mayo

Aplaudimos también el interés del Ministerio de Sanidad por implicar a los medios de comunicación en este objetivo común. Poco después de la presentación del plan, las redacciones de medios generales y especializados recibíamos un documento actualizado con propuestas para abordar la información sobre suicidio con un enfoque constructivo y mensajes modelo que incorporen la llamada al 024 como una alternativa a una decisión drástica. El suicidio, recuerdan siempre los expertos, no es más que una mala “solución” definitiva para problemas que siempre son temporales. No hay que perderlo de vista.

A pesar del optimismo colectivo, es cierto que hay grandes puntos de crítica que conviene no pasar por alto. El Comité de Expertos al que alude Sanidad, por ejemplo, se reunió por primera vez el viernes anterior a su presentación el lunes 9 de mayo para conocer la actuación. Al parecer, no se ha aprovechado tampoco la experiencia de asociaciones con un largo recorrido en este tipo de dispositivos.

No es fácil contentar a todos, está claro, pero quizá valga la pena, desde la urgencia de dar respuesta a esta necesidad acuciante, detenerse un instante más, incorporar las lecciones aprendidas por otros y contar con todos, en la teoría y en la práctica.