
La igualdad de género consiste en la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades para todas las personas. Como indica la OMS es un pilar necesario para lograr un mundo sostenible, pacífico, próspero, saludable y que no deje a nadie desatendido. Es un derecho humano fundamental establecido en la Declaración Universal de Derechos Humanos, y es esencial para alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Sin embargo, las diferencias biológicas y sociales condicionan sustancialmente el impacto en la salud según un sexo u otro. Aunque en las últimas décadas se han conseguido grandes avances a la hora de equiparar la atención sanitaria entre hombres y mujeres, todavía queda un largo camino por recorrer. Así quedó plasmado en el Encuentro Salud y Género, organizado en el marco de Mujeres de la Sanidad por Marie Claire y Gaceta Médica.
A la hora de hablar de salud de la mujer, uno de los puntos más importantes es explorar aquellas enfermedades más prevalentes entre las mujeres. También, es importante hablar de aquellas patologías que afectan a ambos sexos pero que, registran una mayor incidencia en mujeres. En este sentido, sería necesario analizar el aumento de enfermedades producto de los cambios en los hábitos de vida. ¿Estamos ante un nuevas enfermedades?
La igualdad de género es un pilar necesario para lograr un mundo sostenible, pacífico, próspero y saludable
Las cifras son alarmantes. El ictus sería la enfermedad más relevante al hablar de salud y género en neurología. Se estima que 16.000 mujeres mueren al año en España como consecuencia de un accidente cerebrovascular. No hay que perder de vista que: “el tiempo es cerebro y el tiempo perdido es cerebro perdido”.
Retraso del diagnóstico
La realidad es que al tardar más las mujeres en llegar a urgencias, es más difícil controlar las consecuencias. Pero hay muchas más patologías: la salud mental, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer —más allá del de mama—, las enfermedades reumatológicas, o las enfermedades respiratorias. Todas ellas con un alto índice de infradiagnóstico.
Enfermedades que, a simple vista, pueden parecer ‘menores’ pero que son altamente incapacitantes. La tendencia a minimizar los síntomas es común. Por ello, la concienciación y la información de calidad se alzan como dos herramientas fundamentales.
Además, es necesario, como avalan las sociedades científicas, estudiar la sintomatología de la mujer para registrar las especificidades que le afectan en las distintas enfermedades. Pero, no solo hay que centrarse en los ensayos clínicos, también observando los fenómenos del día a día.
Cerrar la brecha que existe en el acceso a la asistencia sanitaria por parte de las mujeres es una obligación del SNS. ¿Sería un buen comienzo una estrategia de salud y género? Ellas creen que sí.