| viernes, 04 de enero de 2019 h |

En estas fechas resulta inevitable caer en ciertos tópicos, pero conviene ser realista antes de plantear la carta del sector sanitario y farmacéutico a los Reyes Magos. El realismo será, de hecho, una de las cualidades más valoradas en 2019 y una de las mejores aliadas ante posibles frustraciones derivadas del que podríamos denominar, sin temor a equivocarnos mucho, como ‘el año de la incertidumbre’.

Las dudas que en estos momentos planean sobre la continuidad de las subastas andaluzas es la punta de lanza de una incógnita que ampliará su radio de acción en mayo, cuando se celebren las elecciones autonómicas. Todo apunta a que continuará la irrupción de nuevas fuerzas políticas, atomizando aún más la representación de los grupos presentes en el Parlamento, forzando aún más el diálogo, dificultado aún más los gobiernos sin consenso.

A gran escala, lo mismo cabe esperar de cara a las elecciones comunitarias, si bien mucho antes de mayo Europa se enfrentará a su propio demonio. A menos de 90 días del Brexit, el interrogante sobre el futuro de la relación entre el Reino Unido y la Unión Europea es mayor que nunca, pendiente en primer lugar de la votación que tendrá lugar en el Parlamento británico el 14 de enero, que decidirá el rumbo de una decisión que mantiene al sector farmacéutico en vilo y que está obligando a Europa a replantear todos sus procesos.

En España no sólo podrían cambiar las políticas autonómicas y la composición del CISNS tal y como lo conocemos. Para el Gobierno Central el año ha empezado con la prórroga presupuestaria a la espera de la (improbable) aprobación del proyecto de Pedro Sánchez. Todo el mundo sabe que el empeño, por sí solo, no garantiza el éxito. Las presiones son demasiadas y el interrogante electoral planea así también sobre La Moncloa. Mejor tenerlo en cuenta antes de enviar la carta a sus majestades

El realismo será una de las cualidades más valoradas y una de las mejores aliadas para afrontar el ‘año de la incertidumbre’