J. V. Madrid | martes, 15 de noviembre de 2016 h |

Las tres patas de la oncología son, sin duda, la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i). Desde hace casi dos décadas, existe una red estable de investigación clínica en oncología a través de Grupos Cooperativos como el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam), el Grupo Español Multidisciplinar de Melanoma (GEM) o el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), entre otros.

Al fin y al cabo, la investigación clínica es la clave para poder avanzar tanto en el diagnóstico y tratamiento, como en la prevención de los tumores. En este punto, destacan, sobre todo, los ensayos clínicos, los cuales son esenciales para alcanzar estos objetivos.

El desarrollo de nuevos fármacos oncológicos ha sido posible durante las últimas décadas gracias a la apuesta que se ha hecho por la investigación y los ensayos clínicos permiten la aparición en el mercado de terapias innovadoras.

Alternativas que han hecho posible que la supervivencia global (SG) y la supervivencia libre de progresión (SLP) aumenten de una manera notable y, aparte, han conseguido mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Alrededor de 320.000, son los resultados que aparecen en el buscador Google cuando se introducen los términos innovación y oncología.

Los especialistas insisten en transmitir el mensaje de que hay que invertir en esta especialidad y en que la inversión en innovación no puede ser vista ni entendida como un gasto, sino un ahorro para el sistema y un beneficio para la población general. ¿El problema? La visión cortoplacista que prima en nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS).

En relación con esto, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) ponen de manifiesto que el cáncer es la segunda causa de muerte en nuestro país y la primera en hombres. Una realidad que hace que sea imprescindible impulsar aún más la I+D+i en oncología en España.

En este contexto, en las comunidades autónomas (CC.AA.), han ido surgiendo Centros, Servicios y Unidades de Referencia (CSUR) para la investigación y desarrollo de nuevos tratamientos oncológicos, desde sus fases iniciales hasta su aplicación clínica.

Este año se han querido reconocer los esfuerzos que las diferentes instituciones y actores han desempeñado en este campo y, por tanto, se han tenido en cuenta criterios como la gestión que se ha seguido en la investigación, los proyectos de investigación, artículos publicados, colaboraciones internacionales y ensayos clínicos activos.

Incliva

Finalmente, el Premio Best in Class I+D ha recaído en el Incliva Instituto de Investigación Sanitaria. Este organismo representa un buen ejemplo de qué se entiende por un funcionamiento óptimo y adecuado de la investigación clínica en oncología en España. Ejemplo de ello, son los 355 ensayos clínicos activos y se ha consolidado como un referente internacional.

Asimismo, desde su constitución formal como Instituto de Investigación Sanitaria en 2010, Incliva ha conseguido notables logros derivados de su actividad investigadora —ocho patentes, dos programas informáticos registrados y dos spin-offs, entre otros—.

El Comité Ético de Investigación Clínica (CEIC) del Hospital Clínico Universitario de Valencia es el organismo independiente encargado de evaluar los protocolos de actuación de los ensayos clínicos que lleva a cabo Incliva con el objetivo de garantizar la seguridad de los participantes.

Desde que se fundó en 2000, su actividad se ha centrado en impulsar, promover, coordinar y ejecutar la investigación traslacional orientada a problemas sanitarios, integrando tanto la vertiente básica, como la clínica.

Durante estos años, Incliva se ha encargado de fortalecer las relaciones ligadas al ámbito investigador entre el Hospital Clínico Universitario de Valencia, la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia y el Instituto Universitario Valenciano de Infertilidad (IUVI). No obstante, también mantiene estrechos vínculos con el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).

En definitiva, este galardón persigue motivar a las autonomías para que apoyen iniciativas que permitan la consecución de avances científicos en este campo, donde todavía queda mucho por hacer.

Ana Lluch, jefa del Servicio de Hematología y Oncología del Hospital Clínico de Valencia y coordinadora del Grupo de Investigación de Biología en Cáncer de Mama del Incliva, fue la persona encargada de recoger el Premio BiC, de la mano de Carmen Montón, consellera de Sanitat y Salut Universal de la Comunidad Valenciana, y Rodrigo Úrbez, director general de Bristol-Myers Squibb (BMS).